¿Liberación miofascial del diafragma…?. Sí, claro que sí.

Del #diafragma, ese gran músculo inspirador que ayuda a los pulmones en la respiración, podemos decir forma genérica que se inserta en un plano profundo, sobre el esternón (cara INTERNA), las costillas (cara INTERNA) y las vértebras lumbares (cara anterior del cuerpo vertebral).

Además, sus pilares lo conectan con el psoas-iliaco (flexor de la cadera), trabaja en equipo con los músculos del abdomen (se enlaza con las fibras del transverso del abdomen) y mantiene una estrecha relación de sinergías con el suelo pélvico…

Dicho esto, la #anatomía nos deja bien claro que por mucha conexión #fascial que exista en las regiones baja del tórax y alta del abdomen, las intervenciones que se realicen sobre elementos superficiales asociados a la caja torácica, conllevarán cambios (en primer lugar y con respuesta inmediata, a nivel del sistema nervioso) de los que el diafragma y los pulmones (profundos ellos), ávidos de libertad para la expansión en aras de una mejor respiración, se beneficiarán, lejos de ser consecuencia del trabajo #miofascial propiamente dicho sobre el diafragma.

La #respiración va asociada a que la caja torácica cambie de forma, y si conseguimos que mejore la flexibilidad costal invitaremos a que mejore la respiración gracias a que los cambios de forma en tres dimensiones relacionan conceptos muy importantes como #postura y movimiento con nuestro gesto respiratorio (p.e.: la inspiración suele estar acompaña de una extensión de columna mientras que la espiración la flexiona).

Como profesionales de la actividad física y en base a la realidad de la organización fascial en nuestro cuerpo, os ruego seamos rigurosos con la descripción y nomenclatura de los ejercicios, y la próxima vez que alguien te diga que con el ejercicio de la imagen se realiza una liberación del diafragma, le invites a reflexionar desde una perspectiva anatómica de aquello que está diciendo. Si a pesar de todo insiste en su verdad, siempre puedes optar por responder con ironía (sin llegar al sarcasmo) “si, claro que si”.

Según la RAE:

Ironía es una “figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice”, mientras que sarcasmo es la “burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo.”

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