La disposición de los planos fasciales y la lasaña



La disposición de los planos fasciales expone una organización muy parecida a la de una lasaña, en la que planos finos, densos y fibrosos se alternan con planos más gruesos y laxos que se adaptan y dan respuesta a las demandas funcionales de la región en la que se localizan.

¿Qué quiere decir esto?, pero más importante aún ¿tiene esto alguna aplicación?

Esta disposición que se repite alternando densidades y grosores permite el deslizamiento de unos planos sobre otros, y por lo tanto el correcto movimiento y funcionamiento de las estructuras y órganos, bien sean musculares o viscerales (puntualicemos que el músculo es la víscera del aparato locomotor).

Sobre las aplicaciones, esto nos ayuda a entender que las densidades de los materiales es importante para que nuestro trabajo sea efectivo y respeta la realidad anatómica.

Pero no acaba ahí. Cada una de esos planos fasciales será sensible a un estímulo diferente. Es decir, sintonizará y responderá a una frecuencia diferente, en función de su composición profundidad, etc…

Porque el lenguaje que entiende nuestra fascia es como el lenguaje de la ballenas o de los delfines…

Y nosotros estamos aprendiendo a descifrarlo e interpretarlo.

Un abrazo y que aproveche 

Hasta la próxima entrega 

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