INCLINACIÓN DE LA PELVIS (II):



Ahora que sabemos que la inclinación de la pelvis nos ayuda a mantener una curva lumbar sana, vamos a repasar lo que le ocurre en la posición sentada
Éric Viel y Michèle Esnault en su obra Lombalgies et cervicalgies de la position assise: Conseils et exercises (Lumbalgias y cervicalgias de la posición sentada: Consejos de ergonomía y ejercicios de fisioterapia) indican que “(…) al sentarse en un asiento tradiciona se produce una marcada pérdida de la lordosis. En la parte posterior de la columna los ligamentos se ponen en tensión, y también las fibras posteriores de los discos intervertebrales.”
Y ya en 1997 Lord M.J., Small J.M., Dinsay J.M. y Watkins R.G., publicaban en la prestigiosa revista Spine el estudio Lumbar lordosis effects of sitting and standing verificando que el hecho de sentarse hace perder el 50% de la lordosis.
Las caderas solo tienen 60º de flexión y a partir de ahí es la parte baja de la columna la que perdiéndo su curvatura (lordosis) aportará los 30º restantes hasta llegar a apoyar los isquiones en la silla.
Te puedo leer el pensamiento…, ¡¡ ya has relacionado la MARCADA PÉRDIDA DE LORDOSIS EN LA POSICIÓN SENTADA con una PÉRDIDA DE LA INCLINACIÓN DE LA PELVIS !!. Je, je, je , lo sabía 😉
Ahora que ya hemos relacionado la flexión de las caderas con la inclinación de la pelvis y por lo tanto con la deformación de la columna lumbar cuando estamos sentados, ya tenemos las mentes preparadas para seguir nuestro viaje a partir de la inclinación pélvica, esta vez hacia arriba.
Una vez que la pelvis pierde sus 30º de inclinación con respecto a la horizontal en chicas y 45º en chicos, la batalla entre gravedad y postura está servida…


Pasados 20 minutos sobre la silla, si no modificamos nuestra postura, el cuerpo se adapta aceptando los desequilibrios y dejando que la gravedad gane la batalla postural.
Por lo tanto, la posición sentada marchita nuestra postura:
  1. Marcada retroversión de la pelvis (a partir de los 60º de flexión de las caderas).
  2. Pérdida de la lordosis lumbar (lo que hará sufrir a los ligamentos y a los discos intervertebrales) .
  3. Hundimiento del tórax (con el consecuente aumento de presión sobre las vísceras abdominales y mayor tensión en la charnela toracolumbar).
  4. Verticalización de las  primeras costillas (lo que cambiará el patrón respiratorio del individuo).
  5. Posición adelantada de la cabeza…, jaque mate, toda la carga del cráneo bascula hacia adelante con la consecuente puesta en tensión de la musculatura del tercio superior de la columna y contracción de la musculatura suboccipital.

No es el fin del mundo, todo esto tiene solución

Empieza por bascular la pelvis hacia adelante cuando estés en la silla, recuperando la lordosis fisiológica de tu espalda. Para hacerlo puedes ayudarte empujando suavemente con un pulgar en la apófisis espinosa de L3 (la podrás localizar trazando una línea alrededor de tu cintura desde el ombligo hasta la columna vertebral).

Si tu pelvis no está inclinada, entonces encontrarás una pequeña prominencia ósea que sobresale (esto quiere decir que has perdido la curva lumbar).  

Una pequeña invitación con tu pulgar para que vuelva a su posición con ayuda de una leve anteversión y voilá, el reparto de tensiones sera mucho mejor, tu cabeza se centrará y la respiración mejorará. 


HASTA LA PRÓXIMA ENTREGA 😉

La inclinación de la pelvis (I):

¡EXTRA, EXTRA!, ¡EXTRA, EXTRA!: VUELVE IBAIFIT “Anatomy Express”

Hoy la inclinación de la pelvis:


En muchas publicaciones os he hablado de la importancia que tiene la recuperación de la movilidad y la apertura de la caja torácica de cara a la postura y a la buena relación de los contenidos en los cajones torácico y abdominal…



…pero: ¿sabemos el por qué de la inclinación de nuestra pelvis?, o si vamos un poco más allá, ¿acaso sabemos que nuestra pelvis está inclinada?.


La teoría dice que cuando estamos de pie, erguidos, la espina iliaca anterosuperior (EIAS) y los tubérculos del pubis deben estar en el mismo plano frontal, por lo que si trazamos una línea entre ambos y esta es vertical, desde el punto de vista esquelético, tenemos una buena noticia: estas referencias de la pelvis nos indican que son el asiento para una curva lumbar sana.



Si miramos con detalle la sínfisis del pubis, nos encontramos con que su orientación es oblicua (45º con respecto a la horizontal para el hombre / 30º con respecto a la horizontal para la mujer), por lo que podemos ver que la disposición de esta articulación (se trata de una anfiartrosis) tiene dibujada en su forma la disposición que para el organismo será funcional: la inclinación con respecto a la vertical.



Ahora nos podemos preguntar: ¿para qué es importante esta historia de la inclinación de la pelvis?


Gracias a su disposición oblicua (30º con respecto a la horizontal en la mujer), la presión abdominal no recae directamente sobre las vísceras de la pelvis ni sobre la musculatura del suelo pélvico, sino que como en una partida de billar “rebotan” por el cuerpo, es decir, las presiones de las vísceras se reparten por las estructuras óseas vecinas como el pubis la columna y el sacro, disipando la energía para llegar con la mínima incidencia sobre el suelo pélvico.




¿Qué te propongo viendo la estrecha relación entre la inclinación de la pelvis y la curva lumbar sana?:


  1. Que como persona no le tengas miedo a la curva lumbar. Tener curva en la parte baja de la espada no es malo, es NORMAL.
  2. Que como profesional ayudes a tus clientes a recuperar o no perder la curva lumbar con estos tiempos que corren de vida personal, laboral y social desarrollados sobre las cuatro patas de una silla o un sofá.
  3. Piensa en el mecanismo liberador para las estructuras relacionadas con la articulación coxofemoral con algo tan sencillo como devolverle a la pelvis lo que es suyo… la leve inclinación (30ºmujer/45ºhombre).


Pelvis inclinada, espalda feliz, suelo pélvico y órganos libres de presión.

Es posible mejorar, solo te tienes que inclinar hacia el lado funcional del movimiento humano.


Un abrazo inclinando la pelvis y elevando la caja torácica…, ¿lo sientes?, pues FUNCIONA.


Hasta la próxima entrega 😉