Un paseo por la musculatura infrahioidea y la glándula tiroides para acabar viendo la pleura apical

Empecé mi tarea temprano, solo en la mesa porque ayer me salté el café para invertir ese tiempo en repasar lo que habíamos dejado a medio camino el sábado por la tarde.

 

Después de despejar cuidadosamente el plexo braquial del brazo izquierdo de su envoltorio fascial aparecieron los fascículos claramente organizados a la vez que se entrelazaban con la arteria y la vena axilar. Un poco más arriba, como a modo de encrucijada seis divisiones formaban una especie de trenza que al seguirla me llevó hasta los troncos, que se exponían sin miedo diciendo claramente si eran el superior, el medio o el inferior. Hasta aquí podía llegar. Aunque todavía quedaba mucho trabajo para llegar hasta las raíces de los ramos anteriores, podía ver como se dibujaban desde los nervios espinales C5, C6, C7, C8 y T1.

Brachial_plexus

Plexo braquial. Fuente: Wikipedia

En cuanto llegaron mis compañeros de mesa le dejé el sitio de nuevo a Patricia que continuara con su proyecto del “brazo visceral” y me situé en el cuello de William para emprender la busca de las raices de los nervios espinales que nacían en los ramos anteriores de C5 a T1.

 

Tenía dos opciones, la fácil y rápida que supondría destrucción y poca delicadeza o la menos directa pero constructiva. Adelante Ibai, hoy no hay quien te pare, pensé para mis adentros mientras me pertrechaba con 4 escalpelos para la fina tarea que iba a realizar.

 

Tenía dos opciones, la fácil y rápida que supondría destrucción y poca delicadeza o la menos directa pero constructiva. Adelante Ibai, hoy no hay quien te pare, pensé para mis adentros mientras me pertrechaba con 4 escalpelos para la fina tarea que iba a realizar.

 

El abordaje iba a ser a través de la musculatura infrahioidea con el objetivo de moverme por los diferentes planos de la fascia cervical.

 

Primero fue la capa superficial de la fascia profunda del cuello con los esternocleidomastoideos (ECOM) hasta el trapecio por el triángulo posterior del cuello para abordar después otra capa (media) más profunda de esa fascia profunda, la fascia pre-traqueal en la que se encontraban embebidos los músculos infrahioideos.

 

Disfruté siguiendo el recorrido del omohioideo entre el hueso hioides y la clavícula, me sorprendí con el fino y ancho esternoihoideo, dejando que el entramado deshidradatado de fibras de colágeno que encontraba a mi paso encargado de hacer posible el deslizamiento y la convivencia de las partes, me guiara hasta el tirohioideo, respetando su toma de contacto con el cartílago tiroides donde le seguía el esternotiroideo, quizás, mejor llamarlo “esternoclavículotiroideo” por su fuerte anclaje a lo que quedaba de la cápsula articular allí donde esternón y clavícula se llevan a cabo su encapsulado baile sinovial.

Músculos del cuello. Fuente: www.emaze.com

Músculos del cuello. Fuente: www.emaze.com

 

 

Dejando que el entramado deshidradatado de fibras de colágeno que encontraba a mi paso encargado de hacer posible el deslizamiento y la convivencia de las partes me guiara

 

El esternotiroideo, quizás, mejor llamarlo “esternoclavículotiroideo” por su fuerte anclaje a lo que quedaba de la cápsula articular allí donde esternón y clavícula se llevan a cabo su encapsulado baile sinovial.

 

Al retirar el “esternoclavículotiroideo” entre todas las texturas y mezcla de colores del tejido conectivo del triángulo anterior del cuello dos pequeñas “puntas de flecha” llamaron mi atención. No podía ser, tenía ante mi el Timo. Eran como unas pequeñas orejas que escuchaban lo que pasaba en el exterior. Ya teníamos los brazos viscerales y unas orejas para el corazón. En el día de las vísceras, cuando nos íbamos a adentrar en este espacio tan especial, William nos sorprendía aún más. Gracias man!!

 

Por último apareció el pequeño cricotiroideo que posteriormente se fundía con el constrictor inferior que progresivamente abrazaría al esófago y que estaba envuelto por la capa pre-traqueal (profunda) de la fascia profunda del cuello.

 

Espera Ibai, ten cuidado, no te aceleres que por aquí está la pleura, concretamente la porción que cubre el vértice superior del pulmón (ápex pulmonar)…, seguí con cuidado usando los vasos y nervios como referencia hasta llegar a los músculos escalenos. Impresionante la firmeza de su conexión a la primera y segunda costilla fundiéndose con el periostio.

 

Pleura Apical

 

William nos está llevando por caminos que nunca había recorrido, pero debo reconocer que muchos de los proyectos no serían posibles sin las personas con quienes comparto mesa, un grupo fantástico. Por ejemplo, mientras yo trabajaba en la región infrahioidea, Ana había conseguido algo realmente complejo, pero con determinación y mucho mimo y cariño, nos podía mostrar una ventana costal a la pleura parietal. Las relaciones tan estrechas que hay a este nivel nos hacen pensar que este film que teníamos ante nosotros es inseparable de la fascia endotorácica, que ambas (pleura y fascia) forman una entidad, y es que en realidad, las pleuras son fascias viscerales. Enhorabuena Ana.

 

Con ayuda de un ambu pudimos sentir los movimientos entre pleura parietal y viseceral. Fue como si todo se parara al ver la “respiración” in situ.

 

Por la tarde un proyecto que había empezado 48h antes y había implicado a tres personas se hizo realidad al haber liberado el plexo braquial de ambos lados durante la mañana. Teníamos ante nosotros el envoltorio apendicular de la extremidad superior. Después de diferenciar trapecio, gran dorsal, romboides (escápula incluida), serrato anterior y oblicuo mayor siguiendo un mismo plano fascial y respetando las conexiones fasciales entre cada uno de los elementos que conectan la extremidad superior con con el tronco, pudimos ser más conscientes de la importante relación que existe entre fascia axial y fascia apendicular. Por el momento lo teníamos que dejar, era hora de recoger, ordenar y limpiar el laboratorio. Mañana más.

 

Nuestro día terminó en la playa otra vez, hacía sol y nos atrevimos a entrar en el agua. Un cambio de estado que vino genial.

somanauts at the beach St Andrews

Nos vemos mañana con la fascia axial y todo lo que nos quiera desvelar 😉

El triángulo de Scarpa y el plexo braquial: una ventana fascial a nuestra esencia visceral.

Nuestro viaje a través de la fascia profunda o deep fascia en el sexto día de laboratorio nos llevaba al mundo de los músculos.

 

Empezamos como cada día en nuestro círculo de la mañana donde Gil nos transmitió una idea para mantener el buen nivel de trabajo que llevábamos hasta entonces. De nuevo, paciencia, prisa cero y atención a cada detalle en este territorio en el que a veces es difícil no dejarse llevar por el principio de origen – inserción que hemos tenido que aprender de los atlas de anatomía. La idea era clara, seguir con nuestra línea de respetar y mantener la continuidad para entonces observar, palpar, interpretar, reflexionar y solo entonces diferenciar para avanzar si es necesario.

 

Sus palabras me hicieron pensar en cómo mis padres (San Luis y Santa Elisa) me enseñaron de pequeño a no destrozar el papel de los regalos. Evitar que las ansias hicieran que rompiera algo para conseguir lo que estaba escondido. Estas fueron las primeras lecciones de autocontrol, sembrando la capacidad de observación de los detalles, porque desde el lazo, al color y dibujo del papel, todo era parte del regalo, y ahora, 35 años después soy consciente de ello, o por lo menos soy capaz de darme cuenta. Gracias…

 

Una vez en las mesas dejé que Oliver y Ana continuaran desvelando los secretos de la musculatura abdominal anterolateral a través de sus fascias y aponeurosis lanzando miradas fugaces cada vez que oía un OMG (Oh my Good!) y así no perder detalle desde la región del muslo derecho donde centré mi atención gran parte de la mañana.

 

Usando mis manos y la punta de unas tijeras fui creando espacios entre las diferentes “bolsas” fasciales que envolvían el tejido muscular. Este tejido represente entre un 40-50% del peso de nuestro cuerpo, y entre mis manos, aunque a simple vista no lo podía ver, sabía que se trataba de músculo estriado.

 

Por primera vez en mis disecciones olvidé el reloj para estudiar más en profundidad esta “capa”. Dediqué entonces tiempo a la percepción macroscópica de este tejido pensando en compararlo después con el músculo liso cuando nos adentráramos en el mágico mundo visceral. ¿Sería capaz de percibir algo o iba a ser como la primera vez que pruebas un buen vino en la que los sentidos no son capaces de filtrar y clasificar la información y lo único que sabes decir es: “no se si es bueno, pero está rico”?. No importa, estoy abierto a todo, sin prisas, quiero sentir para poder transmitir. Filosofía slow.

 

En este “viaje miofascial” reafirmé cómo la disposición de los planos fasciales exponía una organización en la que planos finos, densos y fibrosos se alternaban con planos más gruesos y laxos adaptándose y dando respuesta a las demandas funcionales de la región en la que se localizan.

 

Esta disposición, que se repetía a todos los niveles alternando densidades y grosores, es la que permite el deslizamiento de unos planos sobre otros y, por lo tanto, el correcto movimiento y funcionamiento de las estructuras y órganos, bien sean musculares o viscerales, siendo cada un de esos planos fasciales sensible a un estímulo diferente. Es decir, sintonizará y responderá a una frecuencia diferente, en función de su composición, profundidad, etc…

 

Pedí a Ray que me dejara deslizarme por las estructuras de la pierna izquierda. Había diferencia con la derecha (recordad la prótesis de la cadera derecha y el diferente entramado de fibras en la cintila iliotibial), cuando intentaba avanzar, encontraba una resistencia diferente entre ambas. Todavía no encuentro palabras para expresarlo, puede que aún lo esté procesando en mi cabeza, pero el hecho de que tanto el desuso como el sobrepuso afectan al tejido conectivo, se hacía aquí evidente, estaba presente en las extremidades inferiores de William, caos fibrilar organizado vs caos fibrilar desorganizado, alteraciones del movimiento, adaptaciones, cambio, panta rhei.

 

Siguiendo las rutas de la  miofasica en William, los senderos de su fascia profunda me llevaron al triángulo femoral o de Scarpa, un espacio de forma triangular que se localiza en la parte superior e interna del muslo donde el tejido conectivo areolar, los vasos, nervios y ganglios linfáticos son los grandes protagonistas (Contiene a la arteria, la vena y el nervio femoral, además de vasos linfáticos).

 

Su base la forma superiormente el ligamento inguinal, el lado lateral lo forma el borde medial del músculo sartorio, el lado medial lo forma el borde lateral del músculo aductor largo y su vértice está orientado hacia abajo.

 

Triángulo de Scarpa

Triángulo de Scarpa

 

Me veo en la obligación de decir que la definición que acabo de dar es pobre y que desmerece por completo las virtudes del famoso “triángulo torero”.

 

El triángulo de Scarpa es una ventana a nuestra esencia visceral, con nervios, arterias, venas y vasos linfáticos que, arropados por la fascia axial y tejido conectivo (areolar) extraperitoneal se prolongan hasta nuestra anatomía más distal. Os hablo de nuestra extremidad inferior visceral que refuerza, estabiliza, nutre, drena e informa 24h al día, 365 días al año, estemos parados o en movimiento. Tres sistemas interactuando juntos, trabajando en sinergia, conectando nuestro yo más profundo con el yo periférico, nuestro yo visceral con el yo locomotor.

 

Mientras tanto, en otro lugar de la anatomía de William, Patricia y Ana trabajaban estudiando las conexiones fasciales en la fascia apendicular. Sus esfuerzos nos permitieron tomar conciencia como grupo del importante papel que juega el plexo braquial en el movimiento y estabilización de la articulación escapulo-humeral y su relación con el cuello.

 

Plexo braquial

Plexo braquial

 

Teníamos ante nosotros el tracto vascular y nervioso que se continuaba con lo que Marcel Bienfait llama la fascia cérvico-torácico-abdomino-pelviana. Se trataba del sistema suspensorio del suelo pélvico, o mejor dicho, del diafragma pélvico (y del diafragma respiratorio), entendiendo cómo tanto la posición de nuestros hombros, como la tensión de la mandíbula y los patrones respiratorios son factores estrechamente relacionados. La anatomía de William no podía ser más explícita, ahora nuestra tarea era sacar partido de lo que nos mostraba.

 

De nuevo una nos enfrentábamos a un divide et impera si queríamos estudiar ese sistema suspensorio del suelo pélvico y dibujar los brazos viscerales de William. Liberando la clavícula del esternón Patricia y Ana pudieron abordar este trabajo de chinos, teniendo que para a las cinco para nuestro té.

 

Por la noche, celebramos la 2015 Somanaut Community Dinner con el clásico Ceilidh Dance en Forgan’s.

 

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Mañana seguiremos nuestra aventura fascial, culminando algunos proyectos e iniciando nuevos, como siempre a la hora del té 😉

 

Os espero

Navegar por la fascia profunda del Gluteus Maximus y la Fascia Lata analizando los efectos de la cicatriz. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Motivado por el trabajo de Stecco et al (2013) sobre el glúteo máximo (GMax) a partir del que concluyeron que la cintilla iliotibial es un refuerzo de la fascia lata que no puede ser separada de ella, continuándose hacia el interior con el septo intermuscular lateral que separa el cuadriceps de los isquitibiales y añadiendo además que el GMax presenta una importante inserción en la fascia lata, tan amplia que la cintilla iliotibial podría considerarse un tendón de inserción del GMax, decidíir en busca de estas afirmaciones y ver hasta que punto la cicatriz de la operación para la prótesis de cadera de William modificaba o afectaba a esta organizaciónn descrita por los italianos.

 

El abordaje de este proyecto desde desde una perspectiva integral de la fascia me llevó a buscar un principio alejado del GMax, distal, así que la primera tarea fue diferenciar la fascia crural.

 

Mientras mi escalpelo viajaba entre la la fascia crural y la aponeurosis del gastrocnemio, creando volumen, rompiendo conexiones, dando perspectiva bidimensional desde el momento que la separación convertía la unidad en partes, de vez en cuando un despiste, el más ligero cambio en la orientación de la hoja del escalpelo creaba una ventana al epimisio del músculo. Creedme que cuando esto ocurre, me duele en el alma, porque lo último que queremos es romper la contuniuidad. Tampoco queremos crear nada, aunque en cierto modo, cada vez que iniciamos un proyecto, es como si esculpiéramos e inmortalizáramos la historia anatómica que nos cuenta William.

 

Al llegar a los rectináculos de la rodilla, a pesar de ser cuidadoso, tan solo conseguí un pequeño cordón plano, tan frágil que una maniobra algo brusca para liberar más tarde el GMax del sacro, hizo que destruyera la conexión. Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!.

 

A medio camino, en la región del muslo, continue hacia el interior siguiendo el septo intermuscular lateral que separaba el cuadriceps de los isquitibiales. Aquí solté el bisturí. En esta región hay muchas estructuras que puedo dañar, así que tomé unas tijeras con punta. Estas serían suficientes para poder desvelar la suspensión del nervio ciático en medio de un abrigo de tejido conectivo areolar y adipocitos.

 

Netter lower limb anatomy

 

Mientras mis manos lo palpaban, cerré los ojos. Podía imaginar cómo el nervio ciático y sus ramas de suspensión (las ramas laterales las formaban los vasos sanguíneos y ramificaciones nerviosas a modo de “ligamentos”) comparten espacio durante el movimiento y la contracción muscular. El tejido nervioso y sus envolturas fasciales están expuestas al movimiento, a la tensión, a la compresión. Acababa de romper las relaciones entre miofascia y neurofascia para dar forma a una bella triangulación de vasos y nervios para mantener el equilibrio y la sinergia de los sistemas. Qué suerte poder estar aquí para ver, sentir y volver a vivir esta experiencia.

 

Acababa de romper las relaciones entre miofascia y neurofascia para dar forma a una bella triangulación de vasos y nervios para mantener el equilibrio y la sinergia de los sistemas. Qué suerte poder estar aquí para ver, sentir y volver a vivir esta experiencia

 

La idea al llegar al GMax era intentar seguir por la lámina superficial de la fascia toracolumbar (FTL). Esta tarea fue imposible y tuvimos que tomar una decisión napoleónica, dividir para poder avanzar… . Esto nos dio una perfecta orientación para analizar el estado y consecuencias de la cicatriz de la operación prótesis de cadera de William.

 

Los secretos más guardados y jamás revelados sobre la cicatriz en la cadera de William:

Al llegar al tensor fascia latae, deslizando mis manos entre las diferentes láminas de fascia profunda de su muslo (fascia lata) fui encontrando lo que podríamos llamar “los dedos del corazón” que acariciaban los míos según iba avanzando entre el GMax y el gluteus medius.

 

El nervio y la arteria glútea superior junto con el pudendo fueron acariciando las puntas de mis dedos. Podía imaginar (después de un haber revisado a fondo un par de atlas de anatomía para tener el mapa en mi cabeza) como salían de la pelvis por la escotadura ciática mayor, por encima del piriforme para venir al encuentro de mis dedos y viajar hasta los músculos glúteo medio, glúteo menor y tensor de la fascia lata. O cómo la arteria y el nervio glúteo inferior salían también por la escotadura ciática mayor pero por debajo del músculo piriforme, próximos al nervio ciático y al nervio cutáneo posterior del muslo para legar hasta el músculo glúteo mayor.

 

Gluteal region anatomy detail

 

El majestuoso nervio ciático, inconfundible por su tamaño era como un badén en medio de todo aquel entramado fibroso perfectamente desorganizado que mi mano exploraba. Podría pasar horas navegando por estas aguas empapándome se sensaciones.

 

La maniobra fue la misma en el lado derecho, pero en medio de todo esto había algo distinto. Esto no es como en la izquierda…, “can you feel that?” (¿puedes sentir eso?) – dijo Patricia girando rápidamente su cabeza al tiempo que ponía cara de sorpresa acompañado de un “But what the h..l, it’s the scar tissue that goes into the hip capsule” (pero ¡qué demonios! es el tejido cicatrizado que llega hasta la cápsula articular”). En ese momento recordé la cirugía de cadera a la que gracias a la Dra. Galadí pude asistir el año pasado en Granada con Sergio Ballesteros. Repasé mentalmente los pasos. Gracias a ella tenía el antes, y ahora con William el después para poder trazar un camino entre ambos a partir de lo que los tejidos nos iban a contar.

 

Por ejemplo, la cara interna de la cintilla iliotibial (ITT) del lado derecho mostraba un patrón de organización de las fibras cruzado, pero con un espaciado mayor entre las horizontales, mientras que el lado izquierdo presentaba un entramado denso, espeso, mucho más compacto y de mayor firmeza, seguramente fruto de que nuestro amigo y farero escocés cargaba todo su peso en la pierna izquierda desde que le pusieron la prótesis. Solo unos años, pero suficiente para crear adaptaciones que su tejido fascial intentaba compensar a cada paso, en cada respiración y con cada movimiento.

 

GMax + ITT + Crural Fascia. Dibujo Ibai López

GMax + ITT + Crural Fascia. Dibujo Ibai López

 

No se cómo pero recordé que teníamos una balanza de resorte con la que habíamos pesado la fascia superficial de William, así que corrí a por ella e introdujimos en una bolsa con ayuda dela Dra. Albina Tamalonis de New York, las dos estructuras que acabábamos de diferenciar. ¡¡El conjunto de GMax + ITT + Crural Fascia de ambos lados pesaba 5 pounds (2,5kg)!!

 

Cinco kilos encargados de la estabilidad y el movimiento de William continuándose hacia los pies y llegando con el dorsal hasta la cintura escapular para hacer posible ese rasgo que nos da independencia, autonomía y libertad: la marcha humana.

 

Terminé el día en la West Sands Bech procesando toda la información que había recibido mojando mis pies en el “fresco” mar del norte y anotando unas ideas que asaltaron mi cabeza mientras atravesábamos el campo de golf para llegar hasta la arena. Fiona y Ana fueron más allá y en vez de mojarse los pies se dieron un chapuzón en el mar del Norte (que estaría a unos 12º según Fiona).

Writing at the  West Sand Beach

Mañana como es domingo hacemos pausa en el laboratorio, así que volveremos con nuevas aventuras anatómicas el lunes a la hora del te.

Un abrazo escocés 😉

 

Bibliografía

Stecco A, Gilliar W, Hill R, Fullerton B, Stecco C. (2013) The anatomical and functional relation between gluteus maximus and fascia lata. J Bodyw Mov Ther 17(4):512-7.

Viajar por la fascia profunda y estudiar la anatomía fascial del pene. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Ayer llegamos al día cuatro de nuestro viaje. y a diferencia de otros años, saber que aún nos quedan 6 días en el laboratorio nos hace estar mas relajados, tomando tiempo para echar un vistazo y hablar con las personas de otros grupos, de sus sensaciones trabajando en cada uno de los planos.

 

Puede que os estéis preguntando qué pasó con el proyecto de la fascia superficial, si por fin conseguimos ese traje de fascia superficial junto al traje epidérmico de William… Pues si, ¡prueba superada!.

 

Ayer tuvimos la gran oportunidad de ver tres mesas juntas que nos mostraban un la forma de William en tres dimensiones. Habíamos creado una visión de los órganos que forman el sistema de comunicación más primario que podamos imaginar. Entre la piel y la fascia profunda teníamos una mesa con  el órgano de la forma, de los sentimientos, de las emociones. Es a través de esta “capa” que conectamos con los otros, no solo a través del tacto, sino con el magnetismo, las frecuencias y el instinto. Recuerda, el sistema de comunicación más antiguo en el que interactúan otros sistemas como el vascular y el nervioso, la matriz viva

 

Estoy orgulloso de mis compañeros y tan profundamente agradecido a William por darnos esta oportunidad de poder ver, sentir y aprender a través de la clase magistral de anatomía que nos está dando. Ojalá pudiera haberte conocido William, mirarte a los ojos, escuchar tu voz narrando la historia que aquí leemos en un papel. Soy consciente de que no puede ser, nuestras historias se cruzan en un lugar donde seré yo quien haga valer cada letra de esa historial, quien rendirá tributo haciendo que cada detalle de lo que me cuentes se inmortalice en mis sentidos y entonces compartirlo desde el corazón con el mundo en señal de respeto.

 

Ojalá pudiera haberte conocido William, mirarte a los ojos, escuchar tu voz narrando la historia que aquí leemos en un papel (…) nuestras historias se cruzan en un lugar donde seré yo quien haga valer cada letra de esa historial, quien rendirá tributo haciendo que cada detalle de lo que me cuentes se inmortalice en mis sentidos y entonces compartirlo desde el corazón con el mundo en señal de respeto

 

En ese momento, mientras observábamos nuestro trabajo alguien en nuestro grupo empezó a llorar. Como en un organismo, no hicimos preguntas, tan solo nos acercamos, nos hicimos uno expresando sin palabras un “you will never walk alone” como diría mi amigo Rafa Oliva (un abrazo desde aquí amigo). Ya son cuatro días viajando juntos, riendo juntos, viviendo juntos y disfrutando de la anatomía juntos. Esto tan solo es una maniobra de búsqueda de la homeostasis a través del contacto, usando la comunicación a través de los niveles que William nos acababa de mostrar.

 

Esa misma mañana,también tuvimos un momento de risas, hasta el punto de tener que poner atención en el control de nuestros esfínteres. El caso es que mientras que despejábamos la fascia profunda de  los pequeños restos de fascia superficial que habían quedado adheridos en el proceso de separación,  llegó el momento de “despejar” la zona del pene. Nadie se decidía, así que Oliver y yo nos pusimos manos a la obra, cada uno con un testículo y podéis imaginar que el tema de conversación pasó a ser automáticamente sexo, anatomía y rock & roll. El concepto de “despejar” pasó a ser liberar, y como nuestro amigo se llama William, acabamos riendo juntos con el título de una película en la cabeza: “Liberad a Willy”.

 

Liberando o despejando (esto ya lo dejo al gusto del lector) descubrimos primero uno de los dos ligamentos que se insertan en la fascia profunda del pene: el ligamiento fundiforme y sus conexiones de continuidad con la linea alba y la fascia de Scarpa en la región infraumbilical. Nos llamó mucho la atención la linea alba de William, tanta separación… Será interesante su estudio y análisis.  A continuación encontramos el ligamento suspensorio del pene que se interpuso en nuestro camino en un nivel más profundo, continuándose con la sínfisis del pubis (algo que todavía estaba algo escondido para nosotros).

 

Anatomía del pene y sus fascias. Fuente: Encyclopedia Britannica Inc (2008)

 

Oliver me dijo: “fíjate gran entramado de nervios y vasos que acompañan y envuelven a cada uno de los testículos”. Es cierto, junto con la fascia de dartos y el cremaster (que seguiremos hasta el transverso si es posible) se crea un entramado biotenségrico perfecto para la suspensión y adaptación al movimiento.

The scrotum, muscle layer and contents. By OpenStax College [CC BY 3.0], via Wikimedia Commons

Fruto de un pequeño corte con el bisturí en alguna parte (de lo que no fuimos conscientes) o puede que el karma en el laboratorio, quiso ponernos en nuestro sitio por la broma de Willy con un  un squirt que nos dejo a todos boquiabiertos hasta que nos dimos cuenta de qué era y volvimos a reir.

 

Por la tarde dedicamos mucho tiempo a descubrir estudiar la fascia toracolumbar en busca de conexiones, pero el esta vez no pudo ser y hay que respetar lo que William nos quiera enseñar, otra vez será. Lo importante aquí es que  no es tiempo perdido, sino tiempo invertido en reconocer que es fascia profunda y qué no lo es, en ser consciente de que no hay un principio y un fin en el tejido fascial. Nosotros lo creamos a partir de los conocimientos que ya tenemos, y muchas veces lo que queremos ver. Por eso es importante parar, reflexionar y cuestionarse lo que se está haciendo y el camino a seguir.

 

A cambio William  nos regaló una clara imagen de la continuidad entre la fascia del obturador interno y la lámina profunda de la fascia profunda del glúteo mayor. Esto dejó una pregunta en el aire: ¿qué ocurre en el el suelo pélvico cuando un tenemos un glúteo hipertónico?, pero esto es algo que muchas personas prefieren no ver. Este es un tema que daría para hablar horas, así que de momento dejémoslo estar y recordemos su continuidad con la pelvis profunda.

(…) la continuidad entre la fascia del obturador interno y la lámina profunda de la fascia profunda del glúteo mayor (…) ¿qué ocurre (entonces) en el el suelo pélvico cuando un tenemos un glúteo hipertónico?, pero esto es algo que muchas personas prefieren no ver.

No se puede pedir más a un día en el laboratorio. Después, despejando cuerpo y mente acompañados por el sol que iluminó unas horas las calles de St Andrews, disfrutamos de una interesante discusión sobre la importancia y diferencias de presión entre los diferentes métodos de trabajo. Estábamos de acuerdo en el concepto de con menos se puede lograr mucho más, pero para ello es necesario que quien aplique la liberación fascial o autoliberación miofascial, sea capaz de entablar un diálogo con su propio cuerpo, escuchar lo que le quiere decir para poder aportar lo que este necesita y solo entonces aparecerán los buenos resultados, porque esto de las fascias, ni es magia, ni tampoco es cuestión de fe, tan solo es necesario aprender a escuchar el cuerpo

Es necesario que quien aplique la liberación fascial o autoliberación miofascial, sea capaz de entablar un diálogo con su propio cuerpo, escuchar lo que le quiere decir para poder aportar lo que este necesita y solo entonces aparecerán los buenos resultados, porque esto de las fascias, ni es magia, ni tampoco es cuestión de fe, tan solo es necesario aprender a escuchar el cuerpo…

Descubriendo los secretos de St Andrews

Disfrutad de esta tarde de viernes que mis fascias os esperan mañana con nuevas historias y una taza de té 😉

 

 

Llegar a la fascia profunda a través de la fascia superficial y ver las huellas de la vida en el cuerpo. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Nuestra tercera jornada en el laboratorio empezó como otros días, dedicando una hora a compartir las sensaciones, emociones y reflexiones del día anterior. Algo insignificante pero que con la fatiga de los días se volverá en algo necesario, una válvula de escape, como los paseos por la playa para sentir la arena en los pies o quedarse en silencio observando la belleza de las hojas de un árbol moviéndose al son del viento.

 

Nuestros compañeros de Israel quisieron regalarnos un momento de “state change” conectando un reproductor de música a los altavoces del laboratorio y hacer sonar Happy de Pharrell Williams antes de volver a las mesas para continuar con nuestros proyectos.

 

It might seem crazy what I’m about to say

Sunshine she’s here, you can take a break

I’m a hot air balloon that could go to space

With the air, like I don’t care baby by the way

Because I’m happy…

 

Fue genial, todos movilizando nuestras fascias con las batas puestas, dando palmadas, deslizando fascia superficial sobre profunda… más divertido imposible. Gilad y Yosefa consiguieron elevar el nivel de motivación del grupo y hacernos sentir más Happy y con ganas de superarnos.

 

Una vez reorganizado en las mesas, con la sonrisa todavía en los labios, continuamos con el nuevo proyecto que iniciamos la tarde del día anterior. Nos organizarmos para seguir respetando y manteniendo la continuidad en el panículo adiposo de William, la realidad de ese traje de emociones, la historia de una vida escrita en su tejido conectivo areolar, la capa fascial más externa, por la que viajan vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios, comunicándose con el exterior y registrando toda la información del entorno que nos rodea, una matriz viva, con memoria y que además es órgano endocrino…

 

Cada mesa sigue un método de disección diferente porque cuando trabajamos de forma integral, como es la Anatomía Integral de Gil Hedley, será la forma que esta en la mesa la que marcará las pautas de trabajo, las líneas a seguir, el orden de los pasos, y solo la destreza y el saber interpretar el lenguaje de los tejidos hará posible la consecución de los objetivos.

 

Cuando trabajamos de forma integral, como es la Anatomía Integral de Gil Hedley, será la forma que esta en la mesa la que marcará las pautas de trabajo, las líneas a seguir, el orden de los pasos, y solo la destreza y el saber interpretar el lenguaje de los tejidos hará posible la consecución de los objetivos

 

Puede que a pesar de “escuchar y leer” el lenguaje las prisas aceleren los movimientos de manos y escalpelos. Si es así, en la mayoría de los casos destruiremos la continuidad, y es que la conexión en muchos puntos es sutil, efímera, imperceptible a los ojos no entrenados. Es por eso que vuelvo al laboratorio año tras año, y cada vez aprendo algo nuevo, soy consciente de lo que mis ojos no habían podido ver una y otra vez cuando algo llama mi atención. En ese caso, ser capaz de parar, no pasar de largo, dejar por un momento todo y observar, pensar y decidir por donde seguir el viaje es algo elemental. Keep Calm and Dissect.

 

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En nuestra mesa, la número 9 con William como capitán del barco, el hecho de diferenciar la fascia superficial de la profunda intentando mantener este órgano lo más intacto posible hizo que nos percatáramos en la diferencia que había entre el lado derecho y el izquierdo.

 

“¿Por qué tanta diferencia?” – nos preguntamos.

 

“¡La prótesis en la cadera!” – Dijo Ana

 

“Fijaros en cómo toda la estructura esta desplazada hacia el lado izquierdo” – Dijo Patricia.

 

“Claro, el resultado de años cargando todo su peso hacia el lado izquierdo” – Dijo Ray al tiempo que yo representaba la posición con mi cuerpo.

 

Pero esta adaptación la vimos en el momento que retiramos la fascia superficial. Antes, el traje de tejido conectivo areolar de William, nos mostraba algo diferente, normalidad absoluta gracias a, como pude observar este mismo año en el laboratorio de Dundee , “la presencia de todo un entramado de pequeños vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas así como vasos linfáticos en la fascia superficialis (tela subcutánea) que ayudan a la dermis, descrita clásicamente como un lecho denso de tejido conjuntivo vascular con arquitectura tridimensional en la que fibras elásticas y de colágeno de los retináculi cutis junto con los elementos vasculares, linfáticos y nerviosos, interactúan para ayudar mantener la forma de nuestro órgano más extenso a la vez que relacionan, equilibran y reflejan tensiones internas y externas. Una barrera mecánica permeable que aporta adaptabilidad externa a una realidad dinámica interna global y cambiante.”

 

Llamativo y curioso fue ver cómo el lado izquierdo, marcado por el tejido cicatrizado era más firme, más denso, más resistente a la vez que mostraba las clásicas adherencias y densificaciones ínter e intrafasciales mientras que el lado izquierdo era más fino pero reforzado por una capa más gruesa y compacta de tejido adiposo y fibras de colágeno, la llamaré la fascia periglútea ya que me recordaba totalmente a la fascia perirrenal.

 

Pero durante la tarde algo llamó mi atención el la mesa de Angelica. Su grupo había llegado a la zona pectoral y habían expuesto una de las prótesis. ¿Cómo describirlo?, había tanta información que recoger en aquel momento que opté por hacer un dibujo que señalara los detalles, como la reseña de una vía de escalada.

 

Hasta la fecha había podido ver dos marcapasos y un reservorio. Todos coincidían en algo, el cuerpo los había encapsulado, concretamente, una lámina de fascia profunda los envolvía, como queriendo sujetarlos al plano subyacente.

 

En este caso, la prótesis del pecho de Angelica presentaba un doble encapsulamiento. Creemos que por el peso y volumen del implante, encontramos una lámina de tejido conectivo que presentaba una organización de las fibras que lo componían totalmente diferente a la que encontramos en otras áreas de la fascia profunda. Una especie de sostén natural, sin tirantes, perfecto para un escote palabra de honor. Una vez más la naturaleza y el cuerpo humano nos daba una lección en lo que adaptación al cambio se refiere. Pero curiosamente, a raíz de esto, debemos reflexionar sobre el hecho de que el ser humano es la única especie que se aplica cambios al gusto del consumidor, que se retoca, forzando adaptaciones en el organismo para las que quizás nuestra estructura no esté preparada con el consecuente dolor local o referido. ¿Hasta qué punto para estar bella hay que ver las estrellas?…

 

Disección del implante de mamas. Dibujo: Ibai lopez

Disección del implante de mamas. Dibujo: Ibai lopez

 

(…) debemos reflexionar sobre el hecho de que el ser humano es la única especie que se aplica cambios al gusto del consumidor, que se retoca, forzando adaptaciones en el organismo para las que quizás nuestra estructura no esté preparada con el consecuente dolor local o referido. ¿Hasta qué punto para estar bella hay que ver las estrellas?…

 

Ese envoltorio extra, no era otra cosa que tejido cicatrizado, un refuerzo para el nuevo volumen, sí, pero no deja de ser tejido de una cicatriz y una adaptación funcional, un engrosamiento que afectará a la postura, respiración, oxigenación de los tejidos y al movimiento tanto local como global. Que movida esto de “recauchutar” los pechos.

 

Hablando de la respiración, de la musculatura de intercostal y de la fascia que rodea estos músculos, nuestros ojos captaron otro matiz, se trataba de la “huella” de la prótesis sobre la fascia axial en la región costal. Puede que sea fruto del proceso de embalsamamiento o puede que no, pero el hecho es que los tejidos no habían dejado pasar por alto esto, creando una superficie rugosa, donde la organización de las fibras de colgaron de la fascia profunda, tampoco era como all donde no había prótesis. ¿Una adaptación fruto de alteración mecánica tal vez?, no podemos afirmar ni negar nada, solo hemos visto esto una vez y esto solo es suficiente para hacernos pensar, meditar al respecto y esperar a tener otra oportunidad.

 

Cuando volvimos a nuestra mesa, dedicamos el resto de la tarde al proyecto en la fascia superficial de William. Dimos el máximo con nuestras inexpertas manos, pero aunque la región dorsal no fue trabajo fácil, dejamos la tarea casi resuelta para la mañana. ¿Conseguiremos ese traje de fascia superficial junto al traje epidérmico de William?. Paciencia, y como decía antes, keep calm and dissect.

 

Para terminar el día Kelly, Lori, Oliver, Marcin, Marty y un servidor, en vez del clásico  Fish & Chips, hicimos un Chips, Cheese & Beer en el muelle de St Andrews, esquivando gaviotas y disfrutando del momento.

Cheese, chips & beer port St Andrews 1 Cheese, chips & beer port St Andrews 3 Cheese, chips & beer port St Andrews 2

Os espero mañana con más fascia en otra entrega a la hora del té 😉 .

Descubriendo las relaciones profundas entre piel y fascia superficial. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

La fascia superficial (subcutánea) se localiza justo bajo la dermis de la piel, y nuestro trabajo desde el día 1 se centró en crear dos partes diferenciadas, o dicho de otro modo, en diferenciar estas dos estructuras que están interconectadas (aunque los libros de anatomía se empeñen en describirlas como “fijadas”) y que funcionan como una unidad, basándose en principios de biotensegridad, mínima energía y contínuo movimiento para satisfacer las necesidades de adaptación al medio.

 

El minucioso trabajo que empezó de forma espontánea en nuestro grupo se había convertido en proyecto con personalidad propia. Todo el grupo se organizó para tratar de conseguir la piel de una sola pieza. Tiempo, paciencia, dosis de autocontrol para no abandonar en las zonas más laxas de esa unidad funcional que forman piel y fascia superficial nos aportó un mapa tridimensional y sensorial a la vez de las relaciones, rugosidades y anclajes a lo largo de toda la superficie del cuerpo de William.

 

Tiempo, paciencia, dosis de autocontrol para no abandonar en las zonas más laxas de esa unidad funcional que forman piel y fascia superficial nos aportó un mapa tridimensional y sensorial a la vez de las relaciones, rugosidades y anclajes a lo largo de toda la superficie del cuerpo de William.

 

Para mi esta unidad funcional piel – fascia superficial es muy importante, es el principio en el que baso gran parte de mi trabajo con materiales, y para ser exactos, no solo esa unidad funcional, sino el complejo que forman piel – fascia superficial – fascia profunda, y es por esto que hace tiempo que empecé a mirar los músculos con otros ojos. No dejaron de ser importantes, tan solo cambié mi forma de verlos, otra mirada, una que presta atención a otras cosas que habían pasado inadvertidas durante tanto tiempo.

 

Es por esto que aventurarse a confirmar que tal ejercicio o tal otro es mejor o si libera tal o cual músculo es una discusión bastante poco productiva si las mentes involucradas en la misma no son capaces de mirar más allá, siendo incapaces de establecer las relaciones que cada elemento guarda con otros músculos, el cómo afecta a la función no solo la estructura, sino los órganos, la respiración, la fisiología del organismo. En tal caso estaremos ante una conversación reduccionista, arcaica y basada en el desconocimiento.

 

No es necesario saber de todo, pero si tenerlo en cuenta, saber donde están nuestro límites, hasta dónde alcanza nuestro conocimiento de hoy e intentar ampliarlo para el día de mañana. Trabajamos con cuerpos humanos, y es por eso que estamos aquí en busca de la verdadera anatomía, anatomía real y compartiendo los conocimientos de fisioterapia, cirugía, psicología, ejercicio físico y arte (si, en estas formaciones también vienen artistas). Esas conversaciones son las realmente enriquecedoras, más que cualquier texto monoteísta, estas son las que hacen ver la importancia de otras áreas, la perspectivas de quien ha decidido recorrer miles de kilómetros para compartir tiempo y espacio con otras personas de inquietudes similares. Esto es un regalo y para nada un trabajo.

 

Volviendo tras este pequeño excursus al sujeto de nuestro 10 Days Intensive Dissection Workshop, después de invertir dos horas por la mañana y casi otras dos por la tarde Patricia pudo desahogarse con un sonoro YESSSS!!!! mientras nos mirábamos con una sonrisa diciendo “yes, we did it, we got it”. El trabajo de cinco personas hizo posible que todo el grupo pudiera admirar la piel de William en la mesa junto a la forma de fascia superficial. 4,5kg de de piel, un traje que había vivido 80 años, cambiando, regenerando las células pero firmemente entrelazado con el tejido subyacente, la fascia superficial.

 

Nuestra fascia superficial es quizás el órgano infravalorado de nuestro cuerpo. Observándola con detalle, palpando cada milímetro cuidadosamente y buscando las relaciones con el envoltorio epidérmico que acabábamos de retirar nos percatamos de la estrecha relación que guarda esta unidad funcional. Allí donde la piel estaba más blanda, el entramado del tejido conectivo subyacente era menos firme, menos compacto, mostrando un desequilibrio en relación con otras áreas. Casualmente en las rodillas, encontramos este tipo de organización más laxa, lo que me llevó a pensar, dada la estrecha relación entre la fascia superficial y profunda en esta articulación, si esto podría ser un sinónimo de desequilibrio articular…, ocurrirá lo mismo en los hombros, columna vertebral. Otra puerta se abre, una nota más para el cuaderno de proyectos en el laboratorio para seguir investigando y aprendiendo.

 

Allí donde la piel estaba más blanda, el entramado del tejido conectivo subyacente era menos firme, menos compacto, mostrando un desequilibrio en relación con otras áreas.

 

Recordáis las densificaciones en la cicatriz de la cadera de William de las que os hablé ayer, en este caso ocurría lo contrario que lo que he descrito en el párrafo anterior. En  esta zona, fruto de la reconstrucción del tejido, en vez de encontrar un laxitud excesiva, nos enfrentamos a cada paso de la disección con un caos tanto vascular como fibrilar en el que la re-organización de las fibras de colágeno mantienen una tensión excesiva en la matriz extracelular del tejido conectivo que, en caso de ser crónica, los fibroblastos interpretarán como un peligro potencial, perpetuándose la inflamación y el dolor. Un mundo apasionante este de la interpretación y la comprensión de los tejidos.

 

Por la tarde, trabajando sobre la fascia superficial, con premeditación y alevosía nos propusimos como equipo organizarnos e intentar respetar y mantener la continuidad en el panículo adiposo de William dado que nos mostraba potencial para este nuevo proyecto.

 

Cansados pero muy contentos abandonamos el laboratorio a las 17h con puntualidad inglesa, listos para tomar un té y disfrutar de un paseo por la West Sands Beach a orillas del Mar del Norte atravesando el mítico Magic Hedge de los Somanauts’2013 para llegar hasta ella.

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Crossing the Magic Hedge at St Andrews

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Crossing the Magic Hedge at St Andrews

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Mañana más aventuras der este viaje fascial, pero por el momento, a descansar cuerpo mente y fascia superficial.

 

Nos vemos a la hora del té 😉

Primer día de viaje en el laboratorio de disección

El primer día de nuestro viaje amaneció lloviendo, un paso rápido me llevaba hacia la escuela de medicina donde nos esperaban Gil Hedley y Julian Baker para la recepción del grupo.

 

Cruzar las puertas de este edificio empieza a ser algo que veo como normal, pero siempre me gusta parar un segundo, leer el grabado de los cristales de las puertas antes de atravesarlas, leer ese “School of Medicine University of St Andrews” y sentir los pies en este suelo, el suelo de la Universidad más antigua de Escocia y una de las más antiguas del Reino Unido. Al hacerlo me dije: “bien Ibai, ya estas de nuevo aquí gracias a cada hora de trabajo, a cada curso que has impartido, pero sobretodo gracias a quienes han confiado en ti para que desde la teoría y el movimiento les acompañes en el viaje al mundo de las fascias”.

 

Así es, si estoy aquí es gracias a todos vosotros y motivado por compartir cada detalle, cada nuevo aprendizaje, porque ¿de qué sirve tener conocimientos si no los podemos compartir?.

 

Al entrar en el hall abrazos con viejos amigos, miradas y sonrisas con los nuevos conocidos y un magnetismo en el ambiente difícil de definir. ¡Qué energía más buena!.

 

Tras el reparto de tarjetas, autorizaciones, y normas básicas del edificio, subimos hacia las instalaciones en las que trabajaremos los próximos 10 días.

 

Nunca olvidare la primera vez que subí por ellas, aquella vez estaba solo, asustado, pero con una determinación capaz de subir montañas y superar los retos más difíciles. Esta vez me siento acompañado e intento mantenerme cercano de aquellos para quienes esta es su primera vez, aunque solo sea con una mirada o conversando mientras subimos.

 

Paramos unos instantes antes de acceder a la biblioteca/aula de estudio en la que haremos la vida “off the lab”. Esa parada tampoco la olvidaré jamás, es como ese tiempo de espera antes de que den la salida de una carrera, se nota el calor, puedo oír el latido de mi corazón y podría decir que también se siente el latido del de los demás. Ya estamos más cerca…

 

Como otros años, tras una hora de presentación en el interior del laboratorio paramos para tomar un café y hablar con los compañeros de curso que acabamos de conocer. Este año el grupo es más internacional que nunca, con compañeros que han viajado desde Israel, Canadá, EEUU, Australia, Italia, Polonia, Suiza y España…

 

Después de ese café, llegó el momento de abrir las mesas y conocer las formas que nos darán la lección de anatomía estos próximos diez días. La observación es lo primero, ser capaces (o por lo menos intentarlo) de captar detalles, colores, formas que llamen nuestra atención. Es necesario hacerlo sin buscar un por qué, sin juicios, sin pre-juicios que nublen nuestra mirada, abriendo todos los sentidos a la historia que nos están contando desde este primer momento.

 

 

Primero fue el turno de 819, una forma masculina en la que pudimos ver una cicatriz en la cadera derecha además de su pene circuncidado.

 

Le siguió una mujer que no era nueva para mi (807), yo ya le había visto antes, a las pocas horas de morir. El año pasado, a mitad de la semana en el laboratorio, llegó el cuerpo de una donante desde el hospital. Hacía solo unas horas que había fallecido y gracias a Garry pude acercarme a ver el proceso de embalsamamiento. Como os conté en aquella ocasión: “Al entrar en la pequeña sala con dos camillas metálicas y una mesa que iba de pared a pared pude ver en uno de los lados la maquinilla con la que le habían afeitado el pelo a una mujer que no era como las formas que nos acompañaban en el laboratorio. Los colores no eran los mismos. Solo habían pasado tres o cinco horas desde que falleció y su cuerpo todavía mantenía algo de calor. La sensación en aquella sala fue como si todavía quedara vida, restos de una vida que se escapaban al mismo tiempo que mis pulmones oxigenaban la sangre y podía sentir el latido de mi corazón. Los colores no eran los mismos que en las mesas de disección porque los tejidos aún no estaban fijados. Era como una flor que guardaba toda su belleza a pesar de haber sido cortada. Garry simplemente estaba poniendo esta flor en un jarrón para conservar su esencia. Ese es el trabajo del embalsamador…

 

Había un vínculo especial, no solo la visión anatómica que percibía las prótesis en los pechos o la cicatriz en la región infraumbilical, y tampoco mi forma de palpar fue la misma, ni mejor ni peor, tan solo diferente…

 

Pasamos a otra forma femenina (812), esta sin cicatrices, pero con unas piernas muy hinchadas y después fue el conocimos a 818, otra forma masculina que presentaba una cicatriz en tórax y otra en el abdomen.

 

Acabamos nuestra ronda de presentaciones con una forma masculina (821) que a simple vista no presentaba cicatrices, veremos que nos cuenta con el paso de los días.

 

Formando un grupo:

 

Oliver, Ana, Patricia, Ray y yo nos juntamos en torno a una de las formas masculinas. Algunos de nosotros queríamos profundizar en la historia de alguien conocido, pero ese tipo de citas no hay que forzarlas y además, estamos cerca, en la mesa de al lado… y así poder seguir de cerca la historia de Angélica (así las ha llamado su grupo).

 

Hablando de nombres…, después de recorrer el laboratorio observando cara a cara y en posición erguida cada una de las formas, hemos vuelto a nuestra mesa, donde cada grupo ha dado nombre al profesor de esta semana:

 

                • 819 – William
                • 807 – Angelica
                • 812 – Mabel
                • 818 – John
                • 821 – Ozzie

 

Dibujo detalle mesas en el Anatomy Lab

 

A partir de aquí trabajamos en la piel, diferenciándola de la hipodermis, palpando con el escalpelo, sintiendo la resistencia que ofrecían los retinacula cutis superficialis al crear el espacio entre piel y tejido subcutáneo. Sensaciones a las que debemos llevar nuestra atención, no tan solo pasar, cortar e ir con prisas a otro nivel, dando tiempo a que toda la información que se esconde en esas uniones la registre nuestro cerebro, creando un mapa que jamás se puede olvidar, creando el mapa que nos hace entender y visualizar de otra manera el cuerpo humano.

 

Nuestro William quiso darme la oportunidad de poder trabajar y reflejar la continuidad de la piel a lo largo del muslo y la pierna derecha, pero al levantar la vista de mi trabajo, pude ver que Oliver y Ana estaban trabajando con una disección minuciosa y muy buenos resultados en la pierna y el abdomen respectivamente.

 

De este proceso me llama siempre la atención la diferencia que existe entre unas pieles y otras. Sus grosores, sus adherencias al tejido subcutáneo (siendo esto muchas veces adaptaciones) en parte fruto de la gravedad, en parte por la genética, pero en gran medida (y esto es una opinión) un órgano cuya estructura se forma como resultado de la relación que tenemos con el entorno que nos rodea, con el mundo, con la vida…, que cuando se vuelve más gruesa, es como si nos fuéramos cerrando poco a poco, protegiéndonos de todo lo externo, bueno o malo, como si nos apartáramos de todo. La piel no la podemos dejar pasar de largo, y mucho menos si tenemos en cuenta que en ella se anclan elementos de sostén para el tejido que forma la fascia superficial. Un componente, el más externo, que nos permeabiliza del exterior pero sin dejarnos aislados de lo que nos rodea.

 

La diferencia que existe entre unas pieles y otras (…) un órgano cuya estructura se forma como resultado de la relación que tenemos con el entorno que nos rodea, con el mundo, con la vida…, que cuando se vuelve más gruesa es como si nos fuéramos cerrando poco a poco, protegiéndonos de todo lo externo, bueno o malo, como si nos apartáramos de todo. La piel no la podemos dejar pasar de largo, y mucho menos si tenemos en cuenta que en ella se anclan elementos de sostén para el tejido que forma la fascia superficial.

 

 

La cicatriz de la cadera derecha de William nos ha mostrado ese mecanismo de protección, de adaptación, densificación de los tejidos que seguiremos los próximos días en cada uno de los niveles que exploremos, abriendo todos los sentidos para no perder detalles y reflexionar sobre lo que encontremos a cada paso interfascial e intrafascial.

 

El día terminó disfrutando de un paseo con Fiona por las calles de St. Andrews, en el que los matices de las formas, los colores, los sonidos y el agua de la lluvia nos acompañaron hasta que estuvimos de vuelta en el calor de nuestros apartamentos.

 

Disfrutad de la tarde y dejad que vuestra piel se estire, se repliegue, que acaricie y que la acaricien, que se roce con el aire y con el viento, compartiendo todo lo mejor que llevamos dentro.

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Nos vemos mañana, a la hora del té 😉

Anatomía a las cinco: Diario de un viaje al interior del cuerpo humano (Edimburgo 07.2015)

Otro año más tengo la suerte y la oportunidad de formar parte del equipo que junto con Gil Hedley llevará a cabo el 10-Day Hands-On Human Dissection Course en la Escuela de Medicina de la Universidad de St. Andrews (Escocia), y con este ya son tres los viajes compartidos, junto a un equipo de somanauts, al interior del cuerpo humano…

 

En 2013 nacía “Anatomía a las cinco: Diario de un viaje al interior del cuerpo humano”. Para quien no lo conozca, se trata de una serie de publicaciones en el blog que pretenden acercar a todo el mundo las vivencias en el laboratorio de un joven apasionado por la anatomía. Ese joven, a través de los post quiere humanizar el hecho de la disección por todo lo que le aporta, por todo lo que le ayuda a entender la realidad anatómica y el propio movimiento humano.

 

Cada segundo en el laboratorio es un instante más cerca de la realidad, más cerca de la vida aunque paradójicamente el aprendizaje se desarrolle a partir de formas que hace tiempo que dejaron de ser estructuras vivas, pero que sin el valor, decisión y generosidad de quienes en algún momento elegido optaron por donar, nada de esto sería posible.

 

¡Qué menos entonces que compartir aquello que estos ojos sean capaces de ver, de observar, de apreciar, para hacer valer más aún la bondad de quienes nos acompañaran esta semana en el “anatomy lab”!.

 

Julio 2015 está siendo diferente, o por lo menos especial, entre otras cosas por la posibilidad de pasar más tiempo en el laboratorio haciendo anatomía, descubriendo y apreciando los secretos que cada forma nos pueden desvelar. Primero fueron tres días en Dundee, con Stephen Levin, John Sharkley y Joanne Avison orientando nuestro trabajo hacia la biotensegridad, y ahora será con Gil Hedley y Julian Baker desde la perspectiva de una anatomía integral y la fascia funcional.

 

Son otro tipo de vacaciones, o mejor dicho, se trata de una experiencia que no te deja indiferente, porque además de ampliar los conocimientos sobre el cuerpo humano, sobre los tejidos, las fascias y sus relaciones, la experiencia en si misma (y la forma en la que a mi personalmente me gusta vivirla) hace que conecte conmigo mismo, descubre mis miedos, se apoya en mis fortalezas para llevarme hacia lo desconocido y no temer, sino estar dispuesto a aprender. Cada segundo en el laboratorio me hace apreciar más la vida, lo que tengo y todo lo que sobra, lo que no ayuda…, un diálogo que se desarrolla viajando entre planos, liberando estructuras, analizando formas, diferenciando texturas con el bisturí, las pinzas y las propias manos.

 

Cada segundo en el laboratorio me hace apreciar más la vida (…) un diálogo que se desarrolla viajando entre planos, liberando estructuras, analizando formas, diferenciando texturas con el bisturí, las pinzas y las propias manos.

 

Os invito a que estos días pasemos un rato juntos, a la hora del té, porque aunque el esfuerzo de redactar una crónica diaria es grande, por un lado considero que si no lo hago, algo se queda,  mucho se olvida, y por otro que compartiendo lo que sabemos, juntos aprendemos.

 

Nos vemos mañana a la hora del té 😉

MÉDULA ESPINAL, DISCOS INTERVERTEBRALES Y UNA DESPEDIDA : Intensive Dissection Workshop (Edimburgo 07.2013)



Ayer fue el sexto y último día del Intensve Dissection Workshop en St Andrews.


42 horas en el laboratorio, otras muchas en el ordenador apuntando las cosas, los detalles para escribir este pequeño diario de un viaje al interior del cuerpo, y el resto “taking care of myself” (que dice mucho más en inglés que un simple cuidándome).


Ayer fue un día especial, nos despedimos definitivamente de Joy, Alex, Shiny, e Isadora.

El destino hizo que se cruzaran nuestros caminos, y cuando llegó el momento de separarnos definitivamente, sentí que debía tanto a las cuatro personas que un día decidieron donar sus cuerpos…

Tanto respeto…,

Tanto agradecimiento a ellos y a sus familias…

Tanto AMOR…, porque me parece que esta es la única palabra que puede expresar de verdad lo que sientí en el momento de separarnos. Un amor profundo por aquellos que de forma tan desinteresada nos hicieron este regalo. 

¿Regalo? . Por supuesto que si, la mañnana de ayer fue un regalonpara mi.

La médula espinal de Joy:


La víspera Chris y yo estuvimos trabajando meticulosamente sobre la columna y el craneo de Joy preparando el terreno para intentar ver el Sistema Nervioso Central (cerebro, médula espinal y nervios espinales) al completo.

Fue un trabajo de fuerza porque había que liberar la parte posterior de la columna vertebral de Joy sin dañar la duramadre (el envoltorio de la médula espinal). 



Para que os hagáis una idea, es como cuando los bomberos tiene que desencarcelar a una persona en un accidente de tráfico. Utilizan las tijeras hidráulicas para poder liberar al herido, pero siempre teniendo cuidado de no causarle ningún daño durante la maniobra.





Nuestra estrategia funcionó. Pero todavía se me tensa la mandíbula, como si fuera un reflejo de la tensión que sentí llevando a cabo de este trabajo. 

Aún puedo sentir la respiración de Chris en mi cara y el latido de mi corazón acelerado a la vez que intentaba mantener el pulso firme para no dañar la médula espinal de Joy cuando entre los dos intentábamos “desencarcelar” el canal sensitivo – motor del cuerpo humano.

Buff, todavía se me ponen los pelos de punta.

La disección nos da otra visión del cuerpo humano, una perspectiva tridimensional real sobre quién está dónde y cómo.



La sensación que tengo al hacer esto, es como cuando desmontas un aparato. Antes de sontar ningún tornillo, antes de desconectar un cable, observas todo con una atenta mirada, prestando atención a todos y cada uno de los detalles del montaje original.






Esta semana, ha cambiado mi forma de entender de la anatomía. Cuando pienso en una estructura, mi forma de visualizarla y sentirla va de fuera hacia adentro.






Desde una visión global, integrada en el organismo pudiendo hacer un zoom en los más pequeños detalles. 


Casi sin darnos cuenta, ahí estaba, la médila espinal de Joy, que nos c¡recibió con sus nervios abiertos, dispuesta a contarnos sus relaciones con la columna vertebral.





La médula espinal de Joy nos susurró como sus “brazos nerviosos” se pasan la vida bailando al ritmo del movimiento, cómo se crispan si cualquiera de los asistentes al baile de la vida les presionan (sin dar más importancia a los discos intervertebrales que a los vasos, que a los huesos o a los órganos). Cada gesto, perfectamente sincronizado.




De la conversación que tuvimos puedo deciros que tiene un cracter muy flexibe, que se adapta a los movimientos craneo – sacrales, y sabe que esto les encanta a los osteópatas, pero también se adapta cada movimiento de brazos o piernas. 



Cuando te mueves, también mueves tu sistema nervioso, tus vasos sanguineos, tus ganglios linfáticos, todo bajo la percusón rítmica de tu corazón que es un diapasón, es el diapasón que late en tí.


Podría pasar horas escuchandole, una vida llena de flexión, extensión, rotación, inclinaciones laterales, juegos costovertebrales y costotransversos…, oh my girl!.


Los discos intervertebrales de Joy


Le pregunté a mis compañeros de grupo si podía echar un vistazo a los discos intervertebrales de la zona lumbar y animado por su interés por conocerlos nos adentramos en este terreno que causa tanta polémica entre los tejidos blandos de los cuerpos sedentarios y con una pobre capacidad estabilizadora.

Su textura y disposición me recordó a la de una cebolla. 

Aprendí tanto con ellos en mis manos que he decidido dedicarles un post en exclusiva en el blog mas dicharachero de todo el barrio anatómico ;-).


Dieron las cuatro, y con ellas llegaba el momento de tern¡minar nuestra labor de exoloración para empezar a organizar el laboratorio y dejarlo igual o mejor que como lo encontramos el lunes.

Se hizo un silencio, seguido de un ir y venir de batas blancas y guantes azules con la mirada atenta aque nada quedara en el suelo o fuera de su mesa de disección.

Un proverbio africano dice: “Là où on s’aime, il ne fait jamais nuit.”


Allí donde hay amor, nunca habrá oscuridad pensé al cerrar las cremalleras de la bolsa de plástico blanca de Joy con su número “779” escrito en color azul.

Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar…
(…) cuando el jilguero no puede cantar, cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…” (…).


Hasta siempre y gracias de todo corazón Joy.


Estos días me han hecho pensar y valorar mucho unas frases que escribí hace algún tiempo:

Moveo ergo sum®…,
Somos movimiento…,

Mucho más que movimiento…,

Somos cuerpos en continuo movimiento…,

Hay pausas…, cambia el ritmo…,
Me muevo luego existo,…

Je bouge donc je suis,…
I move therfore I am,…

Mi muovo dunque sono,…

因此,我谨动议,我,…

 أنتقل إذا أنا م أنتقل إذا

El movimiento nos une a todos.

Deslizar, sentir, palpar,…

Conocer, observar, aprender,…

Elevar, girar, tensar, relajar,…

Movimiento es lo que somos.


Y por supuesto, gracias a tí por haber estado ahí, compartiendo esta experiencia conmigo.


Hasta la próxima entrega… (en unos días, porque ahora necesito descansar).

FASCIA PROFUNDA, MÚSCULO Y MÁS: Intensive Dissection Workshop (Edimburgo 07.2013)

“You are in Heaven heare” me dijo ayer por la tarde Chris (para quién esto no es nuevo, porque es la  quinta vez que viene a los Intensive Dissection Workshops de Gil Hedley y tengo la suerte de compartir mesa con él).


Heaven, I’m in Heaven, NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA 


Me pasé tarareando la canción el resto de la tarde mientras anotaba los detales de la intesa tercera jornada.


Fue un día muy productivo, en el que trabajamos siete horas sin muchos descansos. 


Desde el momento en que nos pusimos delante de la mesa con Joy, es como si algo nos impidiera separarnos de ella. Tiene tanto que contarnos…


Trabajando en la dissección, la abstracción es total. O por lo menos así lo viví yo, que a la hora de repartir los puestos me dije:


“No vayas a por lo fácil, a por lo que ya conoces y sobre lo que has pasado horas y horas leyendo. Arriésgate y sal de tu zona de confort para descubrir algo”


Así lo hice y al pensarlo se me saltan las lágrimas (no es coña). Pasé toda la mañana sobre la cara y parte anterior del cuello de Joy. Fue un trabajo minucioso y por la tarde pude notar la fatiga en los antebrazos y las manos.

Antes de hacer ninguna carnicería, dediqué unos minutos a revisar las regiones que iba a diseccionar en los atlas de anatomía que circulaban por el laboratorio.


Una vez visualizado el mapa y con el plan de ruta en la cabeza, le pedí a Michael el bisturí y las pinzas hemostáticas.


“Bueno Joy – dije – vamos a hacer esto bien, muy bien” 


  • Primero apareció el cartílago de su nariz, color berenjena, que parecía decir: ¡¿Cómo?!, ¡¿Quién está ahí?!.
  • Separé sus músculos faciales, y bajo la membrana que cubría el lado derecho apareció la fascia temporal, como aparece una concha en la playa después de una ola. Precioso color nacar, brillante.¡Whao!

  • A continuación bajando en linea tuve mucho cuidado en no separar el masetero, que al verlo con la mandíbula cerrada de Joy, me recordó a una maza.


Hago memoria, pienso si ya he encontrado todo lo que quería o creía que iba a encontrar. Entonces, ¡Bingo!, un flash de la glándula parótida viene a mi cabeza. 


¿Por qué ella, puede que te preguntes?. Pues para empezar porque la mayoría de las veces que vemos una imagen del cráneo nos la han quitado poruqe estorba para ver lo que ella esconde.


No se el tiempo que pude pasar con ella, aplicando pequeños cortes para no dañar todo lo que había alrededor compartiendo espacio. Era nustra primera y única cita. Yo quería causar una buena impresión, y que nos conociéramos a fondo.


La glándula parótida de Joy me contó cómo abrazaba a la arteria carórtida externa. Me hablo de sus caricias con la vena retromandibular y de los largos y apasionados encuentros de las tres con el nervio facial (VII) en el día a día de Joy, con cada palabra, al masticar, al vostezar antes de ir a dormir…, ¡Whao!


Aquí os dejo una imagen de GRAY para que podáis visualizar mejor lo que os acabo de contar.


Diseccionando, diseccionando, me encontré un ECOM (Esterno Cleido Occípito Mastoideo) y me dije: “vamos a ver si es cierto esto que cuentan de este Señor”.


Fiel a su definición, me demostró cómo para poder conectar la parte anterior del tronco con la parte posterior de la cabeza en sentido oblicuo, tienes que hacerlo con unos buenos anclajes como la apófisis mastoides, el occipital, cláramente el esternón y una evidente división de tareas gracias a sus raíces en la clavícula. Me hizo pensar a as cuerdas maromas que amarran los barrcos en puerto.


Por la tarde dimos la vuelta a Joy.


Ahora si que tenía una predilección, quería trabajar la región de los glúteos y el sacro.


Un proyecto ambicioso para las tres horas que nos quedaban. 


Chris y yo, uno en cada nalga empezamos la aventura bajo la atenta mirada de Andrea que bajo ningún concepto quería que confundiéramos el nervio ciático y lo cortáramos. Y es que aquí no es como en los atlas de anatomía, que viene pintado de amarillo para saber quién es quién ;-).


Pués bién, el glúteo mayor de Joy resultó ser un doble cuarto de libra.


Al separarlo dije: “pero mira a quién tenemos aquí” (bueno, la verdad es que no fue así, esto lo hago para resumir y evitar explicar los veinte minutos que pasé limpiando delicadamente la zona para aclarar un poco las cosas).


Más bien fue así:


Primero: “¿Pero qué cojones es esto?!!!”


20 minutos después: “¡Pero mira a quién tenemos aquí!”


La sensación de confusión es buena, es mejor que tener una idea equivocada. Deja paso a la luz, con la que pacientemente hice aparecer al glúteo medio, glúteo menor y piramidal.


Recordías que en el post sobre el piramidal y el nervio ciático os dije que que las raíces del nervio ciático se sitúan dentro de la aponeurosis del músculo piriforme…¡¡PUES LO PUDE VER !!


¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!


Terminé la tarde junto a Chris explorando mano a mano, descubriendo la realidad de Joy, que es muy parecida en cada uno de nosotros, pero diferente en todos a la vez. ¿No es algo maravilloso?


Debo decir que gracias al trabajo de mis compañeros pude apreciar la superposición de las capas e nivel abdominal, los músculos que forman los diferentes compartimentos de la pierna, así como los diferentes músculos del muslo. Buff!! GRACIAS EQUIPO.

Un abrazo y hasta la próxima entrega… (a la hora del té)