Entramado fascial del dorso y trabajo con materiales de liberación miofascial

En el dorso, con una localización profunda con respecto a la piel y al tejido subcutáneo encontramos un entramado fibroso, aponeurótico y #fascial donde conectan elementos apendiculares (como el latissimus dorsi o el gluteus maximus) con elementos axiales (como el grupo de los erector espinae).

Conocer esta disposición y organización anatómica implica pararse a reflexionar sobre cómo se llevan a cabo las intervenciones con materiales realizadas en esta región, ya que no será lo mismo rodar sobre un #FoamRoller que colocar una pelota lateral con respecto al canal transverso espinoso o generando una presión directa sobre el mismo. Del mismo modo que, según el abordaje elegido, nada tendrá que ver la elección de un implemento de densidad alta en comparación con uno de densidad media. Y qué decir si elegimos un trabajo donde el material cree un punto fijo mientras guiamos a la persona a través del movimiento o si por el contrario es gracias al material que movilizamos el tejido.


Muchos elementos en este algoritmo que, como podéis ver, llega mucho más lejos de aquello de que la #fascia “envuelve y conecta todo”.

Esto nos deja clara una #evidencia, y es que solo a partir de la #anatomía y la #fisiología podemos trazar el buen camino hacia los ejercicios seguros, eficaces y saludables.

Esta es una tarea que los #profesionales del #ejercicio debemos tomar muy en serio a la hora de desarrollar sesiones de ejercicios fasciales/miofasciales así como programar y periodozar el #entrenamiento para las personas.

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