El triángulo de Scarpa y el plexo braquial: una ventana fascial a nuestra esencia visceral.

Nuestro viaje a través de la fascia profunda o deep fascia en el sexto día de laboratorio nos llevaba al mundo de los músculos.

 

Empezamos como cada día en nuestro círculo de la mañana donde Gil nos transmitió una idea para mantener el buen nivel de trabajo que llevábamos hasta entonces. De nuevo, paciencia, prisa cero y atención a cada detalle en este territorio en el que a veces es difícil no dejarse llevar por el principio de origen – inserción que hemos tenido que aprender de los atlas de anatomía. La idea era clara, seguir con nuestra línea de respetar y mantener la continuidad para entonces observar, palpar, interpretar, reflexionar y solo entonces diferenciar para avanzar si es necesario.

 

Sus palabras me hicieron pensar en cómo mis padres (San Luis y Santa Elisa) me enseñaron de pequeño a no destrozar el papel de los regalos. Evitar que las ansias hicieran que rompiera algo para conseguir lo que estaba escondido. Estas fueron las primeras lecciones de autocontrol, sembrando la capacidad de observación de los detalles, porque desde el lazo, al color y dibujo del papel, todo era parte del regalo, y ahora, 35 años después soy consciente de ello, o por lo menos soy capaz de darme cuenta. Gracias…

 

Una vez en las mesas dejé que Oliver y Ana continuaran desvelando los secretos de la musculatura abdominal anterolateral a través de sus fascias y aponeurosis lanzando miradas fugaces cada vez que oía un OMG (Oh my Good!) y así no perder detalle desde la región del muslo derecho donde centré mi atención gran parte de la mañana.

 

Usando mis manos y la punta de unas tijeras fui creando espacios entre las diferentes “bolsas” fasciales que envolvían el tejido muscular. Este tejido represente entre un 40-50% del peso de nuestro cuerpo, y entre mis manos, aunque a simple vista no lo podía ver, sabía que se trataba de músculo estriado.

 

Por primera vez en mis disecciones olvidé el reloj para estudiar más en profundidad esta “capa”. Dediqué entonces tiempo a la percepción macroscópica de este tejido pensando en compararlo después con el músculo liso cuando nos adentráramos en el mágico mundo visceral. ¿Sería capaz de percibir algo o iba a ser como la primera vez que pruebas un buen vino en la que los sentidos no son capaces de filtrar y clasificar la información y lo único que sabes decir es: “no se si es bueno, pero está rico”?. No importa, estoy abierto a todo, sin prisas, quiero sentir para poder transmitir. Filosofía slow.

 

En este “viaje miofascial” reafirmé cómo la disposición de los planos fasciales exponía una organización en la que planos finos, densos y fibrosos se alternaban con planos más gruesos y laxos adaptándose y dando respuesta a las demandas funcionales de la región en la que se localizan.

 

Esta disposición, que se repetía a todos los niveles alternando densidades y grosores, es la que permite el deslizamiento de unos planos sobre otros y, por lo tanto, el correcto movimiento y funcionamiento de las estructuras y órganos, bien sean musculares o viscerales, siendo cada un de esos planos fasciales sensible a un estímulo diferente. Es decir, sintonizará y responderá a una frecuencia diferente, en función de su composición, profundidad, etc…

 

Pedí a Ray que me dejara deslizarme por las estructuras de la pierna izquierda. Había diferencia con la derecha (recordad la prótesis de la cadera derecha y el diferente entramado de fibras en la cintila iliotibial), cuando intentaba avanzar, encontraba una resistencia diferente entre ambas. Todavía no encuentro palabras para expresarlo, puede que aún lo esté procesando en mi cabeza, pero el hecho de que tanto el desuso como el sobrepuso afectan al tejido conectivo, se hacía aquí evidente, estaba presente en las extremidades inferiores de William, caos fibrilar organizado vs caos fibrilar desorganizado, alteraciones del movimiento, adaptaciones, cambio, panta rhei.

 

Siguiendo las rutas de la  miofasica en William, los senderos de su fascia profunda me llevaron al triángulo femoral o de Scarpa, un espacio de forma triangular que se localiza en la parte superior e interna del muslo donde el tejido conectivo areolar, los vasos, nervios y ganglios linfáticos son los grandes protagonistas (Contiene a la arteria, la vena y el nervio femoral, además de vasos linfáticos).

 

Su base la forma superiormente el ligamento inguinal, el lado lateral lo forma el borde medial del músculo sartorio, el lado medial lo forma el borde lateral del músculo aductor largo y su vértice está orientado hacia abajo.

 

Triángulo de Scarpa

Triángulo de Scarpa

 

Me veo en la obligación de decir que la definición que acabo de dar es pobre y que desmerece por completo las virtudes del famoso “triángulo torero”.

 

El triángulo de Scarpa es una ventana a nuestra esencia visceral, con nervios, arterias, venas y vasos linfáticos que, arropados por la fascia axial y tejido conectivo (areolar) extraperitoneal se prolongan hasta nuestra anatomía más distal. Os hablo de nuestra extremidad inferior visceral que refuerza, estabiliza, nutre, drena e informa 24h al día, 365 días al año, estemos parados o en movimiento. Tres sistemas interactuando juntos, trabajando en sinergia, conectando nuestro yo más profundo con el yo periférico, nuestro yo visceral con el yo locomotor.

 

Mientras tanto, en otro lugar de la anatomía de William, Patricia y Ana trabajaban estudiando las conexiones fasciales en la fascia apendicular. Sus esfuerzos nos permitieron tomar conciencia como grupo del importante papel que juega el plexo braquial en el movimiento y estabilización de la articulación escapulo-humeral y su relación con el cuello.

 

Plexo braquial

Plexo braquial

 

Teníamos ante nosotros el tracto vascular y nervioso que se continuaba con lo que Marcel Bienfait llama la fascia cérvico-torácico-abdomino-pelviana. Se trataba del sistema suspensorio del suelo pélvico, o mejor dicho, del diafragma pélvico (y del diafragma respiratorio), entendiendo cómo tanto la posición de nuestros hombros, como la tensión de la mandíbula y los patrones respiratorios son factores estrechamente relacionados. La anatomía de William no podía ser más explícita, ahora nuestra tarea era sacar partido de lo que nos mostraba.

 

De nuevo una nos enfrentábamos a un divide et impera si queríamos estudiar ese sistema suspensorio del suelo pélvico y dibujar los brazos viscerales de William. Liberando la clavícula del esternón Patricia y Ana pudieron abordar este trabajo de chinos, teniendo que para a las cinco para nuestro té.

 

Por la noche, celebramos la 2015 Somanaut Community Dinner con el clásico Ceilidh Dance en Forgan’s.

 

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Mañana seguiremos nuestra aventura fascial, culminando algunos proyectos e iniciando nuevos, como siempre a la hora del té 😉

 

Os espero

Navegar por la fascia profunda del Gluteus Maximus y la Fascia Lata analizando los efectos de la cicatriz. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Motivado por el trabajo de Stecco et al (2013) sobre el glúteo máximo (GMax) a partir del que concluyeron que la cintilla iliotibial es un refuerzo de la fascia lata que no puede ser separada de ella, continuándose hacia el interior con el septo intermuscular lateral que separa el cuadriceps de los isquitibiales y añadiendo además que el GMax presenta una importante inserción en la fascia lata, tan amplia que la cintilla iliotibial podría considerarse un tendón de inserción del GMax, decidíir en busca de estas afirmaciones y ver hasta que punto la cicatriz de la operación para la prótesis de cadera de William modificaba o afectaba a esta organizaciónn descrita por los italianos.

 

El abordaje de este proyecto desde desde una perspectiva integral de la fascia me llevó a buscar un principio alejado del GMax, distal, así que la primera tarea fue diferenciar la fascia crural.

 

Mientras mi escalpelo viajaba entre la la fascia crural y la aponeurosis del gastrocnemio, creando volumen, rompiendo conexiones, dando perspectiva bidimensional desde el momento que la separación convertía la unidad en partes, de vez en cuando un despiste, el más ligero cambio en la orientación de la hoja del escalpelo creaba una ventana al epimisio del músculo. Creedme que cuando esto ocurre, me duele en el alma, porque lo último que queremos es romper la contuniuidad. Tampoco queremos crear nada, aunque en cierto modo, cada vez que iniciamos un proyecto, es como si esculpiéramos e inmortalizáramos la historia anatómica que nos cuenta William.

 

Al llegar a los rectináculos de la rodilla, a pesar de ser cuidadoso, tan solo conseguí un pequeño cordón plano, tan frágil que una maniobra algo brusca para liberar más tarde el GMax del sacro, hizo que destruyera la conexión. Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!.

 

A medio camino, en la región del muslo, continue hacia el interior siguiendo el septo intermuscular lateral que separaba el cuadriceps de los isquitibiales. Aquí solté el bisturí. En esta región hay muchas estructuras que puedo dañar, así que tomé unas tijeras con punta. Estas serían suficientes para poder desvelar la suspensión del nervio ciático en medio de un abrigo de tejido conectivo areolar y adipocitos.

 

Netter lower limb anatomy

 

Mientras mis manos lo palpaban, cerré los ojos. Podía imaginar cómo el nervio ciático y sus ramas de suspensión (las ramas laterales las formaban los vasos sanguíneos y ramificaciones nerviosas a modo de “ligamentos”) comparten espacio durante el movimiento y la contracción muscular. El tejido nervioso y sus envolturas fasciales están expuestas al movimiento, a la tensión, a la compresión. Acababa de romper las relaciones entre miofascia y neurofascia para dar forma a una bella triangulación de vasos y nervios para mantener el equilibrio y la sinergia de los sistemas. Qué suerte poder estar aquí para ver, sentir y volver a vivir esta experiencia.

 

Acababa de romper las relaciones entre miofascia y neurofascia para dar forma a una bella triangulación de vasos y nervios para mantener el equilibrio y la sinergia de los sistemas. Qué suerte poder estar aquí para ver, sentir y volver a vivir esta experiencia

 

La idea al llegar al GMax era intentar seguir por la lámina superficial de la fascia toracolumbar (FTL). Esta tarea fue imposible y tuvimos que tomar una decisión napoleónica, dividir para poder avanzar… . Esto nos dio una perfecta orientación para analizar el estado y consecuencias de la cicatriz de la operación prótesis de cadera de William.

 

Los secretos más guardados y jamás revelados sobre la cicatriz en la cadera de William:

Al llegar al tensor fascia latae, deslizando mis manos entre las diferentes láminas de fascia profunda de su muslo (fascia lata) fui encontrando lo que podríamos llamar “los dedos del corazón” que acariciaban los míos según iba avanzando entre el GMax y el gluteus medius.

 

El nervio y la arteria glútea superior junto con el pudendo fueron acariciando las puntas de mis dedos. Podía imaginar (después de un haber revisado a fondo un par de atlas de anatomía para tener el mapa en mi cabeza) como salían de la pelvis por la escotadura ciática mayor, por encima del piriforme para venir al encuentro de mis dedos y viajar hasta los músculos glúteo medio, glúteo menor y tensor de la fascia lata. O cómo la arteria y el nervio glúteo inferior salían también por la escotadura ciática mayor pero por debajo del músculo piriforme, próximos al nervio ciático y al nervio cutáneo posterior del muslo para legar hasta el músculo glúteo mayor.

 

Gluteal region anatomy detail

 

El majestuoso nervio ciático, inconfundible por su tamaño era como un badén en medio de todo aquel entramado fibroso perfectamente desorganizado que mi mano exploraba. Podría pasar horas navegando por estas aguas empapándome se sensaciones.

 

La maniobra fue la misma en el lado derecho, pero en medio de todo esto había algo distinto. Esto no es como en la izquierda…, “can you feel that?” (¿puedes sentir eso?) – dijo Patricia girando rápidamente su cabeza al tiempo que ponía cara de sorpresa acompañado de un “But what the h..l, it’s the scar tissue that goes into the hip capsule” (pero ¡qué demonios! es el tejido cicatrizado que llega hasta la cápsula articular”). En ese momento recordé la cirugía de cadera a la que gracias a la Dra. Galadí pude asistir el año pasado en Granada con Sergio Ballesteros. Repasé mentalmente los pasos. Gracias a ella tenía el antes, y ahora con William el después para poder trazar un camino entre ambos a partir de lo que los tejidos nos iban a contar.

 

Por ejemplo, la cara interna de la cintilla iliotibial (ITT) del lado derecho mostraba un patrón de organización de las fibras cruzado, pero con un espaciado mayor entre las horizontales, mientras que el lado izquierdo presentaba un entramado denso, espeso, mucho más compacto y de mayor firmeza, seguramente fruto de que nuestro amigo y farero escocés cargaba todo su peso en la pierna izquierda desde que le pusieron la prótesis. Solo unos años, pero suficiente para crear adaptaciones que su tejido fascial intentaba compensar a cada paso, en cada respiración y con cada movimiento.

 

GMax + ITT + Crural Fascia. Dibujo Ibai López

GMax + ITT + Crural Fascia. Dibujo Ibai López

 

No se cómo pero recordé que teníamos una balanza de resorte con la que habíamos pesado la fascia superficial de William, así que corrí a por ella e introdujimos en una bolsa con ayuda dela Dra. Albina Tamalonis de New York, las dos estructuras que acabábamos de diferenciar. ¡¡El conjunto de GMax + ITT + Crural Fascia de ambos lados pesaba 5 pounds (2,5kg)!!

 

Cinco kilos encargados de la estabilidad y el movimiento de William continuándose hacia los pies y llegando con el dorsal hasta la cintura escapular para hacer posible ese rasgo que nos da independencia, autonomía y libertad: la marcha humana.

 

Terminé el día en la West Sands Bech procesando toda la información que había recibido mojando mis pies en el “fresco” mar del norte y anotando unas ideas que asaltaron mi cabeza mientras atravesábamos el campo de golf para llegar hasta la arena. Fiona y Ana fueron más allá y en vez de mojarse los pies se dieron un chapuzón en el mar del Norte (que estaría a unos 12º según Fiona).

Writing at the  West Sand Beach

Mañana como es domingo hacemos pausa en el laboratorio, así que volveremos con nuevas aventuras anatómicas el lunes a la hora del te.

Un abrazo escocés 😉

 

Bibliografía

Stecco A, Gilliar W, Hill R, Fullerton B, Stecco C. (2013) The anatomical and functional relation between gluteus maximus and fascia lata. J Bodyw Mov Ther 17(4):512-7.

Llegar a la fascia profunda a través de la fascia superficial y ver las huellas de la vida en el cuerpo. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Nuestra tercera jornada en el laboratorio empezó como otros días, dedicando una hora a compartir las sensaciones, emociones y reflexiones del día anterior. Algo insignificante pero que con la fatiga de los días se volverá en algo necesario, una válvula de escape, como los paseos por la playa para sentir la arena en los pies o quedarse en silencio observando la belleza de las hojas de un árbol moviéndose al son del viento.

 

Nuestros compañeros de Israel quisieron regalarnos un momento de “state change” conectando un reproductor de música a los altavoces del laboratorio y hacer sonar Happy de Pharrell Williams antes de volver a las mesas para continuar con nuestros proyectos.

 

It might seem crazy what I’m about to say

Sunshine she’s here, you can take a break

I’m a hot air balloon that could go to space

With the air, like I don’t care baby by the way

Because I’m happy…

 

Fue genial, todos movilizando nuestras fascias con las batas puestas, dando palmadas, deslizando fascia superficial sobre profunda… más divertido imposible. Gilad y Yosefa consiguieron elevar el nivel de motivación del grupo y hacernos sentir más Happy y con ganas de superarnos.

 

Una vez reorganizado en las mesas, con la sonrisa todavía en los labios, continuamos con el nuevo proyecto que iniciamos la tarde del día anterior. Nos organizarmos para seguir respetando y manteniendo la continuidad en el panículo adiposo de William, la realidad de ese traje de emociones, la historia de una vida escrita en su tejido conectivo areolar, la capa fascial más externa, por la que viajan vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios, comunicándose con el exterior y registrando toda la información del entorno que nos rodea, una matriz viva, con memoria y que además es órgano endocrino…

 

Cada mesa sigue un método de disección diferente porque cuando trabajamos de forma integral, como es la Anatomía Integral de Gil Hedley, será la forma que esta en la mesa la que marcará las pautas de trabajo, las líneas a seguir, el orden de los pasos, y solo la destreza y el saber interpretar el lenguaje de los tejidos hará posible la consecución de los objetivos.

 

Cuando trabajamos de forma integral, como es la Anatomía Integral de Gil Hedley, será la forma que esta en la mesa la que marcará las pautas de trabajo, las líneas a seguir, el orden de los pasos, y solo la destreza y el saber interpretar el lenguaje de los tejidos hará posible la consecución de los objetivos

 

Puede que a pesar de “escuchar y leer” el lenguaje las prisas aceleren los movimientos de manos y escalpelos. Si es así, en la mayoría de los casos destruiremos la continuidad, y es que la conexión en muchos puntos es sutil, efímera, imperceptible a los ojos no entrenados. Es por eso que vuelvo al laboratorio año tras año, y cada vez aprendo algo nuevo, soy consciente de lo que mis ojos no habían podido ver una y otra vez cuando algo llama mi atención. En ese caso, ser capaz de parar, no pasar de largo, dejar por un momento todo y observar, pensar y decidir por donde seguir el viaje es algo elemental. Keep Calm and Dissect.

 

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En nuestra mesa, la número 9 con William como capitán del barco, el hecho de diferenciar la fascia superficial de la profunda intentando mantener este órgano lo más intacto posible hizo que nos percatáramos en la diferencia que había entre el lado derecho y el izquierdo.

 

“¿Por qué tanta diferencia?” – nos preguntamos.

 

“¡La prótesis en la cadera!” – Dijo Ana

 

“Fijaros en cómo toda la estructura esta desplazada hacia el lado izquierdo” – Dijo Patricia.

 

“Claro, el resultado de años cargando todo su peso hacia el lado izquierdo” – Dijo Ray al tiempo que yo representaba la posición con mi cuerpo.

 

Pero esta adaptación la vimos en el momento que retiramos la fascia superficial. Antes, el traje de tejido conectivo areolar de William, nos mostraba algo diferente, normalidad absoluta gracias a, como pude observar este mismo año en el laboratorio de Dundee , “la presencia de todo un entramado de pequeños vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas así como vasos linfáticos en la fascia superficialis (tela subcutánea) que ayudan a la dermis, descrita clásicamente como un lecho denso de tejido conjuntivo vascular con arquitectura tridimensional en la que fibras elásticas y de colágeno de los retináculi cutis junto con los elementos vasculares, linfáticos y nerviosos, interactúan para ayudar mantener la forma de nuestro órgano más extenso a la vez que relacionan, equilibran y reflejan tensiones internas y externas. Una barrera mecánica permeable que aporta adaptabilidad externa a una realidad dinámica interna global y cambiante.”

 

Llamativo y curioso fue ver cómo el lado izquierdo, marcado por el tejido cicatrizado era más firme, más denso, más resistente a la vez que mostraba las clásicas adherencias y densificaciones ínter e intrafasciales mientras que el lado izquierdo era más fino pero reforzado por una capa más gruesa y compacta de tejido adiposo y fibras de colágeno, la llamaré la fascia periglútea ya que me recordaba totalmente a la fascia perirrenal.

 

Pero durante la tarde algo llamó mi atención el la mesa de Angelica. Su grupo había llegado a la zona pectoral y habían expuesto una de las prótesis. ¿Cómo describirlo?, había tanta información que recoger en aquel momento que opté por hacer un dibujo que señalara los detalles, como la reseña de una vía de escalada.

 

Hasta la fecha había podido ver dos marcapasos y un reservorio. Todos coincidían en algo, el cuerpo los había encapsulado, concretamente, una lámina de fascia profunda los envolvía, como queriendo sujetarlos al plano subyacente.

 

En este caso, la prótesis del pecho de Angelica presentaba un doble encapsulamiento. Creemos que por el peso y volumen del implante, encontramos una lámina de tejido conectivo que presentaba una organización de las fibras que lo componían totalmente diferente a la que encontramos en otras áreas de la fascia profunda. Una especie de sostén natural, sin tirantes, perfecto para un escote palabra de honor. Una vez más la naturaleza y el cuerpo humano nos daba una lección en lo que adaptación al cambio se refiere. Pero curiosamente, a raíz de esto, debemos reflexionar sobre el hecho de que el ser humano es la única especie que se aplica cambios al gusto del consumidor, que se retoca, forzando adaptaciones en el organismo para las que quizás nuestra estructura no esté preparada con el consecuente dolor local o referido. ¿Hasta qué punto para estar bella hay que ver las estrellas?…

 

Disección del implante de mamas. Dibujo: Ibai lopez

Disección del implante de mamas. Dibujo: Ibai lopez

 

(…) debemos reflexionar sobre el hecho de que el ser humano es la única especie que se aplica cambios al gusto del consumidor, que se retoca, forzando adaptaciones en el organismo para las que quizás nuestra estructura no esté preparada con el consecuente dolor local o referido. ¿Hasta qué punto para estar bella hay que ver las estrellas?…

 

Ese envoltorio extra, no era otra cosa que tejido cicatrizado, un refuerzo para el nuevo volumen, sí, pero no deja de ser tejido de una cicatriz y una adaptación funcional, un engrosamiento que afectará a la postura, respiración, oxigenación de los tejidos y al movimiento tanto local como global. Que movida esto de “recauchutar” los pechos.

 

Hablando de la respiración, de la musculatura de intercostal y de la fascia que rodea estos músculos, nuestros ojos captaron otro matiz, se trataba de la “huella” de la prótesis sobre la fascia axial en la región costal. Puede que sea fruto del proceso de embalsamamiento o puede que no, pero el hecho es que los tejidos no habían dejado pasar por alto esto, creando una superficie rugosa, donde la organización de las fibras de colgaron de la fascia profunda, tampoco era como all donde no había prótesis. ¿Una adaptación fruto de alteración mecánica tal vez?, no podemos afirmar ni negar nada, solo hemos visto esto una vez y esto solo es suficiente para hacernos pensar, meditar al respecto y esperar a tener otra oportunidad.

 

Cuando volvimos a nuestra mesa, dedicamos el resto de la tarde al proyecto en la fascia superficial de William. Dimos el máximo con nuestras inexpertas manos, pero aunque la región dorsal no fue trabajo fácil, dejamos la tarea casi resuelta para la mañana. ¿Conseguiremos ese traje de fascia superficial junto al traje epidérmico de William?. Paciencia, y como decía antes, keep calm and dissect.

 

Para terminar el día Kelly, Lori, Oliver, Marcin, Marty y un servidor, en vez del clásico  Fish & Chips, hicimos un Chips, Cheese & Beer en el muelle de St Andrews, esquivando gaviotas y disfrutando del momento.

Cheese, chips & beer port St Andrews 1 Cheese, chips & beer port St Andrews 3 Cheese, chips & beer port St Andrews 2

Os espero mañana con más fascia en otra entrega a la hora del té 😉 .

FASCIA PROFUNDA, MÚSCULO Y MÁS: Intensive Dissection Workshop (Edimburgo 07.2013)

“You are in Heaven heare” me dijo ayer por la tarde Chris (para quién esto no es nuevo, porque es la  quinta vez que viene a los Intensive Dissection Workshops de Gil Hedley y tengo la suerte de compartir mesa con él).


Heaven, I’m in Heaven, NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA,NA 


Me pasé tarareando la canción el resto de la tarde mientras anotaba los detales de la intesa tercera jornada.


Fue un día muy productivo, en el que trabajamos siete horas sin muchos descansos. 


Desde el momento en que nos pusimos delante de la mesa con Joy, es como si algo nos impidiera separarnos de ella. Tiene tanto que contarnos…


Trabajando en la dissección, la abstracción es total. O por lo menos así lo viví yo, que a la hora de repartir los puestos me dije:


“No vayas a por lo fácil, a por lo que ya conoces y sobre lo que has pasado horas y horas leyendo. Arriésgate y sal de tu zona de confort para descubrir algo”


Así lo hice y al pensarlo se me saltan las lágrimas (no es coña). Pasé toda la mañana sobre la cara y parte anterior del cuello de Joy. Fue un trabajo minucioso y por la tarde pude notar la fatiga en los antebrazos y las manos.

Antes de hacer ninguna carnicería, dediqué unos minutos a revisar las regiones que iba a diseccionar en los atlas de anatomía que circulaban por el laboratorio.


Una vez visualizado el mapa y con el plan de ruta en la cabeza, le pedí a Michael el bisturí y las pinzas hemostáticas.


“Bueno Joy – dije – vamos a hacer esto bien, muy bien” 


  • Primero apareció el cartílago de su nariz, color berenjena, que parecía decir: ¡¿Cómo?!, ¡¿Quién está ahí?!.
  • Separé sus músculos faciales, y bajo la membrana que cubría el lado derecho apareció la fascia temporal, como aparece una concha en la playa después de una ola. Precioso color nacar, brillante.¡Whao!

  • A continuación bajando en linea tuve mucho cuidado en no separar el masetero, que al verlo con la mandíbula cerrada de Joy, me recordó a una maza.


Hago memoria, pienso si ya he encontrado todo lo que quería o creía que iba a encontrar. Entonces, ¡Bingo!, un flash de la glándula parótida viene a mi cabeza. 


¿Por qué ella, puede que te preguntes?. Pues para empezar porque la mayoría de las veces que vemos una imagen del cráneo nos la han quitado poruqe estorba para ver lo que ella esconde.


No se el tiempo que pude pasar con ella, aplicando pequeños cortes para no dañar todo lo que había alrededor compartiendo espacio. Era nustra primera y única cita. Yo quería causar una buena impresión, y que nos conociéramos a fondo.


La glándula parótida de Joy me contó cómo abrazaba a la arteria carórtida externa. Me hablo de sus caricias con la vena retromandibular y de los largos y apasionados encuentros de las tres con el nervio facial (VII) en el día a día de Joy, con cada palabra, al masticar, al vostezar antes de ir a dormir…, ¡Whao!


Aquí os dejo una imagen de GRAY para que podáis visualizar mejor lo que os acabo de contar.


Diseccionando, diseccionando, me encontré un ECOM (Esterno Cleido Occípito Mastoideo) y me dije: “vamos a ver si es cierto esto que cuentan de este Señor”.


Fiel a su definición, me demostró cómo para poder conectar la parte anterior del tronco con la parte posterior de la cabeza en sentido oblicuo, tienes que hacerlo con unos buenos anclajes como la apófisis mastoides, el occipital, cláramente el esternón y una evidente división de tareas gracias a sus raíces en la clavícula. Me hizo pensar a as cuerdas maromas que amarran los barrcos en puerto.


Por la tarde dimos la vuelta a Joy.


Ahora si que tenía una predilección, quería trabajar la región de los glúteos y el sacro.


Un proyecto ambicioso para las tres horas que nos quedaban. 


Chris y yo, uno en cada nalga empezamos la aventura bajo la atenta mirada de Andrea que bajo ningún concepto quería que confundiéramos el nervio ciático y lo cortáramos. Y es que aquí no es como en los atlas de anatomía, que viene pintado de amarillo para saber quién es quién ;-).


Pués bién, el glúteo mayor de Joy resultó ser un doble cuarto de libra.


Al separarlo dije: “pero mira a quién tenemos aquí” (bueno, la verdad es que no fue así, esto lo hago para resumir y evitar explicar los veinte minutos que pasé limpiando delicadamente la zona para aclarar un poco las cosas).


Más bien fue así:


Primero: “¿Pero qué cojones es esto?!!!”


20 minutos después: “¡Pero mira a quién tenemos aquí!”


La sensación de confusión es buena, es mejor que tener una idea equivocada. Deja paso a la luz, con la que pacientemente hice aparecer al glúteo medio, glúteo menor y piramidal.


Recordías que en el post sobre el piramidal y el nervio ciático os dije que que las raíces del nervio ciático se sitúan dentro de la aponeurosis del músculo piriforme…¡¡PUES LO PUDE VER !!


¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!¡WHAO!


Terminé la tarde junto a Chris explorando mano a mano, descubriendo la realidad de Joy, que es muy parecida en cada uno de nosotros, pero diferente en todos a la vez. ¿No es algo maravilloso?


Debo decir que gracias al trabajo de mis compañeros pude apreciar la superposición de las capas e nivel abdominal, los músculos que forman los diferentes compartimentos de la pierna, así como los diferentes músculos del muslo. Buff!! GRACIAS EQUIPO.

Un abrazo y hasta la próxima entrega… (a la hora del té)

SEPARANDO LA FASCIA SUPERFICIAL DE LA FASCIA PROFUNDA: Intensive Dissection Workshop (Edimburgo 07.2013)


9:00 bata puesta y todo el grupo listo para comentar la experiencia del día anterior. Comentar las sensaciones y las diferentes impresiones de primer día del programa. 



¿Qué pensabas, que llegamos al laboratorio con el escalpelo entre los dientes dispuestos a cortar lo que se nos ponga por delante?.

De eso nada, necesitamos nuestro tiempo fuera de la mesa de disección para poder compartir lo que hemos visto, tocado, sentido.

Ayer separamos la fascia superficial. Esa parte de color amarillo que hicimos aparecer al diferenciar la piel. 


Referirnos así a ella es como despreciarla. Es como llamarla grasa o tejido adiposo, sin más. Para nada mis queridos amantes de la anatomía humana.


Cuando tocamos a una persona, cuando nos tocan, es la piel y la fascia superficial quien recibe y transmite ese contacto. Es un órgano en sí mismo.


Cuando nos movemos, cuando hacemos que una persona se mueva, es esa “red interminable”  (The Endless Web que dirian Schultz y Feitis. Libro que os recomiendo si queréis adentraros en el mundo de la fascia) la que se adapta y permite que eso ocurra.



Y es que, no es a base de estirar que vamos a ser más flexibles.

Es a base de movernos que nuestros tejidos estarán más hidratados.


Habrá mas fibroblastos en la zona y entonces seremos más flexibles.

Podríamos decir de la fascia profunda que es una gran glándula endocrina, la más grande del cuerpo. 

Sin embargo muchas veces solo pensamos en ella como algo estético. Y nosotros, profesionales del ejercicio para la salud somos los primeros que deberíamos reconocer su importante papel en el organismo, porque sólo así, desde el conocimiento seremos capaces de hacer entender a nuestros alumnos que la cantidad de este tejido en el cuerpo debe ser proporcional a nuestra altura, y que como todo, en exceso, no deja que el organismo funcione correctamente, mientras que en defecto puede traer otro tipo de problemas.


Pero no acaba ahí. Si eres fisioterapeuta, es la fascia superficial sobre la que trabajas. Y esta transmite y cambia su estado y relación con respecto a la fascia profunda y los músculos. Saber cómo esta capa es más gruesa en unas zonas que en otras, cómo varía de unas personas a otras, te ayudará a mejorar tu “Touch” y no tener que realizar simples vivisecciones a las que llamar masaje o tratamiento pero que en realidad son un defecto de forma porque seguro que tu objetivo es mejorar al paciente.


Separar la fascia superficial deja a la vista la fascia profunda y a través de ella pudimos ver el músculo.

¿Qué se siente?. Cada segundo tienes la sensación de descubrir algo. Y en realidad es así, porque estamos haciendo anatomía con estos cuatro cuerpos. La primera vez (y la única) que se hará anatomia con ellos. 


La impresión que tengo al hacer esto es que no esta todo escrito, que todo no esta descubierto.

Suena un poco engreído, pero la realidad es que sólo con esa actitud, infantil en cuanto a la ingenuidad, pero con la mente abierta a la evidencia es como se aprende, y es así como desde hace años han llegado los descubrimientos. Gracias a personas que aún teniendo muchos conocimientos, al descubrir algo nuevo no lo negaban, sino que utilizaban lo que habían aprendido para poder explicar el por qué al resto.


Esto me hace pensar a una frase que utiliza la marca de ropa y equipamiento de montaña The North Face®: “Never stop Exploring® y a la que yo añadiría la de “Never stop Learning”.


Y eso hice durante el día de ayer. Segunda jornada en la que invertimos 8 horas los 8 miembros del grupo para hacer ver la luz a la fascia profunda de Joy que nos permitió: 


  1. Comprobar la forma y textura de la fascia superficial una vez separada del cuerpo.
  2. Comprobar el peso de la fascia superficial (y os prometo que: la parte correspondiente al lado derecho del abdomen de Joy eran unos 4 kilos; la del izquierdo nos pareció a todos un poco menos pesada; y que levantar la pieza de fascia superficial de la pierna derecha que conseguimos separar de una sola pieza era como levantar una alfombra de esas de pelo que son más pesadas que un cerdo en la ceja).
  3. Poder ver como había cicatrizado la operación de masectomización de sus dos pechos.
Para que os hagáis una idea, imaginad cuanto puede pesar una chaqueta de este tipo…, y ahora calcula 2 ó 3 chaquetas juntas.



Yo no pude evitar colocarme la pieza del abdomen, como sí fuera un delantal y esto me ayudó a entender como varía el centro de gravedad y la postura si queremos sujetar esos kilos de más ( y eso que sólo era un lado). 


A las 16:30 pudimos ver a la nueva Joy, “Deep Fascia Joy”, que nos hizo ver que a pesar de las grandes piernas que palpamos el primer día, su fascia profunda escondía una musculatura débil y muy poco tónica.




Y como guinda para terminar el día Gil diseccionó el clítoris de Isadora. Explicó tantas cosas según iba diseccionando que necesitaría otra semana de entradas en el blog solo para explicar una cuarta parte de lo que nos contó. 

 ¿Qué nos enseñará la fascia profunda de Joy?, ¿Y la de sus compañeras/o de laboratorio?


Hasta la próxima entrega… (a la hora del té).