Receta del “ejercicio ideal”

RECETA DEL “EJERCICIO IDEAL“:

  1. Seleccione los mejores movimientos.
  2. Utilice para ello los mejores productos del mercado.
  3. Haga el ejercicio según los consejos del profesional que se lo recomendó.
  4. Repita* el ejercicio siguiendo las indicaciones del profesional que se lo recomendó (*recuerde que la constancia es muy importante).
  5. A estas alturas, ya debería sentirse mucho mejor teniendo en cuenta que está realizando el “ejercicio ideal”.


Si no le funciona, siga leyendo…

Consejos para conseguir que el “EJERCICIO IDEAL” funcione:

Cuando realizamos un ejercicio, es muy importante darle su tiempo.

Por muy bueno que sea el ejercicio que vamos a realizar, sus efectos cambiarán completamente en función de la forma en que lo ejecutemos.

Debemos pensar que todo movimiento o acción corporal desencadenará una serie de estímulos fisiológicos que variarán de extremo a extremo en función de cómo lo realicemos.

Al explicar esta idea aplicada a los trabajos con foam roll, pelotas y/o técnicas de autoliberación, me gusta compararlo con un caso que todos hemos vivido alguna vez al cocinar.

¿Qué ocurre cuando tienes poco tiempo para preparar la comida y hay que pochar la cebolla en cinco minutos?. Puedes arruinar la receta si por las prisas intentas que la cebolla se poche más rápido subiendo el fuego al máximo…, y mira que le hemos oído veces y veces entre chiste y chiste a Arguiñano eso de “…ahora, pochamos a fuego lento y …”.

Pues para el ejercicio es lo mismo, puedes tener los mejores ejercicios (cebollas), pero si los haces rápido y con prisas (cocinar con el fuego al máximo cuando debe hacerse a fuego lento), tan solo conseguirás arruinar sus efectos (quemar la cebolla, adios receta).

Son los tejidos quienes deben guiar el movimiento o ejercicio y no a la inversa.

El próximo día que sólo tengas cinco minutos para hacer tus ejercicios, no los dejes, hazlos, pero recuerda que no importa si haces menos, lo que cuenta es que aquello que haces se adapte a las necesidades de tu cuerpo en ese momento.

Escuhar al cuerpo es respetar al cuerpo, escuchar a TU CUERPO es respetar A TU CUERPO, en definitiva, ESCUCHARTE es RESPETARTE.

Que aproveche tu proximo entrenamiento.