¡Respiración y abdominales interactúan con el suelo pélvico en cada inspiración ayudando a equilibrar el tono de base!

La relación entre los compartimentos torácico y abdominal va más allá de un mero juego de presiones. Estos dos espacios corporales están sometidos a respiración, presión por acción de la musculatura abdominal y, como no, la Indomable gravedad.

En la base de todo este “tinglao” se encuentra el suelo pélvico que no solo se debilita, sino que tanta presión, tanto estrés en posición de estiramiento, tanto impacto y rebote, tanta postura carente de principios ergonómicos acaba por convertirse en tension…

Nuestro suelo pélvico puede encontrarse débil pero tenso. Paradójico pero cierto, y donde hay un exceso de tensión hay una falta o carencia de función, como ocurre cuando hay debilidad.

El primer paso si queremos entrenar los músculos de nuestro más íntimo y personal, esos que forman nuestro suelo pélvico y periné, debemos empezar por relajar las posibles tensiones De los músculos que lo forman y liberarlos antes de empezar a solicitar un trabajo, más aún si queremos que sea un trabajo de calidad.

¡Respiración y abdominales interactúan con el suelo pélvico en cada inspiración ayudando a equilibrar el tono de base!.

Por eso antes de realizar la rutina de ejercicios que te haya recomendado tu especialista, dedicar algo de tiempo a realizar unas respiraciones diafragmáticas abdominales en decúbito supino (tumbados boca arriba) dejando que el vientre salga y entre a la vez que realizas una leve anteversión como si quisieras alejar el cóccix del pubis.

Este trabajo es muy importante para lograr una mejor calidad de contracción.

Os deseo un buen fin de semana.

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