Matriz Extracelular, el biomaterial dinámico que proporciona fuerza y elasticidad e interactúa con su entorno.

El cuerpo humano es una máquina de vida, y a pesar de la necesidad de cuantificar y clasificar, todo individuo es más que el conjunto de lo que se puede medir, describir y comprender, incluso cuando esto se hace con la intención de ayudarlo.

MEC.001

Podemos ver el cuerpo humano como una serie de sistemas integrados y por claridad, estudiar sus elementos por separado, pero sin olvidar que se trata de órganos individuales (asociación de diferentes tejidos) morfológicamente unidos, que crean sistemas morfológica y funcionalmente interdependientes donde los planos estructurales del organismo nos ayudan a entender mejor esta organización: Célula <-> Tejido <-> Órgano <-> Sistema <-> Organismo. Las células especializadas se agrupan formando tejidos para realizar funciones en nuestro organismo, siendo los cuatro tejidos que se distinguen en los mamíferos: nervioso, muscular, conjuntivo y epitelial.

MEC.002

 

En los tejidos, según los libros de histología, además de células, también hay un “material inerte”, la matriz extracelular (MEC), compuesta por sustancia fundamental, fibras y fluido extracelular, siendo la célula la encargada de producir y secretar al espacio extracelular los componentes de la misma (Gartner y Hiatt, 2011; Gartner y Hiatt, 2014; Thibodeau y Patton, 2007; Tortora y Derrickson, 2011). Según Gray’s Anatomy (Standring, 2008), este término se aplica a la suma total de sustancias extracelulares de los tejidos, un sistema de fibrillas proteicas conocidas por proteoglucanos capaces de captar agua.

 

Hoy en día se sabe de la importancia de la MEC, implicada no solo en el soporte, sino también en el movimiento, desarrollo, morfología y función de las células desde el principio de la vida, durante el desarrollo del embrión, donde la migración de las células está condicionada por moléculas de la MEC como la fibronectina, laminina, colágeno (tipo IV) los proteoglucanos y el sulfato de condroitina a las que se unen las células mediante las integrinas (proteinas de unión), permitiendo o inhibiendo su migración (Carlson, 2009) constituyendo así un medio iónico hidratado y poroso, que hace posible el que los metabolitos y nutrientes puedan difundirse con facilidad (Standring, 2008).

 

MEC.004

 

Hay que destacar que a pesar de encontrar textos que todavía presentan a la MEC como material inerte, la visión actual de este entramado molecular va cambiando, y como indica Myers (2015) citando a James Oschman en referencia a su libro Energy Medicine (Oschman, 2000) se empieza a considerar la MEC como la matriz viva:

«la matriz viva es una red ″supermolecular″ continua y dinámica que se extiende hasta el último rincón del cuerpo: una matriz nuclear dentro de una matriz celular incluida en una matriz de tejido conjuntivo. En esencia, cuando tocamos un cuerpo humano, estamos tocando un sistema íntimamente interconectado compuesto por la unión de la práctica totalidad de las moléculas del organismo».

Como afirma Mecham (2011), la comprensión de la función de la MEC ha evolucionado del concepto de “tejido conectivo” estático que mantiene unido y conecta todo, hacia el de un biomaterial dinámico que proporciona fuerza y elasticidad interactuando con los receptores de la superficie celular y controlando la disponibilidad de los factores de crecimiento. Esto plantea la necesidad de incorporar la biología celular para poder entender completamente la MEC. Esta idea ha sido reforzada por otros autores en publicaciones recientes (Alberts, Johnson, Lewis, Morgan, Raff, Roberts y Walter, 2015) donde se expone que la MEC es más que un andamio pasivo que proporciona soporte físico cumpliendo un rol activo y complejo, regulando el comportamiento de las células que la tocan, habitan en ella o se desplazan a través de su entramado, influenciando la supervivencia, desarrollo, migración, proliferación, forma y función.

 

A diferencia de otros tejidos, en el tejido conectivo hay una gran proporción de MEC (Thibodeau y Patton, 2007) que da soporte y cabida a las células del sistema (fibroblastos, adipocitos, células plasmáticas, macrófagos, linfocitos, mastocitos) mediante una estructura que proporcionan las fibras (colágeno, elastina, reticulina) que se entrelazan e interactúan las unas con las otras en un entorno que determina las cualidades del tejido (según sea líquido, semiliquido, gelatinoso o calcificado), compuesto por la sustancia fundamental o matriz amorfa y el fluido extracelular. (Gartner y Hiatt, 2011; Gartner y Hiatt, 2014).

MEC.008

 

 

MEC.006

Como hemos visto, el tejido conectivo es algo más que un simple pegamento. Podemos decir de él que es el ingrediente que nos da la forma y a su vez, el componente que forma cada pieza de nuestro organismo, donde los mecanismos de unión y cohesión celular gobiernan la arquitectura, la forma, la fuerza y la organización de los diferentes tipos de células, unidas por interacciones directas o a la MEC. En este caos fibrilar debe primar la coherencia para poder soportar y responder las fuerzas tanto internas como externas (Alberts et al., 2015). Las células y por lo tanto tejidos que forman, se adaptan, cambian de forma con cada movimiento y se adaptan a cada situación tanto estática como dinámica del organismo.

 

MEC.003

 

Sus propiedades dinámicas dependen de su arquitectura biológica y aquí hablamos de una organización tridimensional que debe su fuerza, resistencia y adaptabilidad a la transmisión de fuerzas a través de la red molecular más importante de nuestro organismo que, a su vez, encuentran el equilibrio gracias al principio de la biotensegridad…, la red fascial

 

El significado funcional de la arquitectura del tejido conectivo y más concretamente de la red colagénica fascial se caracteriza por su capacidad para desestructurarse y permitir así la movilidad, así como su dimensión conectiva que permite interacciones mecánicas funcionales (entre los órganos o estructuras). En otras palabras, cuando hablamos de fascia, además de utilizar un término muy a la moda, hacemos referencia a un tejido que además de conectar, acompaña y hace posible el movimiento, siendo por lo tanto:

 

1) Capaz de adaptarse y cambiar su organización para permitir el movimiento (piensa en el deslizamiento de las fascias que envuelven los músculos, a nivel del gemelo por ejemplo, cuando caminas o al pasar de flexión plantar a dorsiflexión del pie. ¿Te habías parado a pensar cómo este deslizamiento es posible?).

 

2) Capaz de reorganizarse y unirse cuando se le necesita (esto es lo que permite la cicatrización de los tejidos dañados o la especialización de algunas zonas como los tendones que son en realidad una adaptación funcional de la fascia ante una demanda de tracción).

 

Fibroblastos_miofibroblastos_capacidad_contractil_fascia

 

El concepto de tensegridad se basa en la coexistencia de fuerzas mecánicas, tensión continua y compresión discontinua, que interactúan para equilibrarse formando los binomios tensión – tracción y compresión – empuje (Heartney, 2009). Hablamos de fuerzas y por ende de energía, fuerzas/energía que podemos dibujar sobre un papel, sentir cuando nos movemos, percibir al observar un gesto, pero que aunque estén ahí no podemos ver…, fuerzas, energía, interacción, equilibrio.

 

Algo que caracteriza a las estructuras tenségricas es la capacidad de cambiar de forma y recuperarla gracias a sus propiedades viscoelásticas no lineares que hacen posible el auto equilibrado de las fuerzas, verdaderas estructuras dinámicas, formas siempre en tensión, siempre en equilibrio, en definitiva, estables (Juan y Tur, 2008; Skelton y de Oliveira, 2009; Scarr, 2014).

 

La estabilidad de toda estructura tenségrica no se debe a la fuerza de  sus partes, sino a cómo gestiona el estrés mecánico al que es sometida, o dicho de otro modo, a cómo distribuye las fuerzas, a cómo las equilibra, a cómo encuentra el equilibrio estable (y dinámico de la materia viva) donde la función de las unidades que lo componen dependerá de la estabilidad de todo lo demás. (Juan y Tur, 2008; Scarr, 2014)

 

Si hablamos de formas tenségricas solo podemos hacerlo desde una visión de interacción tridimensional, introduciendo en nuestro vocabulario los conceptos de volumen y sinergia. Por ejemplo, cuando un globo que se infla, crece, crece y la distancia entre  sus elementos aumenta a cada momento. Si esa distancia aumenta, las fuerzas “invisibles” que interactúan sobre ellos también lo hacen “me muevo luego existo”.

 

Extrapolando esta idea a nuestra naturaleza humana móvil y en constante cambio, tenemos un buen ejemplo que nos ayudará a entender la perspectiva global de toda postura o gesto que realizamos en nuestro día a día y las interacciones entre las fuerzas “invisibles”.

 

Estabilidad_estructura_tensegrica

 

Una perspectiva global del movimiento nos enseña que en cada gesto existen elementos que se expanden acompañados de elementos en contracción. Tensiones que cambian y se reparten buscando el equilibrio del sistema, tantas veces alejado del equilibrio ideal, basándose en conceptos no lineares que entienden las sinergías entre los elementos que permitirá la transformación y el propio movimiento.

 

Si aplicamos el concepto de biotensegridad a la dinámica corporal, a su realidad de continuidad total, no podemos apartar la mirada ante la evidencia de la organización fascial a todos los niveles: superficial, profundo e interno (nivel visceral). Obviarlo supone no querer aceptar la realidad tridimensional de nuestra estructura, la realidad tridimensional del movimiento, afincarnos en la comodidad de teorías aprendidas de origen renacentista, desarrolladas cuando las mentes dibujaban en 2D.

 

El Profesor de la Universidad de Harvard, Donald Ingberg en sus publicaciones  (Ingber, 2010; Sultan, Stamenović e Ingber, 2004) nos muestra como a nivel microscópico, la organización de la matriz extracelular (MEC) hace que la transmisión de fuerzas y tensiones llegue hasta el citoesqueleto de las células. Esto nos hace tener en cuenta el que toda fuerza mecánica que tiene lugar en nuestro organismo, se traduce en un proceso bioquímico, es decir que: cada gesto, cada movimiento, cada estímulo, cada sentimiento, cada acción mecánica o la simple y terrible “inacción” llegará hasta lo más profundo de nuestro ser, a cada unidad funcional de nuestro organismo, la Célula, desencadenando un cambio mediante el proceso de mecanotransducción.

 

MEC.009

 

Junto con la fascia, el tejido conectivo hace que los huesos conecten y funcionen correctamente, hasta el punto de que algunos autores definan la cápsula articular como una fascia especializada, creada a partir de la demanda mecánica multidireccional a la que se ven sometidos los tejidos de la zona y que consigue mediante este formato, aportar conexión y permitir la movilidad.

 

Reflexionando a partir de las ideas expuestas en este post sobre la MEC y su importante papel en la dinámica en constante cambio, adaptación y remodelación de los tejidos, es importante que cuando llevemos a cabo un trabajo de liberación miofascial,  independientemente de si es antes o después de entrenar o pasear, independientemente de si buscamos una mejora del ROM, preparar/activar una zona o evitar la fatiga, tenemos que recordar que el entramado fascial no es tan solo miofascial, sino un órgano “tensotivomotor” (tensional – sensitivo – motor) implicado en los procesos microscópicos y macroscopicos del movimiento y de la vida.

 

 

Bibliografía:

Alberts, B., Johnson, A., Lewis, J., Morgan, D., Raff, M., Roberts, K., Walter, P (2015) Molecular biology of the cell. 6th ed. Ed. Garland Science.

Carlson, B.M. (2009) Embriología humana y Biología del desarrollo 4ºed Ed Elsevier.

Gartner L.P., Hiatt, J.L. (2011) Histología Básica. 1ª ed. Ed Elsevier.

Gartner L.P., Hiatt, J.L. (2014) Color Atlas and Text of Histology. 6ª ed. Wolters Kluwer Health.

Heartney, E. (2009) Kenneth Snelson: forces made visible. Massachusetts, Hard Press Editions.

Ingber, D. E (2010) From Cellular Mechanotransduction to Biologically Inspired Engineering. Annals of Biomedical Engineering, 38 (3), p. 1148-1161.

Juan, S.H., Tur, J.M.M. (2008) Tensegrity frameworks: static analysis review. Mechanism and Machine Theory 43, pp.859-81.

Mecham, R.P. (2011) The Extracellular Matrix: an Overview. Ed. Springer

Myers, T. W. (2015) Vias Anatómicas: Meridinos miofasciales para terapeutas manuales y del movimiento. 3ª ed Ed. Elsevier.

Oschman, J. (2000) Energy medicine. Edinburgh: Churchill Livingstone.

Scarr, G. (2014) Biotensegrity. The Structural Basis of Life. Handspring Publishing.

Skelton, R.E. y de Oliveira, M.C., Tensegrity Systems. Ed. Springer.

Standring, S. (2008) Gray’s anatomy. 40th ed Edinburgh: Churchill Livingstone.

Sultan, C., Stamenović, D., Ingber, D. E., (2004). A Computational Tensegrity Model Predicts Dynamic Rheological Behaviors in Living Cells. Annals of Biomedical Engineering, 32 (4), p. 520-530.

Thibodeau, G. A., Patton, K. T. (2007). Anatomía y fisiología. Ed. Elsevier.

Tortora, G. J., Derrickson, B. H., 2011. Principles Of Anatomy And Physiology (Tortora, Principles of Anatomy and Physiology). 13th ed. ed. Hoboken,NJ: Wiley.

Fibroblastos, miofibroblastos y capacidad contráctil de la fascia

La naturaleza y morfología dendrítica de los fibroblastos les permite cambiar de forma y desplazarse por la red fascial como respuesta a los cambios de tensión en el tejido.

Las fuerzas mecánicas pueden influencia a los fibroblastos,  de forma que estos modifiquen sus propiedades físicas y químicas como resultado de pequeñas perturbaciones en el organismo (leamos aquí desequilibrios funcionales, no solo estructurales, que alejan al cuerpo humano de un estado de equilibrio u homeostasis). Esto supone cambios en la composición de la fascia en cualquier momento, cambios en el sistema fibroso dependientes del estrés al que le someta la persona a lo largo de la vida.

Hay que resaltar aquí la existencia de un tipo especial de fibrocitos, más conocidos como miofibroblastos que tienen la capacidad de cambiar para poder unirse así a la red fascial, o mejor dicho miofascial. Gracias a las integrinas (glicoproteínas que conecta el citoesqueletio de la célula a la matriz extracelular) son capaces de contraerse (a ritmo LENTO, como lo hace el músculo liso) y por ende, siempre que se den las condiciones adecuadas la fascia se contrae con las consecuentes restricciones asociadas.

Como os indicamos en este post sobre la plasticidad de la fascia:

“La viscoelasticidad de los tejidos blandos, y por ende las propiedades viscoelásticas de la fascia conllevan una serie de cambios que podemos apreciar tanto a nivel global (llamémoslo efectos macroscópicos), como local (entendamos aquí efectos microscópicos).”

La plasticidad de los tejidos, concretamente de nuestro sistema fibroso, permite un cambio en la consistencia de la sustancia amorfa de la matriz extracelular. Hablamos aquí de estímulos que hacen que la MEC se hidrate, es decir, que cambie su consistencia de un estado sólido gelatinoso a uno más fluido…”

Plasticidad fascial

Teniendo en cuenta que la vida media de las fibras de colágeno es de 400-500 días mientras que la de la sustancia amorfa es de aproximadamente 48 – 196 horas (2-8 dias), la constancia en la aplicación de los estímulos sobre nuestra red fascial es la respuesta a por qué la práctica regular de las técnicas de liberación miofascial funcionan tanto en el rendimiento del deportista o ama de casa como en la prevención de lesiones, regeneración de tejidos y recuperación funcional de la persona.

Respiración: anatomía fascial, fisiología y presiones para una ventilación funcional

La respiración sirve para sobrevivir, puede modificar el tono, regular el PH, está relacionada con los sentimientos, está involucrada en la voz, modifica los estados de placer y dolor

 

Si hablamos de respiración tenemos que a diferenciar entre la llamada “respiración bulbar”, una respiración totalmente espontánea, regulada por las variaciones de concentración de los gases del cuerpo (PO2 / PCO2) de tal forma que cuando se se incrementan los valores de PCO2, los quimioreceptores solicitan de forma refleja una inspiración. Cuando solicitamos de forma voluntaria (mediante técnicas corporales que nos ayudan a trabajarlo) una respiración e concreto (voluntario y consciente) hablamos de una “respiración cortical”.

 

La unidad funcional del aparato respiratorio recibe el nombre de ácino respiratorio y la constituye la unidad fisiológica de alveolos y capilares alveolares.

 

Funcionalmente la respiración no acaba en la caja torácica, sino que continua con el abdomen y llega hasta la pelvis. Las relaciones fasciales en el compartimento torácico y su continuidad hacia el cuello, el compartimento abdominal y la pelvis aportan claridad para la comprensión tanto de los procesos fisiológicos como de los cambios y adaptaciones que ocurren durante la respiración normal.

 

Antes de abordar este interesante tema de fascia y respiración considero necesario hacer un pequeño recuerdo anatómico y fisiológico dado que la ventilación pulmonar es el resultado de la interacción entre gradientes de presión, fuerzas mecánicas y las propiedades elásticas de los elementos que constituyen el aparato respiratorio.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.001

 

La ventilación pulmonar es el resultado de la interacción entre gradientes de presión, fuerzas mecánicas y las propiedades elásticas de los elementos que constituyen el aparato respiratorio.

 

Gradientes de presión en la respiración:

 

El término gradiente de presión hace referencia a la diferencia de presión entre dos puntos y en el caso del aparto respiratorio, el gradiente se crea gracias a los movimientos de la caja torácica y el diafragma.

 

El aumento de volumen en el interior del tórax creado durante la inspiración supone una disminución de la presión en el interior de los alveolos (presión alveolar), haciendo posible la entrada de aire a través de las vías aéreas. A esto se le suma la tendencia de la caja torácica a expandirse y de los pulmones a colapsar:

 

  • Por un lado la caja torácica debido a la forma de las costillas, el diafragma y la organización miofascial de los elementos hipaxiales tira hacia el exterior ejerciendo presión negativa (con respecto a la atmosférica) en el compartimento torácico, creándose el flujo de aire del exterior hacia el interior.

 

  • Por otro el que la presión en el interior de la cavidad pleural (presión pleural) es negativa debido a la aspiración continua del exceso de líquido hacia los conductos linfáticos entre la pleura visceral y la pleura parietal, que contrarresta la tendencia de los pulmones a encogerse y ocupar el mínimo espacio, evitando así el colapso de los mismos.

 

Esto pone sobre la mesa el concepto de retracción elástica del sistema respiratorio basado en las diferencias de presiones e íntimamente relacionado con la presión pleural.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.002

 

Para que haya inspiración la presión de retracción debe ser negativa [presión alveolar (-) – presión pleural (- – -) – presión atmosférica (+) < 0]. Al final de la inspiración con el aire que ha llegado hasta los alveolos esa presión es positiva [presión alveolar (+++) – presión pleura (-) – presión atmosférica(+) >0] (Ver imagen más abajo).

 

Durante una respiración normal (relajada), con la simple relajación de los músculos inspiratorios la presión alveolar se eleva por encima de la presión atmosférica con la consecuente salida del flujo de aire hasta que presión alveolar y presión atmosférica se igualen.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.003

 

Para una espiración activa tendremos que puntualizar que es la contracción de la musculatura intercostal y abdominal encargada de apoyar el proceso de espiración la que comprimiendo las vísceras en sentido ascendente, empujará al diafragma hacia craneal para crear la presión positiva, llegando a ejercer una compresión dinámica de las vías respiratorias.

 

Fuerzas mecánicas en la respiración:

 

Los movimientos de la caja torácica y el diafragma ayudan a crear el gradiente de presión necesario para la ventilación pulmonar. Para ello, la caja torácica es a la vez rígida y flexible: rígida para cumplir con su rol de protección de órganos vitales y servir de punto de anclaje a diferentes músculos; y flexible para ayudar con sus movimientos al gesto respiratorio.

 

Los movimientos de la caja torácica y el diafragma ayudan a crear el gradiente de presión necesario para la ventilación pulmonar. Para ello, la caja torácica es a la vez rígida y flexible: rígida para cumplir con su rol de protección de órganos vitales y servir de punto de anclaje a diferentes músculos; y flexible para ayudar con sus movimientos al gesto respiratorio.

 

Anatómicamente la estructura de la caja torácica presenta una serie de elementos y características que le aportan tensión elástica:

 

  • Forma de cono con abertura superior para la comunicación con el cuello y las extremidades superiores y abertura inferior donde se localiza el diafragma.

 

  • Unos componentes óseos cuya morfología está íntimamente relacionada con la función respiratoria, de tal forma que cualquier problema o desequilibrio funcional en las  más de 100 articulaciones que los relacionan va a afectar a la respiración (104 articulaciones para ser exactos a destacar: 12 articulaciones intervertebrales, 24 articulaciones costovertebrales, 24 articulaciones costotransversas, 20 articulaciones costocondrales, 14 articulaciones esternocostales, 6 articulaciones intercondrales, 1 articulación manubrioesternal, 1 articulación xifoesternal y 2 articulaciones esternoclaviculares).

 

  • Los tejidos conectivos asociados como ligamentos, cápsulas articulares y fascias en los que pueden aparecer dominancias y/o competitividad en la búsqueda de la autoestabilización junto con los patrones restrictivos asociados.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.004

 

CONTINENTE TORAX:

 

  • Costillas
  • Esternón
  • Vértebras torácicas
  • Músculos intercostales
  • Músculo transverso del tórax
  • Diafragma
  • Fascia endotorácica

 

CONTENIDO TORAX:

 

  • Pulmones
  • Corazón y mediastino

 

CONTINENTE ABDOMEN:

 

  • Diafragma
  • Parte baja de las caja torácica.
  • Vértebras lumbares.
  • Pelvis (mayor y menor).
  • Músculos abdominales.
  • Suelo pélvico.

 

CONTENIDO ABDOMEN:

 

  • Hígado, estómago, páncreas, bazo, riñones.
  • Intestino delgado (duodeno, yeyuno, íleon)
  • Intestino grueso (colon ascendente, transverso, descendente).
  • Vísceras de la pelvis menor.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.005

 

Cuando estamos relajados, la inspiración es un proceso activo mientras que la espiración es un proceso pasivo resultado de la retracción pasiva de los pulmones fruto de las propiedades elásticas de la caja torácica y los pulmones. El principal músculo respiratorio es el diafragma, y su acción se caracteriza porque al contraerse sus cúpulas descienden, agrandando el espacio de la caja torácica. Este aumento de volumen en el interior del tórax supone una disminución de la presión en el interior de los alveolos haciendo posible el flujo de aire a través de las vías aéreas.

 

Cuando nos movemos, nuestra respiración debe adaptarase, cambiando el ritmo y el volumen de aire que entra en los pulmones para poder responder a las demandas fisiológicas propias del ejercicio. La ventilación se vuelve más activa, implicando por un lado a los músculos intercostales externos, los  escalenos, el  pectoral menor  y los esternocleidomastoideos encargados de elevar las costillas y expandir el tórax durante la inspiración y a los intercostales internos junto con los músculos abdominales que descenderán las costillas ayudando así al vaciado del aire contenido en los pulmones durante la espiración.

 

Propiedades elásticas del aparato respiratorio:

 

Pulmones y caja torácica son elásticos. Esto quiere decir que tras estirarse, tiene la capacidad de retraerse de forma pasiva. El pulmón es un órgano distensible que en situación basal tenderá a colapsar pero que gracias a la presión negativa en el interior del  espacio pleural se mantiene unido al tórax y a la fascia endotorácica.

 

Hablar de pleura es hablar de fascia visceral, sus relaciones con la fascia endotorácica, fascia del diafragma y mediastino que permiten la movilidad y motilidad de unos órganos vitales como los pulmones.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.006

 

Los pulmones están adheridos a la pleura y a su vez el corazón está adherido a la pleura. La pleura se adhiere a las últimas vértebras cervicales y a las primeras torácicas mediante los ligamentos costopleurales, transversopleurales y vertebropleurales que conectan fascialmente la cúpula pleural al esqueleto axial quedando así suspendida. A su vez la caja torácica está suspendida de las vértebras cervicales mediante la conexión miofascial que le aportan los músculos escalenos,  y la continuidad de la fascia endotorácica a nivel dorsal con la fascia profunda del cuello y en su porción ventral con la fascia media del cuello. El diafragma conecta fascialmente con las vértebras torácicas a través del mediastino y la membrana broncopericárdica.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.007

 

Las vísceras abdominales localizadas en la parte alta de la cavidad abdominal están protegidas por parte de la caja torácica que es más flexible. Debemos tener en cuenta que las vísceras abdominales están envueltas por el peritoneo y suspendidas del diafragma. Por lo tanto, la masa visceral abdominal está totalmente suspendida de la caja torácica. Esta es una misión muy importante y muchas veces desatendida de la caja torácica. Es por esto último indispensable tener una caja torácica que no busque apoyo en el compartimento abdominal y que sea capaz de llevar a cabo las funciones de la respiración y suspensión visceral.

 

Volviendo sobre las presiones recordemos que la diferencia de presiones entre el compartimento abdominal y el torácico es muy importante para ayudar a mantener las vísceras en su sitio.

 

¿Cómo funciona este mecanismo?

 

Es muy sencillo. La diferencia de presiones supradiafragmática (compartimento torácico – parte superior de la imagen, sin colorear) e infradiafragmática (compartimento abdominal – parte inferior de la imagen coloreada en verde) genera una atracción de las vísceras abdominales hacia la cavidad torácica (flechas amarillas).

 

Hay dos mecanismos que podemos destacar como elementos pasivos de suspensión visceral:

 

1) La bolsa peritoneal (la serosa que envuelve a las vísceras del abdomen y permite que estas se muevan las unas con respecto a las otras) está suspendida del diafragma y con cada respiración (cuando soltamos el aire) tira de esta membrana hacia arriba luchando contra la gravedad para mantener las vísceras en su sitio.

 

2) Ptorácica < Pabdominal. La diferencia de presiones entre el compartimento abdominal y el torácico genera una atracción de las vísceras abdominales hacia el compartimento torácico.

 

Esto nos explica el mecanismo principal de métodos conocidos como Perine y Movimiento de Blandine Calais-Germain o los Hipopresivos que desde dinámicas de trabajo diferentes buscan un efecto de succión y suspensión de las vísceras abdomino-pélvicas.

 

Respiracion__Anatomia_Fisiologia_Fascia_Presiones_2015.008

 

¿Qué caracteriza a estos dos métodos…?: UNA RECUPERACIÓN DE LA APERTURA COSTAL, NECESARIA PARA REEQUILIBRAR LAS PRESIONES INTERNAS Y FAVORECER EL CORRECTO FUNCIONAMIENTO Y CONVIVENCIA ENTRE CONTINENTE Y CONTENIDO DE LOS ESPACIOS ABDOMINAL Y TORÁCICO.

 

La suspensión visceral no es cuestión de métodos sino de principios de anatomía y fisiología. Descubre su funcionamiento desde el interior con este vídeo es sobre diafragma, peritoneo y suspensión visceral

 

Diafragma, peritoneo y suspensión visceral

 

¿Quién nos iba a decir que la química de 7º de EGB nos iba a servir para entender el por qué de los prolapsos y la incontinencia…?

 

Hasta la próxima entrega 😉

 

Una correcta liberación miofascial supone entender la bioquímica, la arquitectura y la anatomía del tejido conectivo

La liberación miofascial esta de moda, y todo trabajo con materiales que implique a la fascia profunda, ha pasado al primer plano, muchas veces (si no en la mayoría…) sin entender la bioquímica, la arquitectura ni la anatomía de un tejido tan extenso como complejo, el tejido conectivo
Seré crítico, porque nos lanzamos a la búsqueda de resultados, guiados por el ansia de cuantificar sin comprender los medios por los que se debe trabajar con el sistema fascial, haciendo énfasis en que todo trabajo de liberación miofascial se aleja de la presión, de la compresión, buscando el deslizamiento, el arrastre, porque no es lo mismo, y si lo que buscamos son resultados, debemos ser exactos, correctos y tener conocimientos de lo que estamos haciendo.

Nos lanzamos a la búsqueda de resultados, guiados por el ansia de cuantificar sin comprender los medios por los que se debe trabajar con el sistema fascial, haciendo énfasis en que todo trabajo de liberación miofascial se aleja de la presión, de la compresión, buscando el deslizamiento, el arrastre.

Por otro lado, el trabajo fascial no es doloroso, sino agradable. Una vez más nos enfrentamos a los mitos, en este caso la idea de aquellos que piensan que el cuanto más duele, más eficaz. Ideas falsas fruto del desconocimiento, de la subjetividad, de la pereza por aprender y el negarse a aceptar la realidad anatómica, fisiológica y química de nuestros tejidos, de nuestro cuerpo. La liberación miofascial no es cuestión de fuerza.

El trabajo fascial no es doloroso, sino agradable. […] La liberación miofascial no es cuestión de fuerza.

La liberación miofascial es un concepto global, orgánico, vital, dado que cualquier restricción, sea a nivel microscópico o macrsocopico influirá en la dinámica de los fluidos corporales, el la perfusión a los órganos y células que los constituyen (recordemos que el músculo es un órgano), alterando su función, ya sea el movimiento o la oxigenación, el filtrado o la expulsión de residuos. 
Hablamos siempre de adherencias para referirnos a la reorganización de las fibras de colágeno que se origina ante una lesión, el desuso, sobreuso, el envejecimiento, pero como van mostrando los estudios podemos referirnos a ellas de forma más acertada utilizando el término acuñado por Stecco & Stecco “densificaciones” del tejido conectivo areolar que aparecen entre los planos densos y gruesos.
Debemos tener en cuenta que el entramado de tejido conectivo podrá cambiar en cantidad y tipo de fibras que lo componen, en densidad de la sustancia amorfa que las acompaña e incluso en la orientación de las fibras que forman el entramado de la matriz viva, caótica pero de organización perfecta en la que viven y se desplazan las células. 
Independientemente de esos cambios de composición (tengamos en cuenta que como materia viva, el concepto de cambio es algo a tener mas que presente, algo constante, panta rhei…) el cuerpo, como estructura biotensegrica necesita una tensión constante, que se disipe y se transfiera de una parte a otra sin restricciones (aquí es donde el trabajo de liberación miofascial juega un papel clave), del exterior hacia el interior y del interior hacia el exterior, de lo macroscopico a lo microscópico, del organismo a cada célula, que siente y recibe información a través del sistema de comunicación más antiguo y primitivo, tensión y compresión, binomio presente en la red fascial, ubicuo en el cuerpo humano. 

Primero aprender para después hacer, buscando siempre entender…

Un viaje por geografía anatómica de la membrana serosa que recubre la cavidad abdominopélvica y envuelve las vísceras: el peritoneo. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

El viaje llegaba a su fin. Ayer fue para mi el último día en el laboratorio, y ¡qué mejor proyecto que embarcarme en un paseo por geografía anatómica de una membrana serosa, continua y envolvente como el peritoneo!.

 

Para poder trabajar en esta zona con total libertad, nos enfrentamos a otra situación de divide et impera que nos permitió obtener la imagen de William vascular-visceral y William estructural-neural

Divididos en dos mesas, Oliver se centró en las estructuras craneales mientras que la otra mesa el continuum en el contenido de la cavidad abdominopélvica acaparaba nuestra atención. El peritoneo, esa membrana serosa formada por dos hojas continuas que recubren la cavidad abdominopélvica y envuelven a las vísceras, tapiza tanto la superficie interna como a ciertas vísceras, pudiendose dividir en peritoneo parietal y peritoneo visceral.

 

Lo primero fue sentir con las manos, dibujar ellas los movimientos que ocurren en las diferentes visceras e interpretar la relación de estas con la parte estructural. Los movimientos debían ser cuidadosos, lentos, dejando que las articulaciones viscerales nos indicaran la ruta a seguir. Era difícil no fijarse en su vascularización e inervación sabiendo que el peritoneo parietal es sensible a la presión, al dolor, al calor y al frío, como lo es también el peritoneo visceral y los órganos que recubre.

 

Lo primero fue sentir con las manos, dibujar ellas los movimientos que ocurren en las diferentes visceras e interpretar la relación de estas con la parte estructural. Los movimientos debían ser cuidadosos, lentos, dejando que las articulaciones viscerales nos indicaran la ruta.

 

Poco a poco las manos fueron profundizando entre los pliegues, suave, sin ser bruscos, hasta llegar al mesenterio, la estructura que acompaña a los elementos vasculares y nerviosos que comunican el órgano con la pared posterior del abdomen. Ahí estaban, la aorta y la vena cava, al otro lado de esta membrana que se continuaba hacia cada milímetro de intestino conteniendo vasos sanguíneos y linfáticos, nervios, grasa y nódulos linfáticos protegidos por tejido conectivo. Fascia est.

 

Siguiendo el peritoneo con ambas manos el laberinto de sus formas nos llevó hasta el omento mayor (epiplón mayor). Cuentan los libros de anatomía descriptiva que es un pliegue peritoneal grande, de cuatro capas, que cuelga como un delantal desde la curvatura mayor del estómago y la porción proximal del duodeno (Moore, 2013), pero mis manos solo fueron capaces de diferenciar dos con el material que disponíamos. Esto fue revelador y fascinante, poder “ser” omento mayor por un instante, interpretando el lenguaje braile visceral, el que cada órgano subyacente utiliza para responder ante los estímulos de estiramiento o los cambios químicos.

 

030_Andreas Vesalius_Visceras_Abdomen

 

Fue revelador y fascinante poder “ser” omento mayor por un instante, interpretando el lenguaje baile visceral, el que cada órgano subyacente utiliza para responder ante los estímulos de estiramiento o los cambios químicos.

 

Era el momento de tomar algunas referencias. Personalmente, me gusta localizar la arteria y la vena ileocólicas para seguir su recorrido hasta la arteria y vena mesentéricas superiores, buscar entonces la vena esplénica y dibujar entonces la vena mesentérica inferior en su camino hacia el colon descendente y sigmoide entrecruzándose con la arteria mesentérica inferior y sus ramificaciones.

 

Pasé tiempo, mucho más de lo que imaginaba con el duodeno, el páncreas, el bazo y sus relaciones vasculares y tisulares. Juntos forman un a Plaza Vascular y visceral entre L1 y L3 encargada de controlar y amortiguar los movimientos del diafragma a modo de cojín para el estómago que con su motilidad y peristaltismos inicia la comunicación con el páncreas para que comience la secreción exocrina del jugo pancreático en el duodeno; y la endocrina para que glucagón e insulina pasen a la sangre.

 

PANCREAS_DUODENO

 

Salí de mi abstracción cuando escuché la palabra duramater. Oliver tenía la membrana más exterior de las meninges intacta e in situ, ¡esto había que verlo!.

 

Gil guió entonces el avance por la aracnoides y la piamadre, hasta el cerebro, donde con detalle expuso cada una de sus partes, extendiéndose en el hipotálamo: la centralita que recibe información sobre el estado corporal para controlar la secreción de numerosas hormonas que controlan a su vez la secreción de la hipófisis.

 

Gil fue capaz de diferenciar y mostrarnos la glándula pituitaria (hipófisis). La pequeña glándula que se asienta en la silla turca (una cavidad horadada en la base del craneo, en el hueso esfenoides) y que se une al hipotálamo por el tallo hipofisario. Tenerla en mi mano hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo, me sentía insignificante y extremadamente sencillo ante la importancia de una estructura tan pequeña a la vista pero vital para el funcionamiento y homeostasis de nuestro organismo. Cada pieza es importante, y el más mínimo desequilibrio se percibe. Entonces, cuando quizás lo que se oye tan solo sean unas voces a lo lejos, se inician los procesos, los cambios, las adaptaciones… . Nada ocurre porque si en nuestro organismo, nada pasa sin una justificación, todo ha tenido un proceso, y los síntomas son la expresión física de las nuevas adaptaciones bioquímicas.

 

 Tener la glándula pituitaria en mi mano hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo, me sentía insignificante y extremadamente sencillo ante la importancia de una estructura tan pequeña a la vista pero vital para el funcionamiento y homeostasis de nuestro organismo.

 

HIPÓFISIS_EFMH

 

Cada pieza es importante, y el más mínimo desequilibrio se percibe. Entonces, cuando quizás lo que se oye tan solo sean unas voces a lo lejos, se inician los procesos, los cambios, las adaptaciones… .

 

El sonido de un timbre que pulsó Julian para llamar nuestra atención me recordó que mi tiempo en el laboratorio terminaba esa tarde, así que después de recoger y limpiar el material con el resto del grupo dediqué unos instantes para despedir a  William, Angelica, Mabel, John y Ozzie. Sin ellos no sabría lo que ahora se sobre el cuerpo humano y sobre mi mismo. Sus lecciones, son lecciones de vida. Ayer acababa un sueño, era imposible no ver el fin, pero como en todo proceso, ese fin no es un final, porque me iba empapado de recuerdos, de emociones, de vivencias inolvidables que seguirán iluminando mi vida como habría hecho William si yo fuera navegando y él estuviera en el faro, dando luz, guiando mi camino, guiando nuestro camino.

 

Son las cinco de la tarde, todavía en el avión, rodeado de historias, historias vivas, como la tuya o la mía. Eso me alegra, pero hoy no puedo evitar emocionarme y expresar esa emoción con lágrimas al pensar en las personas con las que he compartido cada momento, cada cena, cada respiro estos días y agradecerles cada segundo de vida que hemos compartido. No se encuentran personas así todos los días. Esta experiencia ha unido nuestras vidas.

Sin Ana, Oliver, Patricia y Ray ninguno de los proyectos que os he contado en este diario habría sido posible. Juntos éramos uno, 10 manos que han trabajado como un equipo perfectamente organizado, un organismo que ha trabajado, se ha apoyado, ha reído y ha llorado cuando ha sido necesario. El respeto y cariño que siento por ellos solo lo puedo describir con un abrazo y una mirada en la que hablar con lo mas profundo de mi alma.

 

Hoy no puedo evitar emocionarme y expresar esa emoción con lágrimas al pensar en las personas con las que he compartido cada momento, cada cena, cada respiro estos días y agradecerles cada segundo de vida que hemos compartido. No se encuentran personas así todos los días

 

Pero en este viaje no solo han estado ellos. Quienes me habéis acompañado al otro lado de la pantalla, viviendo y soñando conmigo también me habéis dado fuerza para seguir adelante en los momentos difíciles, cuando el cansancio y la tensión hacen que baje la atención. Gracias por estar ahí, por compartir cada enlace, por vuestros comentarios con los que me habéis hecho sonreír.

 

Y por último, gracias a ti, mi niña, mi vida, por regalarme cada noche tu mirada y tu sonrisa, la más bonita del sur. Por hablar cuando yo estaba callado, por escuchar cuando estaba hablador, por conocerme como me conoces y por estar siempre a mi lado.

 

Gracias a todos por estar ahí cada día con anatomía a las cinco.

 

Nos vemos en unas semanas. Ahora una pequeña pausa para volver de nuevo en septiembre con más anatomía, toda la fascia y mejor movimiento.

Pleura, respiración y cómo un transverso del abdomen hipertónico puede convertirse en un factor limitante para la dinámica pulmonar. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Nuestra exploración de ayer se adentró en el maravilloso mundo de las vísceras. Nos adentrábamos en un mundo que nos permitiría estar otros diez días más en el laboratorio y aun así no terminar. Eso es lo bonito, que nunca termina y la lección está en encontrar la satisfacción en lo incompleto, porque no hablamos de aprendizaje sino de proceso de aprendizaje.

Eso es lo bonito, que nunca termina y la lección está en encontrar la satisfacción en lo incompleto, porque no hablamos de aprendizaje sino de proceso de aprendizaje. Educación funcional…

Para proceso, el que Ana había seguido sobre los esponjosos pulmones de William, rosados, con algunos matices de gris carbono demarcando el territorio de los lóbulos. Ana tuvo la paciencia y el pulso para conseguir enseñarnos prácticamente la totalidad de la pleura. Mágico, como el brillo de sus ojos al ver su tarea contemplada, fue poder disfrutar del deslizamiento de pulmón y pleura, esta vez con las manos haciendo de caja torácica, sintiendo la fuerza del pulmón al vaciarse debido al elástico pulmonar. Gracias a Julian pudimos disfrutar de unas imágenes con una cámara de aumento. I F***ing Love Science!

 

Mágico, como el brillo de sus ojos al ver su tarea contemplada, fue poder disfrutar del deslizamiento de pulmón y pleura, esta vez con las manos haciendo de caja torácica , sintiendo la fuerza del pulmón al vaciarse debido al elástico pulmonar.

 

PLEURA

 

El principio de anatomía integral que habíamos seguido en nuestro grupo hasta entonces nos dejaría ver la continuidad de la pleura parietal con la fascia del diafragma y del músculo transverso del abdomen

Esta aproximación única a las membranas serosas de la cavidad torácica dejó a la vista el espacio costodiafragmatico posterior y el principio de anatomía integral que habíamos seguido en nuestro grupo hasta entonces nos dejaría ver la continuidad de la pleura parietal con la fascia del diafragma y del músculo transverso del abdomen (TrA). Viendo esto es fácil entender cómo el exceso de tono en el transverso del abdomen y los músculos abdominales anteriolaterales puede convertirse en un factor limitante para la dinámica pulmonar.

 

Si además pensamos de forma global y basados en la evidencia anatómica, aceptamos que el el término Core incluye a los músculos del suelo pélvico entre otros, lo mismo ocurrirá con un exceso de tono en esta musculatura. Espera, ¿suelo pélvico como factor limitante del patrón respiratorio?. Si, y si seguimos haciendo conexiones, obturador interno, glúteo máximo (GMax) y fascia toracolumbar… Bingo, acabamos de unir en una frase y de ver las conexiones en el laboratorio de anatomía de los trendictopics del momento y puede que de la década: #ThoracoLumbarFascia , #Glutes , #PelvicFloor , #Breathing

 

Acabamos de unir en una frase y de ver las conexiones en el laboratorio de anatomía de los trendingtopics del momento y puede que de la década: #FasciaToracoLumbar , #Glúteos , #SueloPélvico #Respiración.

 

Oliver y Ray llevaban toda la mañana callados, demasiados callados… . No era para menos, y es que estaban apunto de conseguir diferenciar las extremidades inferiores viscerales. Ahora podríamos trabajar con William visceral  y con William estructural, y solo nos quedan 2 días. Keep calm and dissect slowly.

 

022_Andreas Vesalius_Tertia_Figura_Integra_Arteriae

 

La tarde pasó volando con varias tareas.

La primera fue el trabajar con la musculatura suprahioidea y la lengua, liberándola de la mandíbula y el paladar blando. Después del trabajo del día anterior y una hora de trabajo la tarde de ayer, teníamos ante nosostros la imagen de una rosa en la que los músculos supraihoideos junto con la lengua y la epiglotis hacían de pétalos, la traquea el tallo y la musculatura infraihoidea las hojas del tallo. Qué mejor regalo anatómico podía hacernos hoy William que la flor de la voz y la expresión de las emociones. Este William está hecho todo un romántico.

 

rose_PNG651

Teníamos ante nosostros la imagen de una rosa en la que los músculos supraihoideos junto con la lengua y la epiglotis hacían de pétalos, la traquea el tallo y la musculatura infraihoidea las hojas del tallo. Qué mejor regalo anatómico podía hacernos hoy William que la flor de la voz y la expresión de las emociones.

La segunda fue la toma de contacto con el compartimento abdominal. El abordaje a este espacio es siempre especial. Silencios, miradas, momentos de desorientación buscando referencias para volverse a ubicar, búsqueda de respuestas que quizás en William no podamos encontrar…

 

Es el momento de tomarse el tiempo que sea necesario para observar, relacionar, analizar y dejarse sorprender por cómo el yo visceral se adapta al yo estructural y viceversa, dos mundos sistemáticamente separados por el cerebro humano par  su estudio y análisis, pero que funcionan como un todo. Ante nosotros la fábrica  donde se lleva a cabo la química de la vida, la bioquímica para hacer posible que la fisiología de frutos funcionales. De hecho, parte de las vísceras de William se encontraban ligeramente desviadas hacia la derecha, como si compensaran el hecho de que su marcha se hubiera visto alterada por la prótesis de cadera.

 

Somos movimiento. El movimiento nos da forma y vida: moveo ergo sum

 

Nuestra joven y brillante compañera Sveva, con tan solo 23 años, nos dejó con la boca abierta compartiendo una infinitésima parte de su conocimiento en anatomía patológica. Cuando habló, fue como si se abriera el cielo con información valiosísima para entender parte de lo que podíamos ver y palpar.

 

A las cinco llovía, así que la tarde se presentó perfecta para empezar a hojear un libro que me recomendó Sveva y del que ahora ya solo me quedan 1460 hojas por leer 😉

Lectura Anatomía Patológica

Un abrazo desde las Tierras Bajas de Escocia y hasta mañana a la hora del té !

Un paseo por la musculatura infrahioidea y la glándula tiroides para acabar viendo la pleura apical

Empecé mi tarea temprano, solo en la mesa porque ayer me salté el café para invertir ese tiempo en repasar lo que habíamos dejado a medio camino el sábado por la tarde.

 

Después de despejar cuidadosamente el plexo braquial del brazo izquierdo de su envoltorio fascial aparecieron los fascículos claramente organizados a la vez que se entrelazaban con la arteria y la vena axilar. Un poco más arriba, como a modo de encrucijada seis divisiones formaban una especie de trenza que al seguirla me llevó hasta los troncos, que se exponían sin miedo diciendo claramente si eran el superior, el medio o el inferior. Hasta aquí podía llegar. Aunque todavía quedaba mucho trabajo para llegar hasta las raíces de los ramos anteriores, podía ver como se dibujaban desde los nervios espinales C5, C6, C7, C8 y T1.

Brachial_plexus

Plexo braquial. Fuente: Wikipedia

En cuanto llegaron mis compañeros de mesa le dejé el sitio de nuevo a Patricia que continuara con su proyecto del “brazo visceral” y me situé en el cuello de William para emprender la busca de las raices de los nervios espinales que nacían en los ramos anteriores de C5 a T1.

 

Tenía dos opciones, la fácil y rápida que supondría destrucción y poca delicadeza o la menos directa pero constructiva. Adelante Ibai, hoy no hay quien te pare, pensé para mis adentros mientras me pertrechaba con 4 escalpelos para la fina tarea que iba a realizar.

 

Tenía dos opciones, la fácil y rápida que supondría destrucción y poca delicadeza o la menos directa pero constructiva. Adelante Ibai, hoy no hay quien te pare, pensé para mis adentros mientras me pertrechaba con 4 escalpelos para la fina tarea que iba a realizar.

 

El abordaje iba a ser a través de la musculatura infrahioidea con el objetivo de moverme por los diferentes planos de la fascia cervical.

 

Primero fue la capa superficial de la fascia profunda del cuello con los esternocleidomastoideos (ECOM) hasta el trapecio por el triángulo posterior del cuello para abordar después otra capa (media) más profunda de esa fascia profunda, la fascia pre-traqueal en la que se encontraban embebidos los músculos infrahioideos.

 

Disfruté siguiendo el recorrido del omohioideo entre el hueso hioides y la clavícula, me sorprendí con el fino y ancho esternoihoideo, dejando que el entramado deshidradatado de fibras de colágeno que encontraba a mi paso encargado de hacer posible el deslizamiento y la convivencia de las partes, me guiara hasta el tirohioideo, respetando su toma de contacto con el cartílago tiroides donde le seguía el esternotiroideo, quizás, mejor llamarlo “esternoclavículotiroideo” por su fuerte anclaje a lo que quedaba de la cápsula articular allí donde esternón y clavícula se llevan a cabo su encapsulado baile sinovial.

Músculos del cuello. Fuente: www.emaze.com

Músculos del cuello. Fuente: www.emaze.com

 

 

Dejando que el entramado deshidradatado de fibras de colágeno que encontraba a mi paso encargado de hacer posible el deslizamiento y la convivencia de las partes me guiara

 

El esternotiroideo, quizás, mejor llamarlo “esternoclavículotiroideo” por su fuerte anclaje a lo que quedaba de la cápsula articular allí donde esternón y clavícula se llevan a cabo su encapsulado baile sinovial.

 

Al retirar el “esternoclavículotiroideo” entre todas las texturas y mezcla de colores del tejido conectivo del triángulo anterior del cuello dos pequeñas “puntas de flecha” llamaron mi atención. No podía ser, tenía ante mi el Timo. Eran como unas pequeñas orejas que escuchaban lo que pasaba en el exterior. Ya teníamos los brazos viscerales y unas orejas para el corazón. En el día de las vísceras, cuando nos íbamos a adentrar en este espacio tan especial, William nos sorprendía aún más. Gracias man!!

 

Por último apareció el pequeño cricotiroideo que posteriormente se fundía con el constrictor inferior que progresivamente abrazaría al esófago y que estaba envuelto por la capa pre-traqueal (profunda) de la fascia profunda del cuello.

 

Espera Ibai, ten cuidado, no te aceleres que por aquí está la pleura, concretamente la porción que cubre el vértice superior del pulmón (ápex pulmonar)…, seguí con cuidado usando los vasos y nervios como referencia hasta llegar a los músculos escalenos. Impresionante la firmeza de su conexión a la primera y segunda costilla fundiéndose con el periostio.

 

Pleura Apical

 

William nos está llevando por caminos que nunca había recorrido, pero debo reconocer que muchos de los proyectos no serían posibles sin las personas con quienes comparto mesa, un grupo fantástico. Por ejemplo, mientras yo trabajaba en la región infrahioidea, Ana había conseguido algo realmente complejo, pero con determinación y mucho mimo y cariño, nos podía mostrar una ventana costal a la pleura parietal. Las relaciones tan estrechas que hay a este nivel nos hacen pensar que este film que teníamos ante nosotros es inseparable de la fascia endotorácica, que ambas (pleura y fascia) forman una entidad, y es que en realidad, las pleuras son fascias viscerales. Enhorabuena Ana.

 

Con ayuda de un ambu pudimos sentir los movimientos entre pleura parietal y viseceral. Fue como si todo se parara al ver la “respiración” in situ.

 

Por la tarde un proyecto que había empezado 48h antes y había implicado a tres personas se hizo realidad al haber liberado el plexo braquial de ambos lados durante la mañana. Teníamos ante nosotros el envoltorio apendicular de la extremidad superior. Después de diferenciar trapecio, gran dorsal, romboides (escápula incluida), serrato anterior y oblicuo mayor siguiendo un mismo plano fascial y respetando las conexiones fasciales entre cada uno de los elementos que conectan la extremidad superior con con el tronco, pudimos ser más conscientes de la importante relación que existe entre fascia axial y fascia apendicular. Por el momento lo teníamos que dejar, era hora de recoger, ordenar y limpiar el laboratorio. Mañana más.

 

Nuestro día terminó en la playa otra vez, hacía sol y nos atrevimos a entrar en el agua. Un cambio de estado que vino genial.

somanauts at the beach St Andrews

Nos vemos mañana con la fascia axial y todo lo que nos quiera desvelar 😉

Navegar por la fascia profunda del Gluteus Maximus y la Fascia Lata analizando los efectos de la cicatriz. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

Motivado por el trabajo de Stecco et al (2013) sobre el glúteo máximo (GMax) a partir del que concluyeron que la cintilla iliotibial es un refuerzo de la fascia lata que no puede ser separada de ella, continuándose hacia el interior con el septo intermuscular lateral que separa el cuadriceps de los isquitibiales y añadiendo además que el GMax presenta una importante inserción en la fascia lata, tan amplia que la cintilla iliotibial podría considerarse un tendón de inserción del GMax, decidíir en busca de estas afirmaciones y ver hasta que punto la cicatriz de la operación para la prótesis de cadera de William modificaba o afectaba a esta organizaciónn descrita por los italianos.

 

El abordaje de este proyecto desde desde una perspectiva integral de la fascia me llevó a buscar un principio alejado del GMax, distal, así que la primera tarea fue diferenciar la fascia crural.

 

Mientras mi escalpelo viajaba entre la la fascia crural y la aponeurosis del gastrocnemio, creando volumen, rompiendo conexiones, dando perspectiva bidimensional desde el momento que la separación convertía la unidad en partes, de vez en cuando un despiste, el más ligero cambio en la orientación de la hoja del escalpelo creaba una ventana al epimisio del músculo. Creedme que cuando esto ocurre, me duele en el alma, porque lo último que queremos es romper la contuniuidad. Tampoco queremos crear nada, aunque en cierto modo, cada vez que iniciamos un proyecto, es como si esculpiéramos e inmortalizáramos la historia anatómica que nos cuenta William.

 

Al llegar a los rectináculos de la rodilla, a pesar de ser cuidadoso, tan solo conseguí un pequeño cordón plano, tan frágil que una maniobra algo brusca para liberar más tarde el GMax del sacro, hizo que destruyera la conexión. Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!, Sorry!.

 

A medio camino, en la región del muslo, continue hacia el interior siguiendo el septo intermuscular lateral que separaba el cuadriceps de los isquitibiales. Aquí solté el bisturí. En esta región hay muchas estructuras que puedo dañar, así que tomé unas tijeras con punta. Estas serían suficientes para poder desvelar la suspensión del nervio ciático en medio de un abrigo de tejido conectivo areolar y adipocitos.

 

Netter lower limb anatomy

 

Mientras mis manos lo palpaban, cerré los ojos. Podía imaginar cómo el nervio ciático y sus ramas de suspensión (las ramas laterales las formaban los vasos sanguíneos y ramificaciones nerviosas a modo de “ligamentos”) comparten espacio durante el movimiento y la contracción muscular. El tejido nervioso y sus envolturas fasciales están expuestas al movimiento, a la tensión, a la compresión. Acababa de romper las relaciones entre miofascia y neurofascia para dar forma a una bella triangulación de vasos y nervios para mantener el equilibrio y la sinergia de los sistemas. Qué suerte poder estar aquí para ver, sentir y volver a vivir esta experiencia.

 

Acababa de romper las relaciones entre miofascia y neurofascia para dar forma a una bella triangulación de vasos y nervios para mantener el equilibrio y la sinergia de los sistemas. Qué suerte poder estar aquí para ver, sentir y volver a vivir esta experiencia

 

La idea al llegar al GMax era intentar seguir por la lámina superficial de la fascia toracolumbar (FTL). Esta tarea fue imposible y tuvimos que tomar una decisión napoleónica, dividir para poder avanzar… . Esto nos dio una perfecta orientación para analizar el estado y consecuencias de la cicatriz de la operación prótesis de cadera de William.

 

Los secretos más guardados y jamás revelados sobre la cicatriz en la cadera de William:

Al llegar al tensor fascia latae, deslizando mis manos entre las diferentes láminas de fascia profunda de su muslo (fascia lata) fui encontrando lo que podríamos llamar “los dedos del corazón” que acariciaban los míos según iba avanzando entre el GMax y el gluteus medius.

 

El nervio y la arteria glútea superior junto con el pudendo fueron acariciando las puntas de mis dedos. Podía imaginar (después de un haber revisado a fondo un par de atlas de anatomía para tener el mapa en mi cabeza) como salían de la pelvis por la escotadura ciática mayor, por encima del piriforme para venir al encuentro de mis dedos y viajar hasta los músculos glúteo medio, glúteo menor y tensor de la fascia lata. O cómo la arteria y el nervio glúteo inferior salían también por la escotadura ciática mayor pero por debajo del músculo piriforme, próximos al nervio ciático y al nervio cutáneo posterior del muslo para legar hasta el músculo glúteo mayor.

 

Gluteal region anatomy detail

 

El majestuoso nervio ciático, inconfundible por su tamaño era como un badén en medio de todo aquel entramado fibroso perfectamente desorganizado que mi mano exploraba. Podría pasar horas navegando por estas aguas empapándome se sensaciones.

 

La maniobra fue la misma en el lado derecho, pero en medio de todo esto había algo distinto. Esto no es como en la izquierda…, “can you feel that?” (¿puedes sentir eso?) – dijo Patricia girando rápidamente su cabeza al tiempo que ponía cara de sorpresa acompañado de un “But what the h..l, it’s the scar tissue that goes into the hip capsule” (pero ¡qué demonios! es el tejido cicatrizado que llega hasta la cápsula articular”). En ese momento recordé la cirugía de cadera a la que gracias a la Dra. Galadí pude asistir el año pasado en Granada con Sergio Ballesteros. Repasé mentalmente los pasos. Gracias a ella tenía el antes, y ahora con William el después para poder trazar un camino entre ambos a partir de lo que los tejidos nos iban a contar.

 

Por ejemplo, la cara interna de la cintilla iliotibial (ITT) del lado derecho mostraba un patrón de organización de las fibras cruzado, pero con un espaciado mayor entre las horizontales, mientras que el lado izquierdo presentaba un entramado denso, espeso, mucho más compacto y de mayor firmeza, seguramente fruto de que nuestro amigo y farero escocés cargaba todo su peso en la pierna izquierda desde que le pusieron la prótesis. Solo unos años, pero suficiente para crear adaptaciones que su tejido fascial intentaba compensar a cada paso, en cada respiración y con cada movimiento.

 

GMax + ITT + Crural Fascia. Dibujo Ibai López

GMax + ITT + Crural Fascia. Dibujo Ibai López

 

No se cómo pero recordé que teníamos una balanza de resorte con la que habíamos pesado la fascia superficial de William, así que corrí a por ella e introdujimos en una bolsa con ayuda dela Dra. Albina Tamalonis de New York, las dos estructuras que acabábamos de diferenciar. ¡¡El conjunto de GMax + ITT + Crural Fascia de ambos lados pesaba 5 pounds (2,5kg)!!

 

Cinco kilos encargados de la estabilidad y el movimiento de William continuándose hacia los pies y llegando con el dorsal hasta la cintura escapular para hacer posible ese rasgo que nos da independencia, autonomía y libertad: la marcha humana.

 

Terminé el día en la West Sands Bech procesando toda la información que había recibido mojando mis pies en el “fresco” mar del norte y anotando unas ideas que asaltaron mi cabeza mientras atravesábamos el campo de golf para llegar hasta la arena. Fiona y Ana fueron más allá y en vez de mojarse los pies se dieron un chapuzón en el mar del Norte (que estaría a unos 12º según Fiona).

Writing at the  West Sand Beach

Mañana como es domingo hacemos pausa en el laboratorio, así que volveremos con nuevas aventuras anatómicas el lunes a la hora del te.

Un abrazo escocés 😉

 

Bibliografía

Stecco A, Gilliar W, Hill R, Fullerton B, Stecco C. (2013) The anatomical and functional relation between gluteus maximus and fascia lata. J Bodyw Mov Ther 17(4):512-7.

Descubriendo las relaciones profundas entre piel y fascia superficial. St Andrews Intensive Dissection Workshop 2015

La fascia superficial (subcutánea) se localiza justo bajo la dermis de la piel, y nuestro trabajo desde el día 1 se centró en crear dos partes diferenciadas, o dicho de otro modo, en diferenciar estas dos estructuras que están interconectadas (aunque los libros de anatomía se empeñen en describirlas como “fijadas”) y que funcionan como una unidad, basándose en principios de biotensegridad, mínima energía y contínuo movimiento para satisfacer las necesidades de adaptación al medio.

 

El minucioso trabajo que empezó de forma espontánea en nuestro grupo se había convertido en proyecto con personalidad propia. Todo el grupo se organizó para tratar de conseguir la piel de una sola pieza. Tiempo, paciencia, dosis de autocontrol para no abandonar en las zonas más laxas de esa unidad funcional que forman piel y fascia superficial nos aportó un mapa tridimensional y sensorial a la vez de las relaciones, rugosidades y anclajes a lo largo de toda la superficie del cuerpo de William.

 

Tiempo, paciencia, dosis de autocontrol para no abandonar en las zonas más laxas de esa unidad funcional que forman piel y fascia superficial nos aportó un mapa tridimensional y sensorial a la vez de las relaciones, rugosidades y anclajes a lo largo de toda la superficie del cuerpo de William.

 

Para mi esta unidad funcional piel – fascia superficial es muy importante, es el principio en el que baso gran parte de mi trabajo con materiales, y para ser exactos, no solo esa unidad funcional, sino el complejo que forman piel – fascia superficial – fascia profunda, y es por esto que hace tiempo que empecé a mirar los músculos con otros ojos. No dejaron de ser importantes, tan solo cambié mi forma de verlos, otra mirada, una que presta atención a otras cosas que habían pasado inadvertidas durante tanto tiempo.

 

Es por esto que aventurarse a confirmar que tal ejercicio o tal otro es mejor o si libera tal o cual músculo es una discusión bastante poco productiva si las mentes involucradas en la misma no son capaces de mirar más allá, siendo incapaces de establecer las relaciones que cada elemento guarda con otros músculos, el cómo afecta a la función no solo la estructura, sino los órganos, la respiración, la fisiología del organismo. En tal caso estaremos ante una conversación reduccionista, arcaica y basada en el desconocimiento.

 

No es necesario saber de todo, pero si tenerlo en cuenta, saber donde están nuestro límites, hasta dónde alcanza nuestro conocimiento de hoy e intentar ampliarlo para el día de mañana. Trabajamos con cuerpos humanos, y es por eso que estamos aquí en busca de la verdadera anatomía, anatomía real y compartiendo los conocimientos de fisioterapia, cirugía, psicología, ejercicio físico y arte (si, en estas formaciones también vienen artistas). Esas conversaciones son las realmente enriquecedoras, más que cualquier texto monoteísta, estas son las que hacen ver la importancia de otras áreas, la perspectivas de quien ha decidido recorrer miles de kilómetros para compartir tiempo y espacio con otras personas de inquietudes similares. Esto es un regalo y para nada un trabajo.

 

Volviendo tras este pequeño excursus al sujeto de nuestro 10 Days Intensive Dissection Workshop, después de invertir dos horas por la mañana y casi otras dos por la tarde Patricia pudo desahogarse con un sonoro YESSSS!!!! mientras nos mirábamos con una sonrisa diciendo “yes, we did it, we got it”. El trabajo de cinco personas hizo posible que todo el grupo pudiera admirar la piel de William en la mesa junto a la forma de fascia superficial. 4,5kg de de piel, un traje que había vivido 80 años, cambiando, regenerando las células pero firmemente entrelazado con el tejido subyacente, la fascia superficial.

 

Nuestra fascia superficial es quizás el órgano infravalorado de nuestro cuerpo. Observándola con detalle, palpando cada milímetro cuidadosamente y buscando las relaciones con el envoltorio epidérmico que acabábamos de retirar nos percatamos de la estrecha relación que guarda esta unidad funcional. Allí donde la piel estaba más blanda, el entramado del tejido conectivo subyacente era menos firme, menos compacto, mostrando un desequilibrio en relación con otras áreas. Casualmente en las rodillas, encontramos este tipo de organización más laxa, lo que me llevó a pensar, dada la estrecha relación entre la fascia superficial y profunda en esta articulación, si esto podría ser un sinónimo de desequilibrio articular…, ocurrirá lo mismo en los hombros, columna vertebral. Otra puerta se abre, una nota más para el cuaderno de proyectos en el laboratorio para seguir investigando y aprendiendo.

 

Allí donde la piel estaba más blanda, el entramado del tejido conectivo subyacente era menos firme, menos compacto, mostrando un desequilibrio en relación con otras áreas.

 

Recordáis las densificaciones en la cicatriz de la cadera de William de las que os hablé ayer, en este caso ocurría lo contrario que lo que he descrito en el párrafo anterior. En  esta zona, fruto de la reconstrucción del tejido, en vez de encontrar un laxitud excesiva, nos enfrentamos a cada paso de la disección con un caos tanto vascular como fibrilar en el que la re-organización de las fibras de colágeno mantienen una tensión excesiva en la matriz extracelular del tejido conectivo que, en caso de ser crónica, los fibroblastos interpretarán como un peligro potencial, perpetuándose la inflamación y el dolor. Un mundo apasionante este de la interpretación y la comprensión de los tejidos.

 

Por la tarde, trabajando sobre la fascia superficial, con premeditación y alevosía nos propusimos como equipo organizarnos e intentar respetar y mantener la continuidad en el panículo adiposo de William dado que nos mostraba potencial para este nuevo proyecto.

 

Cansados pero muy contentos abandonamos el laboratorio a las 17h con puntualidad inglesa, listos para tomar un té y disfrutar de un paseo por la West Sands Beach a orillas del Mar del Norte atravesando el mítico Magic Hedge de los Somanauts’2013 para llegar hasta ella.

IMG_8308

Crossing the Magic Hedge at St Andrews

IMG_8309

Crossing the Magic Hedge at St Andrews

IMG_8312

Mañana más aventuras der este viaje fascial, pero por el momento, a descansar cuerpo mente y fascia superficial.

 

Nos vemos a la hora del té 😉

Tixotropía, dinámica de fluidos y fascia (Video): Conceptos clave para entender el sistema fascial Spanish- English

Esta propiedad la encontramos en múltiples tejidos y en algunos fluidos no newtonianos pero como ejemplo clarificador, hemos escogido una práctica que es fácil de realizar mientras paseamos por la orilla de la playa este verano.

Cuando este bajando la marea, acércate a la orilla, la arena que pisas es la matriz extracelular de la fascia que en vez de fibras, tiene granos de arena para responder y adaptarse al perpetuo movimiento del mar. Si juegas con el peso de tu cuerpo o caminas sobre ella, verás como responde de forma diferente a las fuerzas y presiones que generes. Observa como los movimientos bruscos y saltos hacen que esa tu huella se marque y que el agua desaparezca, o como si te mueves lentamente con pequeños y rítmicos movimientos de cizalla con tus pies, se irán abriendo paso entre agua y arena, cada vez más profundo…

 

El término TIXOTROPÍA describe los cambios en las características físicas de una substancia como resultado del movimiento. De ahí su origen etimológico, del griego “THIXIS” + “TROPOS” que quiere decir TOCAR + TRANSFORMAR.

Como en la orilla de la playa, el agua es un importante estabilizador en el tejido conectivo y cuando la presión aplicada sobre el sistema fascial (que en definitiva es un sistema coloidal o coloide) es elevada, este responde solidificándose por la deshidratación y reorganización de las cadenas polipeptídicas. Como podemos ver en el vídeo, a mayor velocidad, fuerza y presión, el coloide responde compactándose y ofreciendo resistencia.

  

Cuando hablamos de liberación miofascial (bien sea en terapia manual o con implementos como pelotas, forma rollers,etc.) paradójicamente, es mejor realizar movimientos lentos y una menor presión si queremos llegar a planos más profundos.

En el último fragmento del video podemos comprobar como si la matriz extracelular está deshidratada, la rigidez de la fascia (“stifness”) impedirá que recupere su forma inicial y esto afectará al movimiento, al igual que ocurre en el tejido fascial del cuerpo humano.
Disfrutad de vuestras exploraciones fascia a orillas del mar 😉

Thixotropy: A key concept to understanding the fascial system
Thixotropy is found in multiple tissues and in some non-Newtonian fluids. We have chosen a practice that is easy to perform as we enjoy the beach this summer.
When the tide is down, go to the seashore, the sand where you stand is the extracellular matrix of the fascia that instead of fibers, has grains of sand to respond and adapt to the perpetual motion of the sea. If you play with the weight of your body or walk on it, you’ll see how they respond/adapt differently to the forces and pressures you generate. Now observe how if you move slowly your feet with small, shear and rhythmic movements, they will be making its way among water and sand, going deeper…

The term THIXOTROPY describes changes in the physical characteristics of a substance as a result of movement. Hence its etymology, from the Greek “THIXIS” + “TROPOS” meaning TOUCH + TRANSFORM.

Water is an important stabilizing element in connective tissue and when the pressure applied on the fascial system (which ultimately is a colloid or colloid system) is high, it responds with a chance into a more solidified state by dehydration and reorganization of the polypeptide chains. As we can see in the video, when we apply faster force and pressure, the colloid system responds offering resistance.

When we talk about myofascial release (either manually or with implements such as therapy balls, foam rollers, etc.) paradoxically, it is better to make slow movements and a lower pressure if we want to reach deeper levels.

In the last fragment of the video we can see that if the extracellular matrix is dehydrated, the rigidity of the fascia (“stifness”) limits the tissue recovery to its initial state and this will affect the movement, as happens in the fascial tissue of the human body.
Enjoy your seaside fascial explorations 😉