El suelo pélvico va más allá de su anatomía muscular.

Conocer el suelo pélvico va más allá de saber su anatomía, es necesario conocer y tener en cuenta la región lumbopélvica. ¿Por qué?.

Si hablamos de suelo pélvico nos encontramos en una de las estructuras que se localizan en medio de un campo de transmisión de fuerzas entre tronco y extremidades que juega un papel muy importante en la estática y la dinámica de la persona.

Un sistema móvil que influencia el comportamiento tanto proximal como distal y que está influenciado por multitud de factores, no solo estructurales, sino también psicológicos, viscerales, sociales…

La organización ligamento-aponeurotico-fascial que encontramos en el complejo lumbopélvico es tan importante o más que el mismo suelo pélvico, sus músculos, tejidos y órganos asociados.

Cuando hablamos del periné y del suelo pélvico, debemos saber que todas las estructuras están interrelacionadas, que todas las estructuras se influencian, que la rigidez local (articular, visceral o muscular) supone una problema global que derivará en disfunción refleja proximal o distal, pero en definitiva disfunción.

Cuando hablamos de suelo pélvico hay que abrir los ojos y mirar más allá. Ser capaces de prevenir a través del conocimiento, y aquí añado un “prevenir a través del movimiento“.

Cuando oigamos hablar de suelo pélvico, hagámoslo con criterio, y no nos dejemos convencer por cualquier explicación.

Feliz miércoles perineal!

Rigidez estructural y tensión fascial

Últimamente oímos hablar mucho sobre la importancia del movimiento, de moverse por y  para la salud. Hay quienes dicen que primero hay re-aprender a moverse, hay quienes abogan por moverse y punto, y aquí es donde veo que esta discusión se limita a un mero punto de vista locomotor y no un punto de vista que toma en consideración los elementos que hacen posible el funcionamiento de nuestro aparato locomotor…

La rigidez de una estructura depende del grado de tensión en su interior.

¿De qué nos sirve bordar un trabajo a nivel neurofisiológico si olvidamos la libertad de  que necesitan los tejidos que permiten el movimiento de vísceras tan importantes como el corazón, los pulmones, los riñones o el hígado?.

¿De qué nos sirve saber tanto sobre la insulina como para poder llenar un libro si luego pasamos de largo la localización del páncreas, sus articulaciones viscerales y su relación función-postura?

No se trata de eliminar toda tensión, porque sin ella, no tendríamos la forma humana que nos caracteriza, sino de equilibrarla, y sobre todo, tener en cuenta la importancia de lo visceral en el movimiento y rendimiento humano.

 

Si no descubrimos y equilibramos las tensiones internas, la solución de tensión negativa de nuestra estructura directamente nos llevará por un camino de desequilibrios e inestabilidad.

Feliz fin de semana.

 

 

Relaciones del suelo pélvico: pelvis, columna, movimiento, respiración y postura

Las relaciones del suelo pélvico van más allá de músculos, órganos y tejido conectivo que encontramos en esta región.

Los componentes óseos de la pelvis son eje estructural de vital importancia en la postura y en la transmisión de fuerzas desde las piernas a la columna vertebral y por tanto esta región osteo-mio-ligamento-fascial es centro del movimiento.

Acabamos de conectar con una sola frase suelo pélvico y columna vertebral, por lo que tenemos que hablar de estabilización lumbar, y para eso hay que referirse a la fascia toracolumbar (FTL). Pero no solo gracias a la fascia toracolumbar viven la mujer y el hombre, cada vez son más las evidencias sobre las múltiples funciones e importancia de la musculatura suelo pélvico.

Volviendo a nuestro tema, el periné, hay que recordar que estructura, respiración y postura son el trinomio profundo del tan reconocido y estudiado CORE, término que nos lleva de vuelta a la FTL y que basándonos en la evidencia científica, ha quedado demostrado que:

  1. Existen conexiones entre el Gluteus maximus (GMax) y la FTL lo que ayuda a la estabilización de las articulaciones sacroiliacas (ASI). (+info aquí)
  2. Existen conexiones entre el Gluteus maximus (GMax), la cintilla iliotibial y la fascia lata contribuyendo a la estabilidad de rodilla y cadera. (+info aquí)

Como seres humanos que somos, como organismos vivos, nuestro cuerpo no está formado por partes o “piezas”. Es imposible separar una región de sus relaciones con otros elementos de nuestra forma. Organismos VIVOS repito, organismos para la vida. Elementos, sistemas, mecanismos, funcionamientos interdependientes…, así es la maravillosa obra en la que viajamos a lo largo de nuestra vida.

Esta publicación de hoy es una llamada a la reflexión ahora que la temática sobre la “mujer” está de moda, y más aún el suelo pélvico, nuestro periné.

Nuestro suelo pélvico va más allá de músculos, órganos y tejido conectivo. Somos movimiento, y el movimiento es vida. Al igual que un dolor de espalda no es tan solo un problema local, utilicemos nuestros cerebros funcionales para el entrenamiento, prevención y recuperación funcional de cada parte de nuestros cuerpos. Hagamos conexiones entre nuestros trabajos, hagamos más el amor y menos la guerra entre nuestras profesiones, construyamos algo que mejore de verdad la salud de las personas.

Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.

Plasticidad de la fascia o “be water my friend”

La plasticidad de la fascia es una de las características que explica los efectos de las maniobras de liberación fascial en lo que conocemos como liberación miofascial.

La viscoelasticidad de los tejidos blandos, y por ende las propiedades viscoelásticas de la fascia conllevan una serie de cambios que podemos apreciar tanto a nivel global (llamémoslo efectos macroscópicos), como local (entendamos aquí efectos microscópicos).

En otras publicaciones hemos hablado de la matriz extracelular aportando algunas pinceladas sobre su organización y fibrosa, destacando que la importancia del entramado fibroso que compone junto a proteoglicanos, glucosaminglucanos (GAG) y glicoproteinas como la fibronectina (formada por cadenas de polipéptidos) la matriz extracelular (MEC), radica en su papel para la cohesión de los tejidos gracias a la interacción entre las moléculas que la forman. Esa tridimensionalidad fibrosa en la que son posibles nuestra forma y nuestros movimientos.

La plasticidad de los tejidos, concretamente de nuestro sistema fibroso, permite un cambio en la consistencia de la sustancia amorfa de la matriz extracelular. Hablamos aquí de estímulos que hacen que la MEC se hidrate, es decir, que cambie su consistencia de un estado sólido gelatinoso a uno más fluido…

Lo decía Bruce Lee en aquella conocida enrevista: “Be water my friend”

Teniendo en cuenta que la vida media de las fibras de colágeno es de 400-500 días mientras que la vida media de  sustancia amorfa es de aproximadamente 48 – 196 horas (2-8 dias), la constancia en la aplicación de los estímulos sobre nuestra red fascial es la respuesta a por qué la práctica regular de las técnicas de liberación miofascial funcionan tanto en el rendimiento del deportista o ama de casa como en la prevención de lesiones, regeneración de tejidos y recuperación funcional de la persona.

Relaciones anatómicas y funcionales entre el gluteus maximus y la fascia lata

¿Hay mejor manera de empezar la semana que revisando un estudio sobre las relaciones anatómicas y funcionales entre el gluteus maximus y la fascia lata?. Vamos allá:

Stecco A, Gilliar W, Hill R, Fullerton B, Stecco C. (2013) The anatomical and functional relation between gluteus maximus and fascia lata. J Bodyw Mov Ther 17(4):512-7.

Abstract:

Partiendo de la falta de acuerdo existente en la actualidad con respecto a las inserciones distales del músculo gluteus maximus (GMax), y más concretamente sus inserciones en la cintilla iliotibial y el septo intermuscular, los autores procedieron a diseccionar 6 cadáveres (4 formas masculinas y 2 formas femeninas) con una edad media de 69 años.

Posterior view of the left GMax and its fascia. In A: the deep fascia is adherent to the superficial surface of the GMax muscle thanks to the presence of many inter muscular septa (...). In B: the GMax was cut and reflected distally and laterally. It is evident that there is a deep fascia (highlighted with an asterix) that is adherent to the inner surface of the GMax. This fascia creates a plane of gliding between the GMax and the underlying structures.

Posterior view of the left GMax and its fascia. In A: the deep fascia is adherent to the superficial surface of the GMax muscle thanks to the presence of many inter muscular septa (…). In B: the GMax was cut and reflected distally and laterally. It is evident that there is a deep fascia (highlighted with an asterix) that is adherent to the inner surface of the GMax. This fascia creates a plane of gliding between the GMax and the underlying structures. (http://dx.doi.org/10.1016/j.jbmt.2013.04.004)

Sus hallazgos les llevaron a concluir que la cintilla iliotibial es un refuerzo de la fascia lata que no puede ser separada de ella, continuándose hacia el interior con el septo intermuscular lateral que separa el cuadriceps de los isquitibiales. Observando que en todos los sujetos el GMax presentaba una importante inserción en la fascia lata, tan amplia que la cintilla iliotibial podría considerarse un tendón de inserción del GMax.

A: Anterior view of a right thigh (knee joint at right side) showing the myofascial origin of the vastus lateralis muscle from the inner surface of the fascia lata. B: Posterior view of a right thigh showing the myofascial origin of the biceps femoris muscle from the inner surface of the fascia lata. C: Medial view of the right thigh showing the continuity between the perimysium of the vastus medalis and the fascia lata. (http://dx.doi.org/10.1016/j.jbmt.2013.04.004)

A: Anterior view of a right thigh (knee joint at right side) showing the myofascial origin of the vastus lateralis muscle from the inner surface of the fascia lata. B: Posterior view of a right thigh showing the myofascial origin of the biceps femoris muscle from the inner surface of the fascia lata. C: Medial view of the right thigh showing the continuity between the perimysium of the vastus medalis and the fascia lata. (http://dx.doi.org/10.1016/j.jbmt.2013.04.004)

Esta inserción fascial del GMax podría explicar la transmisión de fuerzas  desde la fascia toracolumbar a la rodilla.

 

Valoración personal:

La relación entre fascia y transmisión de fuerzas es un concepto en ocasiones difícil de visualizar y comprender.

Esta idea ya fue descrita para la contracción del cuadriceps que resulta en un engrosamiento del músculo con el consecuente efecto “empuje” sobre las paredes de la fascia lata que lo envuelven (Poterfield & De Rosa 1998). Esta acción supone un aumento en la tensión de los tejidos de la fascia lata contribuyendo a la estabilidad de rodilla y cadera, ayudando así a entender importancia de la fascia en la transmisión de fuerzas.

La cintilla iliotibial es un refuerzo de la fascia lata que sirve como tendón para el tensor fascia latae y el GMax (Benjamin 2009) siendo lugar habitual de lesiones por sobreuso en ciclistas y corredores, por lo que es interesante poder prevenir o recuperar este tipo de lesiones a partir de lo que nos aportan estas nuevas perspectivas de la anatomía funcional para un movimiento clave como es la transmisión de fuerzas desde la fascia toracolumbar a la rodilla.

“(…) la cintilla iliotibial es un refuerzo de la fascia lata que no puede ser separada de ella, continuándose hacia el interior con el septo intermuscular lateral que separa el cuadriceps de los isquitibiales (…)”.

¿ Que información nos aportan hallazgos como este a quienes trabajamos con el movimiento desde una perspectiva fascial?

Si somos capaces de interpretar correctamente los datos que la evidencia anatómica nos expone, a la luz de estos hallazgos, debemos reflexionar anatómicamente sobre la forma y el fondo de los ejercicios que vamos a realizar o proponer.

Es muy fácil nombrar un ejercicio, etiquetarlo con fascial, miofascial, liberación fascial, y otros derivados.

Nuestra tarea como profesionales que aportan ejercicios para la mejora, construcción y reconstrucción estructural está el convertir ese ejercicio en algo digno de ese nombre que le vamos a dar, y eso solo lo puede dar el conocimiento de la realidad anatómica.

Volviendo a la relación GMax-cintilla iliotibial-septo intermuscular-cuadriceps-isquiotibiales, a partir de los hallazgos de Stecco et al. , podemos mejorar la extensión de cadera de cualquier persona sin “atacar” a los músculos extensores que guardan relación con ella. Es decir, si realizamos un trabajo de liberación miofascial a nivel de tensor de la fascia lata o un trabajo de liberación fascial a lo largo de la cintilla iliotibial, reduciremos las restricciones a nivel de los tejidos que guardan relación con ellas, lo que aportará una mejora funcional del GMax e isquitibiales.

Esto ha sido todo por hoy, ahora está en tu mano reflexionar antes de hacer un ejercicio FASCIAL. Un abrazo y feliz semana.

 

Bibliografía:

Benjamin M (2009) The fascia of the limbs and back – a review. J Anat.214 (1):1–18.

Porterfield JA, DeRosa C (1998) Mechanical low back pain. Perspectives in functional anatomy. Philadelphia, PA:WB Saunders.

Stecco A, Gilliar W, Hill R, Fullerton B, Stecco C (2013) The anatomical and functional relation between gluteus maximus and fascia lata. J Bodyw Mov Ther 17(4):512-7.