Herramientas corporales para movilizar de forma indirecta

Los #músculos de la #respiración necesitan un continente móvil,resistente y flexible (la caja torácica) para llevar a cabo su #función.

Cambios en los tejidos, adaptaciones en las fascias del tórax, compensaciones en las mismas por un impacto durante el entrenamiento o sencillamente una emoción, son motivo de alteraciones en los patrones de movimiento globales para compensar esas alteraciones junto con una transmisión de tensiones poco eficaz y en muchos casos su consecuente disminución del rendimiento.

Para mantener en continente torácico móvil y flexible, una vez que hayamos preparado los tejidos aplicando entre otras aproximaciones fasciales/miofasciales, es muy interesante realizar movimientos indirectos que faciliten el trabajo de movilidad torácica. Esta tarea la podemos realizar utilizando de forma inteligente y creativa nuestras extremidades como herramienta corporal.

La imagen muestra una de ellas, te animo a compartir diferentes propuestas de uso de esas herramientas corporales a través del hilo de esta publicación. #HerramientaCorporal #miofascia #ConexionesFasciales

Entramado fascial del dorso y trabajo con materiales de liberación miofascial

En el dorso, con una localización profunda con respecto a la piel y al tejido subcutáneo encontramos un entramado fibroso, aponeurótico y #fascial donde conectan elementos apendiculares (como el latissimus dorsi o el gluteus maximus) con elementos axiales (como el grupo de los erector espinae).

Conocer esta disposición y organización anatómica implica pararse a reflexionar sobre cómo se llevan a cabo las intervenciones con materiales realizadas en esta región, ya que no será lo mismo rodar sobre un #FoamRoller que colocar una pelota lateral con respecto al canal transverso espinoso o generando una presión directa sobre el mismo. Del mismo modo que, según el abordaje elegido, nada tendrá que ver la elección de un implemento de densidad alta en comparación con uno de densidad media. Y qué decir si elegimos un trabajo donde el material cree un punto fijo mientras guiamos a la persona a través del movimiento o si por el contrario es gracias al material que movilizamos el tejido.


Muchos elementos en este algoritmo que, como podéis ver, llega mucho más lejos de aquello de que la #fascia “envuelve y conecta todo”.

Esto nos deja clara una #evidencia, y es que solo a partir de la #anatomía y la #fisiología podemos trazar el buen camino hacia los ejercicios seguros, eficaces y saludables.

Esta es una tarea que los #profesionales del #ejercicio debemos tomar muy en serio a la hora de desarrollar sesiones de ejercicios fasciales/miofasciales así como programar y periodozar el #entrenamiento para las personas.

¿Liberación miofascial del diafragma…?. Sí, claro que sí.

Del #diafragma, ese gran músculo inspirador que ayuda a los pulmones en la respiración, podemos decir forma genérica que se inserta en un plano profundo, sobre el esternón (cara INTERNA), las costillas (cara INTERNA) y las vértebras lumbares (cara anterior del cuerpo vertebral).

Además, sus pilares lo conectan con el psoas-iliaco (flexor de la cadera), trabaja en equipo con los músculos del abdomen (se enlaza con las fibras del transverso del abdomen) y mantiene una estrecha relación de sinergías con el suelo pélvico…

Dicho esto, la #anatomía nos deja bien claro que por mucha conexión #fascial que exista en las regiones baja del tórax y alta del abdomen, las intervenciones que se realicen sobre elementos superficiales asociados a la caja torácica, conllevarán cambios (en primer lugar y con respuesta inmediata, a nivel del sistema nervioso) de los que el diafragma y los pulmones (profundos ellos), ávidos de libertad para la expansión en aras de una mejor respiración, se beneficiarán, lejos de ser consecuencia del trabajo #miofascial propiamente dicho sobre el diafragma.

La #respiración va asociada a que la caja torácica cambie de forma, y si conseguimos que mejore la flexibilidad costal invitaremos a que mejore la respiración gracias a que los cambios de forma en tres dimensiones relacionan conceptos muy importantes como #postura y movimiento con nuestro gesto respiratorio (p.e.: la inspiración suele estar acompaña de una extensión de columna mientras que la espiración la flexiona).

Como profesionales de la actividad física y en base a la realidad de la organización fascial en nuestro cuerpo, os ruego seamos rigurosos con la descripción y nomenclatura de los ejercicios, y la próxima vez que alguien te diga que con el ejercicio de la imagen se realiza una liberación del diafragma, le invites a reflexionar desde una perspectiva anatómica de aquello que está diciendo. Si a pesar de todo insiste en su verdad, siempre puedes optar por responder con ironía (sin llegar al sarcasmo) “si, claro que si”.

Según la RAE:

Ironía es una “figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice”, mientras que sarcasmo es la “burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo.”

Prepara tejidos antes de movilizar la miofascia

Preparar los tejidos facilitará el trabajo de los “huesos respiratorios”, una actividad que va más allá de una mera movilidad torácica

Trabajar la fascia y movilizar la miofascia es muy interesante. No obstante, como profesionales de la actividad física con conocimientos sobre la el valor de la preparación al movimiento y la importancia de los procesos de regeneración de los tejidos: ¿preparas esos tejidos antes de abordar un trabajo de movilidad torácica o vas directamente al ejercicio de última generación en base a conexiones fasciales olvidando la fisiología del tejido en cuestión?.

-Preparar los tejidos facilitará el trabajo de movilidad torácica mediante conexiones fasciales-

Recuerda que todas nuestras técnicas y métodos tan solo son medios de ayuda para que el organismo alcance por si mismo el equilibrio, y que esto a su vez favorezca la homeostasis.

El equilibrio lo consigue el propio cuerpo, no se lo da un ejercicio, siendo éste tan solo un estímulo que según la fisiopatología del tejido será efectivo o no en función de cuándo, cómo o dónde se aplique (de ahí la importancia de un abordaje mulltidisciplinar en los procesos de recuperación FUNCIONAL).

La especificidad del material es clave para el trabajo

La #fascia se beneficia de los estímulos que generemos a través del trabajo de auto liberación #miofascial (ALM), pero… ¿cualquier material vale?.

Para poder implementar ejercicios seguros, eficaces y funcionales, en primer lugar es necesario conocer las características de este tejido en cada región.

La especificidad del material que utilicemos para la ALM es clave para transformar un mero acto de presión en un diálogo fascial.

En segundo lugar, debemos utilizar materiales cuyas densidades, formas y tamaños nos ayuden a transformar un mero acto de presión local en un verdadero tiempo de diálogo fascial.

Descubre qué, cómo y por qué en nuestras formaciones, y no dejes de visitar la tienda online para conseguir uno de nuestros kits de ALM.

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¿Qué es la autoliberacion miofascial (ALM) por definición?

La autoliberación miofascial (ALM) es una técnica de trabajo sobre los tejidos blandos del cuerpo que el propio individuo puede realizar tanto antes como después de la práctica de actividad física con ayuda de un rodillo de espuma de alta densidad (en la mayor parte de los casos), pelotas de diferentes diámetros y densidades así como con un rodillo desentumecedor.

Entre sus efectos plausibles destacados: cambios en el ROM,reducción del DOMS, modulación de la actividad del SNA y efectos sobre la función arterial (y el endotelio vascular).

El origen de las cadenas miofasciales y su relación con el movimiento

El lenguaje le del cuerpo es el movimiento, y para que haya movimiento no hacen falta músculos individuales, sino conjuntos de músculos que funcionan de forma interdependiente movilizando articulaciones en plural y no en singular, pues cada gesto desencadena la respuesta de todo el organismo.
El Profesor de la Universidad de Harvard, Donald Ingberg en sus publicaciones (Ingber, 2010; Sultan, Stamenović e Ingber, 2004) nos muestra como a nivel microscópico, la organización de la matriz extracelular (MEC) hace que la transmisión de fuerzas y tensiones llegue hasta el citoesqueleto de las células. Esto nos hace tener en cuenta el que toda #fuerza mecánica que tiene lugar en nuestro organismo, se traduce en un proceso bioquímico, es decir que: cada gesto, cada movimiento, cada estímulo, cada sentimiento, cada acción mecánica o la simple y terrible “inacción” llegará hasta lo más profundo de nuestro ser, a cada unidad #funcional de nuestro organismo, la Célula, desencadenando un cambio mediante el proceso de mecanotransducción.

La materia viva y concretamente el tejido conectivo al contrario de lo que se pensaba hasta hace poco, no se organiza en capas coaxiales. Todas las fibras están conectadas y todas las estructuras son continuas.

Entender el origen del binomio músculo-fascia solo podemos hacerlo con un estudio pormenorizado de la embriología humana, saber quién viene de donde, quien acompaña a quien. Entender que somos una unidad funcional a nivel sistemico, y de forma específica para nuestro campo de la actividad física, a nivel locomotor. 

Este binomio forma una pareja en la que siempre existe interacción, dando forma a nuestro cuerpo a la vez que garantizan el equilibrio y la estabilidad en nuestra convivencia con la gravedad, siendo varias las estructuras que forman el sistema capaz de aportar sostén, tanto a nivel intermuscular, intramuscular, como extramuscular, mientras que el entramado fascial permite el deslizamiento entre músculos agonistas, antagonistas y sinergistas.

Bibliografía:

Carlson, B.M. (2009) Embriología humana y Biología del desarrollo 4ºed Ed Elsevier.

Ingber, D. E (2010) From Cellular Mechanotransduction to Biologically Inspired Engineering. Annals of Biomedical Engineering, 38 (3), p. 1148-1161.

Sultan, C., Stamenović, D., Ingber, D. E., (2004). A Computational Tensegrity Model Predicts Dynamic Rheological Behaviors in Living Cells. Annals of Biomedical Engineering, 32 (4), p. 520-530.

Fascia y músculo binomio inseparable: miofascia

Fascia y músculo forman un binomio único e inseparable: miofascia‬.

Son binomio, una pareja en la que siempre existe interacción, dando forma a nuestro cuerpo a la vez que garantizan el equilibrio y la estabilidad en nuestra convivencia con la gravedad, siendo varias las estructuras que forman el sistema capaz de aportar sostén, tanto a nivel intermuscular, intramuscular, como extramuscular, mientras que el entramado fascial permite el deslizamiento entre músculos agonistas, antagonistas y sinergistas.

Y es que la fascia le viene al músculo como anillo al dedo, es “su tesoro” (de ahí la imagen), capaz de influir mucho mas de lo que podemos imaginar sobre el músculo a nivel local y sobre el cuerpo a nivel global. Llamémosle “el poder del Anillo”.

¿Donde reside “el poder del Anillo”?, o dicho de otro modo, ¿qué hace de la fascia un sistema tan influyente sobre nuestro organismo y el movimiento?. Su plasticidad‬, que permite un cambio en la consistencia de la sustancia amorfa de la matriz extracelular debido a estímulos que hacen que la matriz extracelular se hidrate cambiando su consistencia de un estado sólido gelatinoso a uno más fluido…

Pero atención, es importante saber que el sistema fibroso posee capacidad de contracción‬ propia y que ante ciertas situaciones, gestos o hábitos de entrenamiento inadecuados, es capaz de forzar estados de dolor‬desequilibrio‬ y un mal reparto de las ‪‎tensiones‬. De ahí la importancia de cuidar su estado para evitar que tome el control.

Una buena ‪‎salud‬ fascial ayudará a potenciar el óptimo ‪‎movimiento‬, ayudándote para el ‪‎rendimiento‬. Recuerda que su disposición en serie y en paralelo a nivel ‪‎intermuscular‬‪‎intramuscular‬ y extramuscular‬ influirá en la acción de músculos ‪‎agonistas‬antagonistas‬ y sinergistas‬. Influirá en el movimiento, el rendimiento, la salud y la ‪‎vida‬.

Cuida tu tesoro!!

Una correcta liberación miofascial supone entender la bioquímica, la arquitectura y la anatomía del tejido conectivo

La liberación miofascial esta de moda, y todo trabajo con materiales que implique a la fascia profunda, ha pasado al primer plano, muchas veces (si no en la mayoría…) sin entender la bioquímica, la arquitectura ni la anatomía de un tejido tan extenso como complejo, el tejido conectivo
Seré crítico, porque nos lanzamos a la búsqueda de resultados, guiados por el ansia de cuantificar sin comprender los medios por los que se debe trabajar con el sistema fascial, haciendo énfasis en que todo trabajo de liberación miofascial se aleja de la presión, de la compresión, buscando el deslizamiento, el arrastre, porque no es lo mismo, y si lo que buscamos son resultados, debemos ser exactos, correctos y tener conocimientos de lo que estamos haciendo.

Nos lanzamos a la búsqueda de resultados, guiados por el ansia de cuantificar sin comprender los medios por los que se debe trabajar con el sistema fascial, haciendo énfasis en que todo trabajo de liberación miofascial se aleja de la presión, de la compresión, buscando el deslizamiento, el arrastre.

Por otro lado, el trabajo fascial no es doloroso, sino agradable. Una vez más nos enfrentamos a los mitos, en este caso la idea de aquellos que piensan que el cuanto más duele, más eficaz. Ideas falsas fruto del desconocimiento, de la subjetividad, de la pereza por aprender y el negarse a aceptar la realidad anatómica, fisiológica y química de nuestros tejidos, de nuestro cuerpo. La liberación miofascial no es cuestión de fuerza.

El trabajo fascial no es doloroso, sino agradable. […] La liberación miofascial no es cuestión de fuerza.

La liberación miofascial es un concepto global, orgánico, vital, dado que cualquier restricción, sea a nivel microscópico o macrsocopico influirá en la dinámica de los fluidos corporales, el la perfusión a los órganos y células que los constituyen (recordemos que el músculo es un órgano), alterando su función, ya sea el movimiento o la oxigenación, el filtrado o la expulsión de residuos. 
Hablamos siempre de adherencias para referirnos a la reorganización de las fibras de colágeno que se origina ante una lesión, el desuso, sobreuso, el envejecimiento, pero como van mostrando los estudios podemos referirnos a ellas de forma más acertada utilizando el término acuñado por Stecco & Stecco “densificaciones” del tejido conectivo areolar que aparecen entre los planos densos y gruesos.
Debemos tener en cuenta que el entramado de tejido conectivo podrá cambiar en cantidad y tipo de fibras que lo componen, en densidad de la sustancia amorfa que las acompaña e incluso en la orientación de las fibras que forman el entramado de la matriz viva, caótica pero de organización perfecta en la que viven y se desplazan las células. 
Independientemente de esos cambios de composición (tengamos en cuenta que como materia viva, el concepto de cambio es algo a tener mas que presente, algo constante, panta rhei…) el cuerpo, como estructura biotensegrica necesita una tensión constante, que se disipe y se transfiera de una parte a otra sin restricciones (aquí es donde el trabajo de liberación miofascial juega un papel clave), del exterior hacia el interior y del interior hacia el exterior, de lo macroscopico a lo microscópico, del organismo a cada célula, que siente y recibe información a través del sistema de comunicación más antiguo y primitivo, tensión y compresión, binomio presente en la red fascial, ubicuo en el cuerpo humano. 

Primero aprender para después hacer, buscando siempre entender…