Llegar a la fascia profunda a través de la fascia superficial y ver las huellas de la vida en el cuerpo. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Nuestra tercera jornada en el laboratorio empezó como otros días, dedicando una hora a compartir las sensaciones, emociones y reflexiones del día anterior. Algo insignificante pero que con la fatiga de los días se volverá en algo necesario, una válvula de escape, como los paseos por la playa para sentir la arena en los pies o quedarse en silencio observando la belleza de las hojas de un árbol moviéndose al son del viento.

 

Nuestros compañeros de Israel quisieron regalarnos un momento de “state change” conectando un reproductor de música a los altavoces del laboratorio y hacer sonar Happy de Pharrell Williams antes de volver a las mesas para continuar con nuestros proyectos.

 

It might seem crazy what I’m about to say

Sunshine she’s here, you can take a break

I’m a hot air balloon that could go to space

With the air, like I don’t care baby by the way

Because I’m happy…

 

Fue genial, todos movilizando nuestras fascias con las batas puestas, dando palmadas, deslizando fascia superficial sobre profunda… más divertido imposible. Gilad y Yosefa consiguieron elevar el nivel de motivación del grupo y hacernos sentir más Happy y con ganas de superarnos.

 

Una vez reorganizado en las mesas, con la sonrisa todavía en los labios, continuamos con el nuevo proyecto que iniciamos la tarde del día anterior. Nos organizarmos para seguir respetando y manteniendo la continuidad en el panículo adiposo de William, la realidad de ese traje de emociones, la historia de una vida escrita en su tejido conectivo areolar, la capa fascial más externa, por la que viajan vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios, comunicándose con el exterior y registrando toda la información del entorno que nos rodea, una matriz viva, con memoria y que además es órgano endocrino…

 

Cada mesa sigue un método de disección diferente porque cuando trabajamos de forma integral, como es la Anatomía Integral de Gil Hedley, será la forma que esta en la mesa la que marcará las pautas de trabajo, las líneas a seguir, el orden de los pasos, y solo la destreza y el saber interpretar el lenguaje de los tejidos hará posible la consecución de los objetivos.

 

Cuando trabajamos de forma integral, como es la Anatomía Integral de Gil Hedley, será la forma que esta en la mesa la que marcará las pautas de trabajo, las líneas a seguir, el orden de los pasos, y solo la destreza y el saber interpretar el lenguaje de los tejidos hará posible la consecución de los objetivos

 

Puede que a pesar de “escuchar y leer” el lenguaje las prisas aceleren los movimientos de manos y escalpelos. Si es así, en la mayoría de los casos destruiremos la continuidad, y es que la conexión en muchos puntos es sutil, efímera, imperceptible a los ojos no entrenados. Es por eso que vuelvo al laboratorio año tras año, y cada vez aprendo algo nuevo, soy consciente de lo que mis ojos no habían podido ver una y otra vez cuando algo llama mi atención. En ese caso, ser capaz de parar, no pasar de largo, dejar por un momento todo y observar, pensar y decidir por donde seguir el viaje es algo elemental. Keep Calm and Dissect.

 

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En nuestra mesa, la número 9 con William como capitán del barco, el hecho de diferenciar la fascia superficial de la profunda intentando mantener este órgano lo más intacto posible hizo que nos percatáramos en la diferencia que había entre el lado derecho y el izquierdo.

 

“¿Por qué tanta diferencia?” – nos preguntamos.

 

“¡La prótesis en la cadera!” – Dijo Ana

 

“Fijaros en cómo toda la estructura esta desplazada hacia el lado izquierdo” – Dijo Patricia.

 

“Claro, el resultado de años cargando todo su peso hacia el lado izquierdo” – Dijo Ray al tiempo que yo representaba la posición con mi cuerpo.

 

Pero esta adaptación la vimos en el momento que retiramos la fascia superficial. Antes, el traje de tejido conectivo areolar de William, nos mostraba algo diferente, normalidad absoluta gracias a, como pude observar este mismo año en el laboratorio de Dundee , “la presencia de todo un entramado de pequeños vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas así como vasos linfáticos en la fascia superficialis (tela subcutánea) que ayudan a la dermis, descrita clásicamente como un lecho denso de tejido conjuntivo vascular con arquitectura tridimensional en la que fibras elásticas y de colágeno de los retináculi cutis junto con los elementos vasculares, linfáticos y nerviosos, interactúan para ayudar mantener la forma de nuestro órgano más extenso a la vez que relacionan, equilibran y reflejan tensiones internas y externas. Una barrera mecánica permeable que aporta adaptabilidad externa a una realidad dinámica interna global y cambiante.”

 

Llamativo y curioso fue ver cómo el lado izquierdo, marcado por el tejido cicatrizado era más firme, más denso, más resistente a la vez que mostraba las clásicas adherencias y densificaciones ínter e intrafasciales mientras que el lado izquierdo era más fino pero reforzado por una capa más gruesa y compacta de tejido adiposo y fibras de colágeno, la llamaré la fascia periglútea ya que me recordaba totalmente a la fascia perirrenal.

 

Pero durante la tarde algo llamó mi atención el la mesa de Angelica. Su grupo había llegado a la zona pectoral y habían expuesto una de las prótesis. ¿Cómo describirlo?, había tanta información que recoger en aquel momento que opté por hacer un dibujo que señalara los detalles, como la reseña de una vía de escalada.

 

Hasta la fecha había podido ver dos marcapasos y un reservorio. Todos coincidían en algo, el cuerpo los había encapsulado, concretamente, una lámina de fascia profunda los envolvía, como queriendo sujetarlos al plano subyacente.

 

En este caso, la prótesis del pecho de Angelica presentaba un doble encapsulamiento. Creemos que por el peso y volumen del implante, encontramos una lámina de tejido conectivo que presentaba una organización de las fibras que lo componían totalmente diferente a la que encontramos en otras áreas de la fascia profunda. Una especie de sostén natural, sin tirantes, perfecto para un escote palabra de honor. Una vez más la naturaleza y el cuerpo humano nos daba una lección en lo que adaptación al cambio se refiere. Pero curiosamente, a raíz de esto, debemos reflexionar sobre el hecho de que el ser humano es la única especie que se aplica cambios al gusto del consumidor, que se retoca, forzando adaptaciones en el organismo para las que quizás nuestra estructura no esté preparada con el consecuente dolor local o referido. ¿Hasta qué punto para estar bella hay que ver las estrellas?…

 

Disección del implante de mamas. Dibujo: Ibai lopez

Disección del implante de mamas. Dibujo: Ibai lopez

 

(…) debemos reflexionar sobre el hecho de que el ser humano es la única especie que se aplica cambios al gusto del consumidor, que se retoca, forzando adaptaciones en el organismo para las que quizás nuestra estructura no esté preparada con el consecuente dolor local o referido. ¿Hasta qué punto para estar bella hay que ver las estrellas?…

 

Ese envoltorio extra, no era otra cosa que tejido cicatrizado, un refuerzo para el nuevo volumen, sí, pero no deja de ser tejido de una cicatriz y una adaptación funcional, un engrosamiento que afectará a la postura, respiración, oxigenación de los tejidos y al movimiento tanto local como global. Que movida esto de “recauchutar” los pechos.

 

Hablando de la respiración, de la musculatura de intercostal y de la fascia que rodea estos músculos, nuestros ojos captaron otro matiz, se trataba de la “huella” de la prótesis sobre la fascia axial en la región costal. Puede que sea fruto del proceso de embalsamamiento o puede que no, pero el hecho es que los tejidos no habían dejado pasar por alto esto, creando una superficie rugosa, donde la organización de las fibras de colgaron de la fascia profunda, tampoco era como all donde no había prótesis. ¿Una adaptación fruto de alteración mecánica tal vez?, no podemos afirmar ni negar nada, solo hemos visto esto una vez y esto solo es suficiente para hacernos pensar, meditar al respecto y esperar a tener otra oportunidad.

 

Cuando volvimos a nuestra mesa, dedicamos el resto de la tarde al proyecto en la fascia superficial de William. Dimos el máximo con nuestras inexpertas manos, pero aunque la región dorsal no fue trabajo fácil, dejamos la tarea casi resuelta para la mañana. ¿Conseguiremos ese traje de fascia superficial junto al traje epidérmico de William?. Paciencia, y como decía antes, keep calm and dissect.

 

Para terminar el día Kelly, Lori, Oliver, Marcin, Marty y un servidor, en vez del clásico  Fish & Chips, hicimos un Chips, Cheese & Beer en el muelle de St Andrews, esquivando gaviotas y disfrutando del momento.

Cheese, chips & beer port St Andrews 1 Cheese, chips & beer port St Andrews 3 Cheese, chips & beer port St Andrews 2

Os espero mañana con más fascia en otra entrega a la hora del té 😉 .

Descubriendo las relaciones profundas entre piel y fascia superficial. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

La fascia superficial (subcutánea) se localiza justo bajo la dermis de la piel, y nuestro trabajo desde el día 1 se centró en crear dos partes diferenciadas, o dicho de otro modo, en diferenciar estas dos estructuras que están interconectadas (aunque los libros de anatomía se empeñen en describirlas como “fijadas”) y que funcionan como una unidad, basándose en principios de biotensegridad, mínima energía y contínuo movimiento para satisfacer las necesidades de adaptación al medio.

 

El minucioso trabajo que empezó de forma espontánea en nuestro grupo se había convertido en proyecto con personalidad propia. Todo el grupo se organizó para tratar de conseguir la piel de una sola pieza. Tiempo, paciencia, dosis de autocontrol para no abandonar en las zonas más laxas de esa unidad funcional que forman piel y fascia superficial nos aportó un mapa tridimensional y sensorial a la vez de las relaciones, rugosidades y anclajes a lo largo de toda la superficie del cuerpo de William.

 

Tiempo, paciencia, dosis de autocontrol para no abandonar en las zonas más laxas de esa unidad funcional que forman piel y fascia superficial nos aportó un mapa tridimensional y sensorial a la vez de las relaciones, rugosidades y anclajes a lo largo de toda la superficie del cuerpo de William.

 

Para mi esta unidad funcional piel – fascia superficial es muy importante, es el principio en el que baso gran parte de mi trabajo con materiales, y para ser exactos, no solo esa unidad funcional, sino el complejo que forman piel – fascia superficial – fascia profunda, y es por esto que hace tiempo que empecé a mirar los músculos con otros ojos. No dejaron de ser importantes, tan solo cambié mi forma de verlos, otra mirada, una que presta atención a otras cosas que habían pasado inadvertidas durante tanto tiempo.

 

Es por esto que aventurarse a confirmar que tal ejercicio o tal otro es mejor o si libera tal o cual músculo es una discusión bastante poco productiva si las mentes involucradas en la misma no son capaces de mirar más allá, siendo incapaces de establecer las relaciones que cada elemento guarda con otros músculos, el cómo afecta a la función no solo la estructura, sino los órganos, la respiración, la fisiología del organismo. En tal caso estaremos ante una conversación reduccionista, arcaica y basada en el desconocimiento.

 

No es necesario saber de todo, pero si tenerlo en cuenta, saber donde están nuestro límites, hasta dónde alcanza nuestro conocimiento de hoy e intentar ampliarlo para el día de mañana. Trabajamos con cuerpos humanos, y es por eso que estamos aquí en busca de la verdadera anatomía, anatomía real y compartiendo los conocimientos de fisioterapia, cirugía, psicología, ejercicio físico y arte (si, en estas formaciones también vienen artistas). Esas conversaciones son las realmente enriquecedoras, más que cualquier texto monoteísta, estas son las que hacen ver la importancia de otras áreas, la perspectivas de quien ha decidido recorrer miles de kilómetros para compartir tiempo y espacio con otras personas de inquietudes similares. Esto es un regalo y para nada un trabajo.

 

Volviendo tras este pequeño excursus al sujeto de nuestro 10 Days Intensive Dissection Workshop, después de invertir dos horas por la mañana y casi otras dos por la tarde Patricia pudo desahogarse con un sonoro YESSSS!!!! mientras nos mirábamos con una sonrisa diciendo “yes, we did it, we got it”. El trabajo de cinco personas hizo posible que todo el grupo pudiera admirar la piel de William en la mesa junto a la forma de fascia superficial. 4,5kg de de piel, un traje que había vivido 80 años, cambiando, regenerando las células pero firmemente entrelazado con el tejido subyacente, la fascia superficial.

 

Nuestra fascia superficial es quizás el órgano infravalorado de nuestro cuerpo. Observándola con detalle, palpando cada milímetro cuidadosamente y buscando las relaciones con el envoltorio epidérmico que acabábamos de retirar nos percatamos de la estrecha relación que guarda esta unidad funcional. Allí donde la piel estaba más blanda, el entramado del tejido conectivo subyacente era menos firme, menos compacto, mostrando un desequilibrio en relación con otras áreas. Casualmente en las rodillas, encontramos este tipo de organización más laxa, lo que me llevó a pensar, dada la estrecha relación entre la fascia superficial y profunda en esta articulación, si esto podría ser un sinónimo de desequilibrio articular…, ocurrirá lo mismo en los hombros, columna vertebral. Otra puerta se abre, una nota más para el cuaderno de proyectos en el laboratorio para seguir investigando y aprendiendo.

 

Allí donde la piel estaba más blanda, el entramado del tejido conectivo subyacente era menos firme, menos compacto, mostrando un desequilibrio en relación con otras áreas.

 

Recordáis las densificaciones en la cicatriz de la cadera de William de las que os hablé ayer, en este caso ocurría lo contrario que lo que he descrito en el párrafo anterior. En  esta zona, fruto de la reconstrucción del tejido, en vez de encontrar un laxitud excesiva, nos enfrentamos a cada paso de la disección con un caos tanto vascular como fibrilar en el que la re-organización de las fibras de colágeno mantienen una tensión excesiva en la matriz extracelular del tejido conectivo que, en caso de ser crónica, los fibroblastos interpretarán como un peligro potencial, perpetuándose la inflamación y el dolor. Un mundo apasionante este de la interpretación y la comprensión de los tejidos.

 

Por la tarde, trabajando sobre la fascia superficial, con premeditación y alevosía nos propusimos como equipo organizarnos e intentar respetar y mantener la continuidad en el panículo adiposo de William dado que nos mostraba potencial para este nuevo proyecto.

 

Cansados pero muy contentos abandonamos el laboratorio a las 17h con puntualidad inglesa, listos para tomar un té y disfrutar de un paseo por la West Sands Beach a orillas del Mar del Norte atravesando el mítico Magic Hedge de los Somanauts’2013 para llegar hasta ella.

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Crossing the Magic Hedge at St Andrews

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Crossing the Magic Hedge at St Andrews

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Mañana más aventuras der este viaje fascial, pero por el momento, a descansar cuerpo mente y fascia superficial.

 

Nos vemos a la hora del té 😉

Primer día de viaje en el laboratorio de disección

El primer día de nuestro viaje amaneció lloviendo, un paso rápido me llevaba hacia la escuela de medicina donde nos esperaban Gil Hedley y Julian Baker para la recepción del grupo.

 

Cruzar las puertas de este edificio empieza a ser algo que veo como normal, pero siempre me gusta parar un segundo, leer el grabado de los cristales de las puertas antes de atravesarlas, leer ese “School of Medicine University of St Andrews” y sentir los pies en este suelo, el suelo de la Universidad más antigua de Escocia y una de las más antiguas del Reino Unido. Al hacerlo me dije: “bien Ibai, ya estas de nuevo aquí gracias a cada hora de trabajo, a cada curso que has impartido, pero sobretodo gracias a quienes han confiado en ti para que desde la teoría y el movimiento les acompañes en el viaje al mundo de las fascias”.

 

Así es, si estoy aquí es gracias a todos vosotros y motivado por compartir cada detalle, cada nuevo aprendizaje, porque ¿de qué sirve tener conocimientos si no los podemos compartir?.

 

Al entrar en el hall abrazos con viejos amigos, miradas y sonrisas con los nuevos conocidos y un magnetismo en el ambiente difícil de definir. ¡Qué energía más buena!.

 

Tras el reparto de tarjetas, autorizaciones, y normas básicas del edificio, subimos hacia las instalaciones en las que trabajaremos los próximos 10 días.

 

Nunca olvidare la primera vez que subí por ellas, aquella vez estaba solo, asustado, pero con una determinación capaz de subir montañas y superar los retos más difíciles. Esta vez me siento acompañado e intento mantenerme cercano de aquellos para quienes esta es su primera vez, aunque solo sea con una mirada o conversando mientras subimos.

 

Paramos unos instantes antes de acceder a la biblioteca/aula de estudio en la que haremos la vida “off the lab”. Esa parada tampoco la olvidaré jamás, es como ese tiempo de espera antes de que den la salida de una carrera, se nota el calor, puedo oír el latido de mi corazón y podría decir que también se siente el latido del de los demás. Ya estamos más cerca…

 

Como otros años, tras una hora de presentación en el interior del laboratorio paramos para tomar un café y hablar con los compañeros de curso que acabamos de conocer. Este año el grupo es más internacional que nunca, con compañeros que han viajado desde Israel, Canadá, EEUU, Australia, Italia, Polonia, Suiza y España…

 

Después de ese café, llegó el momento de abrir las mesas y conocer las formas que nos darán la lección de anatomía estos próximos diez días. La observación es lo primero, ser capaces (o por lo menos intentarlo) de captar detalles, colores, formas que llamen nuestra atención. Es necesario hacerlo sin buscar un por qué, sin juicios, sin pre-juicios que nublen nuestra mirada, abriendo todos los sentidos a la historia que nos están contando desde este primer momento.

 

 

Primero fue el turno de 819, una forma masculina en la que pudimos ver una cicatriz en la cadera derecha además de su pene circuncidado.

 

Le siguió una mujer que no era nueva para mi (807), yo ya le había visto antes, a las pocas horas de morir. El año pasado, a mitad de la semana en el laboratorio, llegó el cuerpo de una donante desde el hospital. Hacía solo unas horas que había fallecido y gracias a Garry pude acercarme a ver el proceso de embalsamamiento. Como os conté en aquella ocasión: “Al entrar en la pequeña sala con dos camillas metálicas y una mesa que iba de pared a pared pude ver en uno de los lados la maquinilla con la que le habían afeitado el pelo a una mujer que no era como las formas que nos acompañaban en el laboratorio. Los colores no eran los mismos. Solo habían pasado tres o cinco horas desde que falleció y su cuerpo todavía mantenía algo de calor. La sensación en aquella sala fue como si todavía quedara vida, restos de una vida que se escapaban al mismo tiempo que mis pulmones oxigenaban la sangre y podía sentir el latido de mi corazón. Los colores no eran los mismos que en las mesas de disección porque los tejidos aún no estaban fijados. Era como una flor que guardaba toda su belleza a pesar de haber sido cortada. Garry simplemente estaba poniendo esta flor en un jarrón para conservar su esencia. Ese es el trabajo del embalsamador…

 

Había un vínculo especial, no solo la visión anatómica que percibía las prótesis en los pechos o la cicatriz en la región infraumbilical, y tampoco mi forma de palpar fue la misma, ni mejor ni peor, tan solo diferente…

 

Pasamos a otra forma femenina (812), esta sin cicatrices, pero con unas piernas muy hinchadas y después fue el conocimos a 818, otra forma masculina que presentaba una cicatriz en tórax y otra en el abdomen.

 

Acabamos nuestra ronda de presentaciones con una forma masculina (821) que a simple vista no presentaba cicatrices, veremos que nos cuenta con el paso de los días.

 

Formando un grupo:

 

Oliver, Ana, Patricia, Ray y yo nos juntamos en torno a una de las formas masculinas. Algunos de nosotros queríamos profundizar en la historia de alguien conocido, pero ese tipo de citas no hay que forzarlas y además, estamos cerca, en la mesa de al lado… y así poder seguir de cerca la historia de Angélica (así las ha llamado su grupo).

 

Hablando de nombres…, después de recorrer el laboratorio observando cara a cara y en posición erguida cada una de las formas, hemos vuelto a nuestra mesa, donde cada grupo ha dado nombre al profesor de esta semana:

 

                • 819 – William
                • 807 – Angelica
                • 812 – Mabel
                • 818 – John
                • 821 – Ozzie

 

Dibujo detalle mesas en el Anatomy Lab

 

A partir de aquí trabajamos en la piel, diferenciándola de la hipodermis, palpando con el escalpelo, sintiendo la resistencia que ofrecían los retinacula cutis superficialis al crear el espacio entre piel y tejido subcutáneo. Sensaciones a las que debemos llevar nuestra atención, no tan solo pasar, cortar e ir con prisas a otro nivel, dando tiempo a que toda la información que se esconde en esas uniones la registre nuestro cerebro, creando un mapa que jamás se puede olvidar, creando el mapa que nos hace entender y visualizar de otra manera el cuerpo humano.

 

Nuestro William quiso darme la oportunidad de poder trabajar y reflejar la continuidad de la piel a lo largo del muslo y la pierna derecha, pero al levantar la vista de mi trabajo, pude ver que Oliver y Ana estaban trabajando con una disección minuciosa y muy buenos resultados en la pierna y el abdomen respectivamente.

 

De este proceso me llama siempre la atención la diferencia que existe entre unas pieles y otras. Sus grosores, sus adherencias al tejido subcutáneo (siendo esto muchas veces adaptaciones) en parte fruto de la gravedad, en parte por la genética, pero en gran medida (y esto es una opinión) un órgano cuya estructura se forma como resultado de la relación que tenemos con el entorno que nos rodea, con el mundo, con la vida…, que cuando se vuelve más gruesa, es como si nos fuéramos cerrando poco a poco, protegiéndonos de todo lo externo, bueno o malo, como si nos apartáramos de todo. La piel no la podemos dejar pasar de largo, y mucho menos si tenemos en cuenta que en ella se anclan elementos de sostén para el tejido que forma la fascia superficial. Un componente, el más externo, que nos permeabiliza del exterior pero sin dejarnos aislados de lo que nos rodea.

 

La diferencia que existe entre unas pieles y otras (…) un órgano cuya estructura se forma como resultado de la relación que tenemos con el entorno que nos rodea, con el mundo, con la vida…, que cuando se vuelve más gruesa es como si nos fuéramos cerrando poco a poco, protegiéndonos de todo lo externo, bueno o malo, como si nos apartáramos de todo. La piel no la podemos dejar pasar de largo, y mucho menos si tenemos en cuenta que en ella se anclan elementos de sostén para el tejido que forma la fascia superficial.

 

 

La cicatriz de la cadera derecha de William nos ha mostrado ese mecanismo de protección, de adaptación, densificación de los tejidos que seguiremos los próximos días en cada uno de los niveles que exploremos, abriendo todos los sentidos para no perder detalles y reflexionar sobre lo que encontremos a cada paso interfascial e intrafascial.

 

El día terminó disfrutando de un paseo con Fiona por las calles de St. Andrews, en el que los matices de las formas, los colores, los sonidos y el agua de la lluvia nos acompañaron hasta que estuvimos de vuelta en el calor de nuestros apartamentos.

 

Disfrutad de la tarde y dejad que vuestra piel se estire, se repliegue, que acaricie y que la acaricien, que se roce con el aire y con el viento, compartiendo todo lo mejor que llevamos dentro.

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Nos vemos mañana, a la hora del té 😉

Anatomía a las cinco: Diario de un viaje al interior del cuerpo humano (Edimburgo 07.2015)

Otro año más tengo la suerte y la oportunidad de formar parte del equipo que junto con Gil Hedley llevará a cabo el 10-Day Hands-On Human Dissection Course en la Escuela de Medicina de la Universidad de St. Andrews (Escocia), y con este ya son tres los viajes compartidos, junto a un equipo de somanauts, al interior del cuerpo humano…

 

En 2013 nacía “Anatomía a las cinco: Diario de un viaje al interior del cuerpo humano”. Para quien no lo conozca, se trata de una serie de publicaciones en el blog que pretenden acercar a todo el mundo las vivencias en el laboratorio de un joven apasionado por la anatomía. Ese joven, a través de los post quiere humanizar el hecho de la disección por todo lo que le aporta, por todo lo que le ayuda a entender la realidad anatómica y el propio movimiento humano.

 

Cada segundo en el laboratorio es un instante más cerca de la realidad, más cerca de la vida aunque paradójicamente el aprendizaje se desarrolle a partir de formas que hace tiempo que dejaron de ser estructuras vivas, pero que sin el valor, decisión y generosidad de quienes en algún momento elegido optaron por donar, nada de esto sería posible.

 

¡Qué menos entonces que compartir aquello que estos ojos sean capaces de ver, de observar, de apreciar, para hacer valer más aún la bondad de quienes nos acompañaran esta semana en el “anatomy lab”!.

 

Julio 2015 está siendo diferente, o por lo menos especial, entre otras cosas por la posibilidad de pasar más tiempo en el laboratorio haciendo anatomía, descubriendo y apreciando los secretos que cada forma nos pueden desvelar. Primero fueron tres días en Dundee, con Stephen Levin, John Sharkley y Joanne Avison orientando nuestro trabajo hacia la biotensegridad, y ahora será con Gil Hedley y Julian Baker desde la perspectiva de una anatomía integral y la fascia funcional.

 

Son otro tipo de vacaciones, o mejor dicho, se trata de una experiencia que no te deja indiferente, porque además de ampliar los conocimientos sobre el cuerpo humano, sobre los tejidos, las fascias y sus relaciones, la experiencia en si misma (y la forma en la que a mi personalmente me gusta vivirla) hace que conecte conmigo mismo, descubre mis miedos, se apoya en mis fortalezas para llevarme hacia lo desconocido y no temer, sino estar dispuesto a aprender. Cada segundo en el laboratorio me hace apreciar más la vida, lo que tengo y todo lo que sobra, lo que no ayuda…, un diálogo que se desarrolla viajando entre planos, liberando estructuras, analizando formas, diferenciando texturas con el bisturí, las pinzas y las propias manos.

 

Cada segundo en el laboratorio me hace apreciar más la vida (…) un diálogo que se desarrolla viajando entre planos, liberando estructuras, analizando formas, diferenciando texturas con el bisturí, las pinzas y las propias manos.

 

Os invito a que estos días pasemos un rato juntos, a la hora del té, porque aunque el esfuerzo de redactar una crónica diaria es grande, por un lado considero que si no lo hago, algo se queda,  mucho se olvida, y por otro que compartiendo lo que sabemos, juntos aprendemos.

 

Nos vemos mañana a la hora del té 😉

VIDEOS ANATOMÍA PARA ESTUDIANTES Y ENTUSIASTAS DEL CUERPO HUMANO

ATENCIÓN: Los videos de esta sección contienen imágenes de cadáveres humanos y disecciones de los mismos que pueden herir la sensibilidad del espectador.

NOTE: The videos in this section are images of human cadavers and dissections of the same that can offend the sensibilities of the viewer.

REMARQUE: Les vidéos de cette section sont des images de cadavres humains et des dissections de la même qui peuvent heurter la sensibilité du spectateur.

Gil Hedley: Dissection of diaphragm and transversus abdominis‬
‪Gil Hedley: Exquisite lungs breathing‬
 
Gil Hedley: Fascia and stretching. The Fuzz Speech‬

Todd García: Laboratories of Anatomical Enlightenment – Fresh Tissue – Brain
Todd García: Laboratories of Anatomical Enlightenment – Cranial Vault

Todd García: Laboratories of Anatomical Enlightenment – Knee Ligaments
Thomas Myers: Daphne’s foot.
Jean Claude Guimberteau: Strolling under the skin
 
Hasta la próxima entrega…

 

FASCIA PROFUNDA, MÚSCULO Y MÁS: Intensive Dissection Workshop (Edimburgo 07.2013)

“You are in Heaven heare” me dijo ayer por la tarde Chris (para quién esto no es nuevo, porque es la  quinta vez que viene a los Intensive Dissection Workshops de Gil Hedley y tengo la suerte de compartir mesa con él).


Heaven, I’m in Heaven, NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA 


Me pasé tarareando la canción el resto de la tarde mientras anotaba los detales de la intesa tercera jornada.


Fue un día muy productivo, en el que trabajamos siete horas sin muchos descansos. 


Desde el momento en que nos pusimos delante de la mesa con Joy, es como si algo nos impidiera separarnos de ella. Tiene tanto que contarnos…


Trabajando en la dissección, la abstracción es total. O por lo menos así lo viví yo, que a la hora de repartir los puestos me dije:


“No vayas a por lo fácil, a por lo que ya conoces y sobre lo que has pasado horas y horas leyendo. Arriésgate y sal de tu zona de confort para descubrir algo”


Así lo hice y al pensarlo se me saltan las lágrimas (no es coña). Pasé toda la mañana sobre la cara y parte anterior del cuello de Joy. Fue un trabajo minucioso y por la tarde pude notar la fatiga en los antebrazos y las manos.

Antes de hacer ninguna carnicería, dediqué unos minutos a revisar las regiones que iba a diseccionar en los atlas de anatomía que circulaban por el laboratorio.


Una vez visualizado el mapa y con el plan de ruta en la cabeza, le pedí a Michael el bisturí y las pinzas hemostáticas.


“Bueno Joy – dije – vamos a hacer esto bien, muy bien” 


  • Primero apareció el cartílago de su nariz, color berenjena, que parecía decir: ¡¿Cómo?!, ¡¿Quién está ahí?!.
  • Separé sus músculos faciales, y bajo la membrana que cubría el lado derecho apareció la fascia temporal, como aparece una concha en la playa después de una ola. Precioso color nacar, brillante.¡Whao!

  • A continuación bajando en linea tuve mucho cuidado en no separar el masetero, que al verlo con la mandíbula cerrada de Joy, me recordó a una maza.


Hago memoria, pienso si ya he encontrado todo lo que quería o creía que iba a encontrar. Entonces, ¡Bingo!, un flash de la glándula parótida viene a mi cabeza. 


¿Por qué ella, puede que te preguntes?. Pues para empezar porque la mayoría de las veces que vemos una imagen del cráneo nos la han quitado poruqe estorba para ver lo que ella esconde.


No se el tiempo que pude pasar con ella, aplicando pequeños cortes para no dañar todo lo que había alrededor compartiendo espacio. Era nustra primera y única cita. Yo quería causar una buena impresión, y que nos conociéramos a fondo.


La glándula parótida de Joy me contó cómo abrazaba a la arteria carórtida externa. Me hablo de sus caricias con la vena retromandibular y de los largos y apasionados encuentros de las tres con el nervio facial (VII) en el día a día de Joy, con cada palabra, al masticar, al vostezar antes de ir a dormir…, ¡Whao!


Aquí os dejo una imagen de GRAY para que podáis visualizar mejor lo que os acabo de contar.


Diseccionando, diseccionando, me encontré un ECOM (Esterno Cleido Occípito Mastoideo) y me dije: “vamos a ver si es cierto esto que cuentan de este Señor”.


Fiel a su definición, me demostró cómo para poder conectar la parte anterior del tronco con la parte posterior de la cabeza en sentido oblicuo, tienes que hacerlo con unos buenos anclajes como la apófisis mastoides, el occipital, cláramente el esternón y una evidente división de tareas gracias a sus raíces en la clavícula. Me hizo pensar a as cuerdas maromas que amarran los barrcos en puerto.


Por la tarde dimos la vuelta a Joy.


Ahora si que tenía una predilección, quería trabajar la región de los glúteos y el sacro.


Un proyecto ambicioso para las tres horas que nos quedaban. 


Chris y yo, uno en cada nalga empezamos la aventura bajo la atenta mirada de Andrea que bajo ningún concepto quería que confundiéramos el nervio ciático y lo cortáramos. Y es que aquí no es como en los atlas de anatomía, que viene pintado de amarillo para saber quién es quién ;-).


Pués bién, el glúteo mayor de Joy resultó ser un doble cuarto de libra.


Al separarlo dije: “pero mira a quién tenemos aquí” (bueno, la verdad es que no fue así, esto lo hago para resumir y evitar explicar los veinte minutos que pasé limpiando delicadamente la zona para aclarar un poco las cosas).


Más bien fue así:


Primero: “¿Pero qué cojones es esto?!!!”


20 minutos después: “¡Pero mira a quién tenemos aquí!”


La sensación de confusión es buena, es mejor que tener una idea equivocada. Deja paso a la luz, con la que pacientemente hice aparecer al glúteo medio, glúteo menor y piramidal.


Recordías que en el post sobre el piramidal y el nervio ciático os dije que que las raíces del nervio ciático se sitúan dentro de la aponeurosis del músculo piriforme…¡¡PUES LO PUDE VER !!


¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!


Terminé la tarde junto a Chris explorando mano a mano, descubriendo la realidad de Joy, que es muy parecida en cada uno de nosotros, pero diferente en todos a la vez. ¿No es algo maravilloso?


Debo decir que gracias al trabajo de mis compañeros pude apreciar la superposición de las capas e nivel abdominal, los músculos que forman los diferentes compartimentos de la pierna, así como los diferentes músculos del muslo. Buff!! GRACIAS EQUIPO.

Un abrazo y hasta la próxima entrega… (a la hora del té)

SEPARANDO LA FASCIA SUPERFICIAL DE LA FASCIA PROFUNDA: Intensive Dissection Workshop (Edimburgo 07.2013)


9:00 bata puesta y todo el grupo listo para comentar la experiencia del día anterior. Comentar las sensaciones y las diferentes impresiones de primer día del programa. 



¿Qué pensabas, que llegamos al laboratorio con el escalpelo entre los dientes dispuestos a cortar lo que se nos ponga por delante?.

De eso nada, necesitamos nuestro tiempo fuera de la mesa de disección para poder compartir lo que hemos visto, tocado, sentido.

Ayer separamos la fascia superficial. Esa parte de color amarillo que hicimos aparecer al diferenciar la piel. 


Referirnos así a ella es como despreciarla. Es como llamarla grasa o tejido adiposo, sin más. Para nada mis queridos amantes de la anatomía humana.


Cuando tocamos a una persona, cuando nos tocan, es la piel y la fascia superficial quien recibe y transmite ese contacto. Es un órgano en sí mismo.


Cuando nos movemos, cuando hacemos que una persona se mueva, es esa “red interminable”  (The Endless Web que dirian Schultz y Feitis. Libro que os recomiendo si queréis adentraros en el mundo de la fascia) la que se adapta y permite que eso ocurra.



Y es que, no es a base de estirar que vamos a ser más flexibles.

Es a base de movernos que nuestros tejidos estarán más hidratados.


Habrá mas fibroblastos en la zona y entonces seremos más flexibles.

Podríamos decir de la fascia profunda que es una gran glándula endocrina, la más grande del cuerpo. 

Sin embargo muchas veces solo pensamos en ella como algo estético. Y nosotros, profesionales del ejercicio para la salud somos los primeros que deberíamos reconocer su importante papel en el organismo, porque sólo así, desde el conocimiento seremos capaces de hacer entender a nuestros alumnos que la cantidad de este tejido en el cuerpo debe ser proporcional a nuestra altura, y que como todo, en exceso, no deja que el organismo funcione correctamente, mientras que en defecto puede traer otro tipo de problemas.


Pero no acaba ahí. Si eres fisioterapeuta, es la fascia superficial sobre la que trabajas. Y esta transmite y cambia su estado y relación con respecto a la fascia profunda y los músculos. Saber cómo esta capa es más gruesa en unas zonas que en otras, cómo varía de unas personas a otras, te ayudará a mejorar tu “Touch” y no tener que realizar simples vivisecciones a las que llamar masaje o tratamiento pero que en realidad son un defecto de forma porque seguro que tu objetivo es mejorar al paciente.


Separar la fascia superficial deja a la vista la fascia profunda y a través de ella pudimos ver el músculo.

¿Qué se siente?. Cada segundo tienes la sensación de descubrir algo. Y en realidad es así, porque estamos haciendo anatomía con estos cuatro cuerpos. La primera vez (y la única) que se hará anatomia con ellos. 


La impresión que tengo al hacer esto es que no esta todo escrito, que todo no esta descubierto.

Suena un poco engreído, pero la realidad es que sólo con esa actitud, infantil en cuanto a la ingenuidad, pero con la mente abierta a la evidencia es como se aprende, y es así como desde hace años han llegado los descubrimientos. Gracias a personas que aún teniendo muchos conocimientos, al descubrir algo nuevo no lo negaban, sino que utilizaban lo que habían aprendido para poder explicar el por qué al resto.


Esto me hace pensar a una frase que utiliza la marca de ropa y equipamiento de montaña The North Face®: “Never stop Exploring® y a la que yo añadiría la de “Never stop Learning”.


Y eso hice durante el día de ayer. Segunda jornada en la que invertimos 8 horas los 8 miembros del grupo para hacer ver la luz a la fascia profunda de Joy que nos permitió: 


  1. Comprobar la forma y textura de la fascia superficial una vez separada del cuerpo.
  2. Comprobar el peso de la fascia superficial (y os prometo que: la parte correspondiente al lado derecho del abdomen de Joy eran unos 4 kilos; la del izquierdo nos pareció a todos un poco menos pesada; y que levantar la pieza de fascia superficial de la pierna derecha que conseguimos separar de una sola pieza era como levantar una alfombra de esas de pelo que son más pesadas que un cerdo en la ceja).
  3. Poder ver como había cicatrizado la operación de masectomización de sus dos pechos.
Para que os hagáis una idea, imaginad cuanto puede pesar una chaqueta de este tipo…, y ahora calcula 2 ó 3 chaquetas juntas.



Yo no pude evitar colocarme la pieza del abdomen, como sí fuera un delantal y esto me ayudó a entender como varía el centro de gravedad y la postura si queremos sujetar esos kilos de más ( y eso que sólo era un lado). 


A las 16:30 pudimos ver a la nueva Joy, “Deep Fascia Joy”, que nos hizo ver que a pesar de las grandes piernas que palpamos el primer día, su fascia profunda escondía una musculatura débil y muy poco tónica.




Y como guinda para terminar el día Gil diseccionó el clítoris de Isadora. Explicó tantas cosas según iba diseccionando que necesitaría otra semana de entradas en el blog solo para explicar una cuarta parte de lo que nos contó. 

 ¿Qué nos enseñará la fascia profunda de Joy?, ¿Y la de sus compañeras/o de laboratorio?


Hasta la próxima entrega… (a la hora del té).  

DESCUBRIENDO LA PIEL Y LA FASCIA SUPERFICIAL – Intensive Dissection Workshop (Edimburgo 07.2013)




Salir de la ciencia por un momento para ser consciente de lo humano y desde lo humano, volver otra vez a la ciencia.


St Andrews es uno de esos sitios con encanto. Pequeña, cuatro calles con sus casas antiguas, un gran campo de golf junto a la playa y los conejos correteando por las campas y los jardines mientras gaviotas y cuervos sobrevuelan a modo de vigilantes  la ciudiad.


Para situarnos, está en la costa Este de Escocia (condado de Fife) y es una de las ciudades mas antiguas e históricamente más importantes de Escocia.

Además del castillo (en ruinas), tiene una de las universidades más antiguas y prestigiosas del Reino Unido: University of St Andrews.



Pero no acaba ahí. Se le considera la “cuna del golf” por tener uno de los campos más antiguos del mundo 






A las 8:55 armado con mi bata blanca y mis five fingers (los guantes, el bisturí y las pinzas hemostáticas nos las darán dentro) me presento en el hall de la St Andrews School of Medicine queriendo mostrar tranquilidad e intentantando que no me tiemble mucho la mano en el momento de firmar la hoja para que me entregaran la tarjeta de “Visitante”.








Sí, estaba nervioso, creo que mi corazón no había bajado de las 120 pulsaciones por minuto desde las 6 de la mañana que me desperté. 


La aproximación  de la primera mañana fue progresiva. Después de una visita a las instalaciones y de presentarnos al grupo os diría que el laboratorio ya no era tan frío como al entrar la primera vez.


Gente de todo el mundo, Wasington, Nueva York, Finlandia, ¡y un chico que vivió un año en Vitoria y jugo a rugbi en el Gaztedi!!. Esto ya me hizo sentirme como en casa.


Ver y tocar un cuerpo sin vida (la primera vez)


En los Integral Anatomy Intensive Dissection Workshops no se oculta el rostro de los donantes. Es más, se hacen la presentaciones para conocer la forma mas exterior del cuerpo que vamos a estudiar. 


Gil leva mas de 20 años haciendo esto y nos supo acercar al momento de abrir las cajas de forma tan natural que la impresión al ver a Alex (así es como su grupo decidió llamarla después) no ha sido mala. Todo lo contrario, lo que sentí fue respeto y agradecimiento por poder tener esta oportunidad de explorar el espacio interno y descubrir no solo lo que dicen los libros de anatomía, sino la realidad y las evidencias que nos enseñen estos cuerpos.


Y es que, la primera mañana consistía en observar, palpar y ser capaces de interpretar la información que nos da el cuerpo, sobre su historia.


A partir de la posición de la pierna derecha y de la cicatriz a la altura de su cadera, todo apunta a que veremos una prótesis de cadera (y lo que eso conlleva en las estructuras que la rodean). 


Los otros cuerpos se llamaron: Isadora (de Isadora Duncan por los pies en flex que presentaba, como si estuviera a punto de empezar a bailar); Joy (le faltan los dos pechos veremos que nos cuenta su interior. Le hemos llamado así porque parece que sonríe), Sunny (el único hombre del grupo).


Sólo con la observación, hemos visto morfologías tan diferentes… 


Antes de irmos a comer,pusimos de pie a los donantes para tener otra visión y hacernos una idea de las proporciones de cada cuerpo.


Debo decir que esto les volvió más humanos aún, y si antes ya sentía respeto por cada una de las formas, por la fragilidad de Alex,  por la feminidad de Isadora, la juventud de Joy o por Sunny (al que no pude ver porque para poder levantarle de la mesa hicieron falta muchas manos, las mías en su cabeza y el omóplato izquierdo), ahora sentía además aún más agradecimiento por poder tener esta oportunidad. Gracias a estas personas desde el momento en que decidieron donar sus cuerpos, hicieron que mi sueño fuera posible


No os podeis hacer una idea lo que cambia ver un cuerpo en la mesa de disección a verlo de pie, cara a cara. Tu relación con la forma que vas a estudiar es diferente:

Salir de la ciencia por un momento para ser consciente de lo humano y desde lo humano, volver otra vez a la ciencia.


Después de comer, explicación de las normas básicas del uso de los escalpelos y pinzas hemostáticas para evitar los cortes en tejido vivo para ir a descubrir las relaciones de piel y fascia superficial.




Descubriendo la piel y la fascia superficial:


La primera incisión con el bisturí…, respirar hondo, abrir todos los sentidos, pensar que es la primera vez que vas a hacer esto por primera vez y desde ahí un trazado directo de la rodilla al tobillo por el interior de la pierna. 


A partir de aquí un trabajo minucioso de separación de la piel y el tejido adiposo subcutáneo en el que fuimos cambiando los puestos para trabajar en diferentes zonas.


Es sorprendente (por no decir alucinante) el grosor de la piel, la diferencia entre las partes interna y externa y su continuidad con la fascia superficial, cómo deja pasar la luz si la ponemos frente a una lámpara y su resistencia. Así se comprende la especialización de los tejidos. Y ver como cambia esto de una forma a otra, tan fina en alex, tan gruesa en la espalda de Joy.


Si tengo que decir un color, sería el amarillo. Así es la fascia superficial. Todas las tonalidades de amarillo que puedas imaginar repartidas, aveces más, aveces menos, prácticamente inexistentes en el caso de Alex.
Eso es lo que he visto después de cada corte y al avanzar para separar estas dos capas que son dos capas desde el momento que trabajas con el bisturí sobre ellas. De no ser así, son partes de una estructura que durante la vida se han movido como una unidad.



Después de una siesta, un paseo por la arena de la playa y de acariciar la hierba de uno de los  campos de golf más antiguos del mundo, la sensación es de: fue una buena experiencia la de ayer.


¿Qué descubriremos mañana?…, ¿Cómo se presentará la fascia profunda de Joy?, ¿Estará  la forma de Isadora definida por sus visceras o no?


Hasta la próxima entrega… (a la hora del té) 

PD: aquí tienes los videos de Gil sobre piel y fascia superficial:



De dónde viene el término ANATOMÍA?


Seamos como los niños y juguemos a hacer preguntas, como por ejemplo:

¿De dónde viene el término anatomía?.

El término anatomía tiene su origen en el griego anatemnein que quiere decir abrir cortando (lo que viene siendo abrir en canal): Ana – (hacia arriba) y – temnein (cortar).


Buscando esta respuesta me embarqué en la lectura de textos sobre la historia de la anatomía. Pensaba que iba a ser bastante aburrido… . Todo lo contrario, me quedé fascinado y motivado por las historias de los primeros anatomistas y su afán por conocer el espacio interno.


Hipócrates (460 aC – 377 aC), Galeno, … en la Antigüedad y la Edad Media, Leonardo da Vinci, Andrés Vesalio (1514 – 1564) en el Renacimiento, fueron los pioneros, y como ellos, quería saber lo que realmente hace que nuestro cuerpo funcione, no solo con la visión reduccionista o simplista de uno de sus sistemas


Un organismo no es sólo aparato locomotor (y esta idea está muy extendida entre los profesionales del movimiento).


Solo con una visión global podemos entender que cada acción, gesto, movimiento o entrenamiento que hagamos influye sobre todas y cada una de las partes que lo componen (no debemos olvidar que nuestro origen está en una célula que se divide una y otra vez, para después especializarse y dar lugar a la maravillosa obra que es el cuerpo humano). Esto me llevó a interesarme por las disecciones, que en la antigüedad se practicaban para poder aprender la anatomía.



¿Y el término disección?.

  • Disección es la división y separación metódica de las partes y órganos del cuerpo para su estudio.

  • Una técnica quirúrgica de separación de las estructuras anatómicas (normales o patológicas) con el fin de estudiar su morfología y sus relaciones anatómicas.

Espera, ¿pero esto no era anatomía?. 


El descubrimiento de los textos griegos en el Renacimiento hizo que se tradujeran al latín.


Por lo tanto, nos encontramos ante un helenismo latino, es decir, una mera transcripción del griego derivado de un término que ya existía en latín: dissectionem; dis – (en distintas driecciones), – sec(are) (acción de cortar), -t – ion(em) (acción), para darle el significado del término griego (de ahí el parecido)


Los textos del renacimiento utilizaban ambos términos indistintamente.


Hoy en día los diferenciamos, siendo anatomía la ciencia que estudia la forma y estructura y disección la técnica quirúrgica que nos permite estudiar la anatomía.


Recuerda que anatomía eres tú.

Independientemente del origen de los términos, solo hay una persona que puede hacer que tu cuerpo funcione. Esa persona eres TÚ. 


Hasta la próxima entrega… (a la hora del té).