La fascia perirrenal puede ayudar a estabilizar la región lumbopélvica

Los riñones son órganos con funciones muy importantes para la homeostasis del organismo. Se encuentran en la pared posterior del abdomen, a los lados de la columna vertebral entre T12 y L3, en lo que se conoce como región retroperitoneal (es decir posterior al peritoneo).

 

Algunas de las funciones de los riñones van desde:

 

  1. Regular los niveles plasmáticos de iones sodio, potasio, calcio, cloruro y fosfato de la sangre (sin equilibrio iónico, no hay fiesta vital).
  2. Regular el pH sangíneo (acidosis/alcalosis).
  3. Regular el volumen plasmático y con ello la presión arterial (si aumenta el volumen plasmático, aumentará la presión arterial).
  4. Producción de hormonas.
  5. Regulación de la concentración de glucosa en sangre.
  6. Excreción.

 

La intención de esta publicación no es hablar de la fisiología renal, pero si de su anatomía fascial

 

Un órgano con funciones tan importantes para la homeostasis del organismo tiene que estar bien protegido, como entre algodones…

A nivel tisular, los riñones están cubiertos por tres láminas fibrosas: La más profunda es la cápsula fibrosa (es como la piel del riñón); la intermedia es una cápsula adiposa que rodea a la anterior y lo protege ante posibles impactos; y por último la más externa, la fascia renal, que conecta al riñón con las estructuras vecinas, permitiéndole moverse al son del diafragma.

 

Lo que más nos debe llamar la atención de la organización fascial  a nivel perirrenal, en el espacio retroperitoneal, son las conexiones. Igual que el dicho “donde hay mata hay patata”, del sistema fibroso podríamos decir: donde hay fascia, hay conexión.

 

En el cuerpo humano todo está conectado y nuestra tarea es interpretar esas conexiones y su relevancia tanto anatómica como clínica en relación, no solo con la motilidad visceral, sino con el movimiento y el ejercicio físico que tan importante es para la salud de la persona. ¡Qué mejor que hacer una lectura de esas relaciones en quienes se encargan de mantener el equilibrio interno!…

 

Vamos pues 😉

 

Se habla de core, de estabilidad lumbar, de abdominales, de sus fascias, de las conexiones con la fascia toracolumbar (FTL), del psoas, del cuadrado lumbar, incluso del diafragma, pero en ningún momento se habla del papel de los riñones y sus fascias como elementos involucrados en el soporte y transmisión de tensiones a nivel lumbar.

 

Antes comentábamos que los riñones se encuentran en la pared posterior del abdomen, a los lados de la columna vertebral entre T12 y L3, en lo que se conoce como región retroperitoneal (es decir posterior al peritoneo).

 

Dada su localización, la fascia renal se relaciona superior, posterior y lateralmente con el diafragma y la fascia transversalis, que en esa región conecta con las fascias del posas, cuadrado lumbar, transverso del abdomen (TrA), y la aponeurosis posterior del oblicuo interno. Estos nombres nos llevan directamente a las láminas anterior y media de la fascia lumbar, dos de las tres que forman la FTL y que tan importantes son cuando se habla a estabilidad y movimiento en la región lumbopélvica.

 

Cuando activamos nuestros mecanismos de control en la región lumbopélvica en busca de la estabilidad dinámica hay discrepancias sobre quién es el músculo que participa más, quién es el más importante, pero me gustaría añadir aquí que NO somos un cilindro vacío.

 

Si aplicamos el concepto de biotensegridad a la dinámica corporal, a su realidad de continuidad total, no podemos apartar la mirada ante la evidencia de la organización fascial a nivel interno, a nivel visceral. Obviarlo supone no querer aceptar la realidad tridimensional de nuestra estructura, la realidad tridimensional del movimiento, afincarnos en la comodidad de teorías aprendidas de origen renacentista, desarrolladas cuando las mentes dibujaban en 2D.

 

Hoy en día, si queremos avanzar tanto en el campo de la investigación como en el del movimiento hay que abrir la mente más allá de la visión 3D. Poco a poco integrar y descubrir la verdadera función de la fascia visceral como elemento que también participa en la dinámica del movimiento humano.

 

Feliz fin de semana!

 

Los “huesos respiratorios” van más allá de la caja torácica…

Trabajar los “huesos respiratorios” va más allá de una mera movilidad torácica…

En la actualidad, entre los profesionales del ejercicio físico y la salud oímos hablar de equilibrar, re-equilibrar, nivelar y un sinfín de sinónimos que mediante métodos se aplican a la fascia, miofascia y los tejidos, olvidando, desde mi punto de vista, que nuestros métodos solo son medios de ayuda para que el organismo alcance por si mismo la homeostasis.

El equilibrio lo consigue el propio cuerpo, no se lo da un ejercicio, siendo éste tan solo un estímulo que según la fisiopatología del tejido será efectivo o no en función de cuándo, cómo o dónde se aplique (de ahí la importancia de un abordaje mulltidisciplinar en los procesos de recuperación FUNCIONAL).

Descripciones de la estructura torácica encontramos muchas en la literatura sobre anatomia descriptiva, topográfica y funcional. Todos los textos nos enseñan que su esqueleto lo forman:

  1. Las vértebras torácicas.
  2. Las costillas.
  3. Los cartílagos costales .
  4. El esternón.

Todas estas estructuras dan forma y protegen una una cavidad en la que se encuentran órganos vitales:

  1. Corazón.
  2. Pulmones.
  3. Grandes vasos.
  4. Algunas vísceras abdominales importantes (hígado, estómago, bazo, parte superior de los riñones).

A su vez, la cavidad torácica está dividida en tres subespacios: 

  1. El mediastino.
  2. La cavidad pleural derecha.
  3. La cavidad pleural izquierda.

La caja torácica es como ver una ciudad de noche (imagina un skyline). Vemos las luces de los edificios, sabemos que hay vida y movimiento en su interior, pero sabemos muy poco de quienes habitan ese espacio y lo que están haciendo en ese momento.

Hemos hablado de protección de órganos vitales, pero sabemos que al leerlo, este detalle es de esos que es fácil pasar por alto.

Órganos vitales, órganos que garantizan la vida de cada individuo. Órganos que permiten el funcionamiento vegetativo del cuerpo y sus sistemas. Órganos que garantizan el aporte de oxígeno y nutrientes a las células (y de estas tenemos miles de millones). 

La respiración es clave en el equilibrio del pH, que en sangre arterial se mantiene entre los valores 7,35-7,45. Por encima o por debajo de los cuales implica una acidosis o alcalosis que afectará al correcto funcionamiento de nuestros tejidos y por ende nuestros órganos.

Decía al principio que trabajar los “huesos respiratorios” va más allá de una mera movilidad torácica: 

La caja torácica no solo contiene los pulmones, sino que también proporciona las herramientas necesarias para que se lleve a cabo el gesto respiratorio.

Aquí es donde la tarea del entrenador personal, técnico deportivo o especialista del movimiento cobra un papel importante: el ejercicio y el movimiento.

Ahora si, ahora podemos decir que cuando entrenas haces algo por mejorar o por lo menos mantener el buen funcionamiento de la “logística de los pulmones y del corazón“. Una logística de recogida, intercambio, y entrega con calidad y a tiempo en la que la satisfacción del cliente está por encima de todo. Nuestro cuerpo SÍ que se merece una Q de calidad ISO-biocelular

Te invito a invertir una pequeña parte de tu tiempo para la I+d personal

Investigación para descubrir el funcionamiento del cuerpo. El premio por el tiempo invertido será  desarrollo personal (recuerda que el tiempo es vida). Un regalo para tu vida y la de tus alumnos. 

Los “huesos respiratorios” van más allá de la caja torácica…

Trabajar los “huesos respiratorios” va más allá de una mera movilidad torácica…

En la actualidad, entre los profesionales del ejercicio físico y la salud oímos hablar de equilibrar, re-equilibrar, nivelar y un sinfín de sinónimos que mediante métodos se aplican a la fascia, miofascia y los tejidos, olvidando, desde mi punto de vista, que nuestros métodos solo son medios de ayuda para que el organismo alcance por si mismo la homeostasis.

El equilibrio lo consigue el propio cuerpo, no se lo da un ejercicio, siendo éste tan solo un estímulo que según la fisiopatología del tejido será efectivo o no en función de cuándo, cómo o dónde se aplique (de ahí la importancia de un abordaje mulltidisciplinar en los procesos de recuperación FUNCIONAL).

Descripciones de la estructura torácica encontramos muchas en la literatura sobre anatomia descriptiva, topográfica y funcional. Todos los textos nos enseñan que su esqueleto lo forman:

  1. Las vértebras torácicas.
  2. Las costillas.
  3. Los cartílagos costales .
  4. El esternón.

Todas estas estructuras dan forma y protegen una una cavidad en la que se encuentran órganos vitales:

  1. Corazón.
  2. Pulmones.
  3. Grandes vasos.
  4. Algunas vísceras abdominales importantes (hígado, estómago, bazo, parte superior de los riñones).

A su vez, la cavidad torácica está dividida en tres subespacios: 

  1. El mediastino.
  2. La cavidad pleural derecha.
  3. La cavidad pleural izquierda.

La caja torácica es como ver una ciudad de noche (imagina un skyline). Vemos las luces de los edificios, sabemos que hay vida y movimiento en su interior, pero sabemos muy poco de quienes habitan ese espacio y lo que están haciendo en ese momento.

Hemos hablado de protección de órganos vitales, pero sabemos que al leerlo, este detalle es de esos que es fácil pasar por alto.

Órganos vitales, órganos que garantizan la vida de cada individuo. Órganos que permiten el funcionamiento vegetativo del cuerpo y sus sistemas. Órganos que garantizan el aporte de oxígeno y nutrientes a las células (y de estas tenemos miles de millones). 

La respiración es clave en el equilibrio del pH, que en sangre arterial se mantiene entre los valores 7,35-7,45. Por encima o por debajo de los cuales implica una acidosis o alcalosis que afectará al correcto funcionamiento de nuestros tejidos y por ende nuestros órganos.

Decía al principio que trabajar los “huesos respiratorios” va más allá de una mera movilidad torácica: 

La caja torácica no solo contiene los pulmones, sino que también proporciona las herramientas necesarias para que se lleve a cabo el gesto respiratorio.

Aquí es donde la tarea del entrenador personal, técnico deportivo o especialista del movimiento cobra un papel importante: el ejercicio y el movimiento.

Ahora si, ahora podemos decir que cuando entrenas haces algo por mejorar o por lo menos mantener el buen funcionamiento de la “logística de los pulmones y del corazón“. Una logística de recogida, intercambio, y entrega con calidad y a tiempo en la que la satisfacción del cliente está por encima de todo. Nuestro cuerpo SÍ que se merece una Q de calidad ISO-biocelular

Te invito a invertir una pequeña parte de tu tiempo para la I+d personal

Investigación para descubrir el funcionamiento del cuerpo. El premio por el tiempo invertido será  desarrollo personal (recuerda que el tiempo es vida). Un regalo para tu vida y la de tus alumnos. 

Cuidar las fascias nos ayuda a sentir más placer. Fascia en Femenino

Hoy es el Día Internacional de la Mujer, y como tal queremos celebrarlo con un post dedicado a todas vosotras y a la Fascia en Femenino.

El bienestar es importante, pero estar bien pasa por que haya mas momentos de placer que de dolor y aquí la fascia juega un papel importante, sobretodo en la mujer.

La fascia es el órgano sensorial más extenso del organismo. También llamada “órgano secreto“, en ella se encuentran gran cantidad de terminaciones nerviosas susceptibles de transmitir información de placer y dolor que se verá influenciada por los niveles hormonales a lo largo de los ciclos de la vida. 

Desde un punto de vista endocrino, el equilibrio entre los niveles de las diferentes hormonas es la clave para mantenerse lejos del dolor (y la enfermedad), porque no se trata solo de una, sino de la suma de todas lo que marcará la diferencia entre bienestar y malestar tanto fisiológico como sensorial. 

Desde el punto de vista estructural, la buena salud y el equilibrio en nuestro “órgano secreto“, siempre receptivo a los estímulos que lo rozan, tocan, aprietan, relajan, deslizan, transpiran y acarician, nos permitirá sentir más placer, disfrutar más de cada instante y momento de la vida.

Esto me hace pensar en esa frase que dice “la vida no se mide por las veces que respiras,sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento”.

Feliz 8 de Marzo chicas, pero no lo disfrutéis/celebréis solo hoy, sino cada día, todos los días!



Tensegridad es fuerza, estabilidad, equilibrio, realidad: ¡Tensegridad eres tú!

La energía ni se crea ni se destruye, se transforma, ayudando a que nuestra estructura se mantenga en equilibrio, un juego de fuerzas invisibles, tracción y empuje, tensión y compresión, llámalas como quieras, porque independientemente de su nombre, son energía pura.

Hablamos de juegos de poder, energía que nosotros tratamos de interpretar a partir de nuestra inevitable atracción por esa bella dama a la que llaman gravedad…, pero veríamos las cosas de otro modo si nuestra perspectiva fuera la de un elemento que vive suspendido en una organización fuerte, ligera y capaz de cambiar de forma y volver a la posición de equilibrio con el mínimo esfuerzo, en definitiva eficaz, siguiendo las propiedades viscoelásticas no lineares.

¿Veríamos las cosas de otro modo si nuestra perspectiva fuera la de un elemento que vive suspendido en una organización fuerte, ligera y capaz de cambiar de forma y volver a la posición de equilibrio con el mínimo esfuerzo siguiendo las propiedades viscoelásticas no lineares?

Al igual que el desde el punto de vista fisiológico el organismo tiende a la homeostasis, desde el punto de vista mecánico, el cuerpo humano equilibra las fuerzas mediante una red de tensión dinámica que se organiza y reorganiza al son de movimiento.

Hablemos de fuerza y estabilidad: Hoy en día está cada vez más extendido el trabajo de fuerza, y más que referenciada su importancia para la estabilidad articular, pero desde un punto de vista global (por que es así como funciona el cuerpo, como un todo y no como partes individuales), llamémosle fascial si queremos ser más cool, debemos saber que la estabilidad de las estructuras tenségricas se debe a la forma en que toda la estructura distribuye y equilibra el estrés mecánico al que la sometemos en el día a día o en nuestro entrenamiento y no por la fuerza de cada una de sus partes.

La estabilidad las estructuras tenségricas se debe a la forma en que toda la estructura distribuye y equilibra el estrés mecánico al que la sometemos en el día a día o en nuestro entrenamiento y no por la fuerza de cada una de sus partes.

Nuestro cuerpo no quiere que nos hagamos daño, y por ello reparte cualquier estrés mecánico a través del sistema fibroso, una red fibrosa de realidad dinámica y continuidad total, un “edificio” en el que podemos diferenciar elementos individuales cuya función depende de la estabilidad de todo lo demás. Un esfuerzo combinado que nuestros ojos perciben como una mera forma, un volumen definido, cambiante y en movimiento.

Mejor que cambiante, prefiero llamarlo oscilante, donde formas triangulares o hexagonales en el papel pero tetraédricas, octaédricas e icosaédricas en la naturaleza interactuan mediante conceptos como tensegridad, mecanotransducción, inducción, reorientación, creados por el hombre para mantener nuestra forma y equilibrarla en el largo viaje de nuestra vida.